Catorceava carta

Leandro iba a decirle a Liliana que entre Génesis y él ya no había absolutamente nada y mucho menos iban ser pareja en el baile; pero no pudo decirle nada porque el profesor de química entró al aula.

 — Buenos días alumnos, hoy vamos a hacer otro proyecto de química; les asignaré sus parejas — todos los alumnos comenzaron a abuchearlo; sin embargo, no había otra opción.

Entonces el profesor comenzó a asignar a cada pareja hasta que llegó a mencionar a Liliana.

— Señorita Andrade, usted trabajara con el joven Jaramillo —habló y ambos se vieron las caras sorprendidos. Ambos sonrieron y luego rieron. Esto iba a ser excelente, trabajar juntos porque eran amigos y se conocían a la perfección. No obstante, observó que en su clase estaba su mejor amigo y los veía algo molesto.

Después de eso se fue a su casillero y para su sorpresa encontró otra carta.

Amada Liliana:

Estoy tan feliz porque la vida me dio una oportunidad para sonreír y quiero compartirte esa felicidad. Sé que te dije que ya no te iba a escribir, pero esto que siento por dentro no lo puede sacar nadie. Ni, aunque unas grandes barreras nos separen. Nadie podrá llenar ese amor que se cala en lo más profundo de mi corazón. Te amo con toda mi vida y espero algún día podamos estar juntos y amarnos. Tantas cosas que desearía estando contigo. Por ejemplo, besar esos labios tan hermosos que tienes; eso sería lo más increíble que atesoraría para toda mi vida. Espero no incomodarte con esto. 

Te ama tu loco enamorado, L.J.

Liliana volvió a sonreír al recibir de nuevo esas bellas cartas y se emocionó tanto cuando él le dijo que la ama tanto.