CAROL
Confieso que anoche no pude dormir, estuve considerando seriamente en darnos una oportunidad e iniciar una relación con Dave. Tengo tantos años huyéndole al amor, que creo que ya es suficiente, que debo ser valiente y dejar de tenerle miedo a volver a dejar entrar a una persona en mi corazón y en mi vida. Mi mayor miedo han sido mis hijos, sin embargo ellos se siente muy cómodos y contentos al lado de Dave. Me preocupa la reacción de mis pequeños, es posible que no encuentren ningún problema con mi relación con Dave, pero también es posible que solo lo quieran como un amigo en sus vidas. Además se encuentra el tema de la distancia, Dave no vive directamente acá y la distancia entre las parejas siempre es un tema muy complicado.
Disfrutamos de una tarde fabulosa, había olvidado completamente estas sensaciones, pero al estar cerca de él, nuevamente me sentí mujer; una mujer viva, joven y llena de ilusiones.
-Vamos a casa Dave-. -Claro mi flaca, vamos a casa-. Finjo estar molesta por el apelativo que acaba de mencionar y él me suplica que lo deje tratarme así; finalmente acepto y nos acercamos a nuestros nuevos amigos para despedirnos. Intercambiamos números teléfonicos y aceptamos la invitación de Clarisse para cenar el día domingo en su casa. Luego caminamos de la mano, despacio y sonriendo todo el tiempo, por las calles pintoresca de la Antigua Guatemala. Dave esta interesado por la historia de éste hermoso lugar y constantemente interrumpe mis relatos para hacer nuevas preguntas. -Si no dejas de interrumpirme, no te contaré nada más-. Me observa como un niño regañado y hace un gesto prometiendo que se quedará en silencio, hasta que llegamos a casa.
-Hemos llegado cariño-. Corre hacia la cocina. -Quiero hacer un brindis por nuestro amor-. Toma unas copas y las coloca sobre la mesa de la sala. Le sonrío. -Me parece espléndido, pero nunca bebo licor, ¿te parece si brindamos con una taza de café?-. Besa mi frente, sonríe y me susurra al oido. -Amo eso de tí, eres única, está bien, preparemos café-. Asiento y me dirijo a la cocina a preparar 2 tazas de café. De repente me abraza por la espalda y besa mi cuello. -¿Te recuerdas del accidente en la cocina en el apartamento de Waleska?- -Ajá!!! pero en ese momento no quisiste creer que habia sido un accidente-. -Necesitaba una excusa para besarte-.Su voz suena provocadora. Me gira despacio y quedo frente a él, observando su hermosa mirada - Pero ahora no necesito ningún otro pretexto, más que expresarte que me gustas mucho, que me encantas-. Instala pequeños besos alrededor de mi boca, para luego sumergir lentamente su lengua en lo profundo de mi boca. Las caricias son cada vez mas intensas y los besos más exigentes. -Espera Dave-. Me observa confuso. -Quiero que vayamos despacio, paso a paso, porfavor-. Lo piensa por unos segudos y luego asiente -Esta bien, así lo haremos, ahora a brindar!!!-. Nos sentamos en el sofá y con una aromática y sabrosa taza de café hervido brindamos entre risas, por esta nueva relación que estamos iniciando.
Durante una hora más, estuvimos recostados en el sofá, conversando de nuestras vidas y de lo diferentes que han sido, de mis proyectos y de los suyos. Finalmente escuchamos el sonido del timbre de la puerta. Dave grita -El batallón a vuelto!!!- Le doy un suave pellizco en el brazo, finjo estar molesta y luego corro hacia la puerta. -Mami, ya están de regreso, la hemos pasado de lujo!!!!- Mis hijos no paran de hablar y de contarme todo lo que vivieron durante su paseo. -¿Muy feo si nos dejan pasar?- Wale se dirige a los niños y trata de encaminarse hacia adentro de la casa -¿Este batallón es un revoltoso sabías?- -Mi amigo, cada vez me sorprendes más, te estás convirtiendo en un legítimo chapín, con todas esas frases-. Ambos sonríen y yo empiezo el relato de Dave bailando marimba, en el centro del parque de la ciudad. Waleska y Patrick hacen todo tipo de comentarios jocosos; la velada es cada vez más agradable. Después de un largo rato, los chicos interrumpen nuestra conversación para indicarnos que ya ha llegado la hora de cenar. Waleska y yo nos dirigimos a la cocina. -Ahora sí, ¿dime que pasó?, no soporto esta incertidumbre!!!- -shhhhh, baja un poco la voz-. -Entonces díme, y hazlo rápido-. -Tranquila hombre!!!-. Me tomo unos segundos y aprovecho a disfrutar el rostro de Waleska con sus ojos abiertos como platos. -Lo vamos a intentar-. -Yes, yes!!!-. Sonríe escandalosamente y ambas nos ganamos miradas de sorpresa de Patrick y Dave que se encuentran conversando en la sala.
-Baja la voz, pa-re-ces- una adoles-cen-te- La tomo del brazo y trato de llevarla a un lugar más alejado. -Está bien, está bien, lo tomaré con calma, pero cuentámelo todo-. Cuando Waleska ya se encuentra un poco más tranquila por la noticia, regresamos a la cocina, le relato lo sucedido y comenzamos con la preparación de la cena. Hemos decidido elaborar unas enchiladas de frijol y aguacate; dobladas de pollo, plátanos horneados y atolillo-.
-Dave, si seguimos comiendo de esta manera, pronto rodaremos como llantas de tractor-. Todos reímos sentados alrededor de la mesa con los platillos que hemos preparado, a punto de empezar a disfrutarlos. Patrick besa la mano de su esposa con mucha ternura. -Eres hermosa, inteligente y una estupenda cocinera, soy el hombre más dichoso del mundo-. Ambos denotan en la mirada el amor que uno tiene por el otro. -Ya basta chicos, dejénlo para mas tarde, que ya tengo hambre y se me hace agua la boca-. Mi hija sale en defensa de los esposos. -Déjalos mami, se escuchan tan dulces!!!. Cuando yo me case, quiero que mi esposo también me diga palabras bonitas-. Mi hija suspira y todos sonreímos ante su comentario.
Editado: 24.04.2019