UNA NOCHE MÁGICA

CAROL

Debo confesar que me siento muy mareada, hoy he comido y bebido como jamás lo habia hecho, debe ser aproximadamente la una de la mañana y estoy luchando por no dormirme en la silla, los invitados que estaban conmigo en la misma mesa ya se han ido.

No he traido vehículo a la boda y aunque hubiese sido así, tampoco hubiera conducido en este estado hacia el apartamento de Wale, venimos todos en la limusina contratada para que se trasladara la novia y su familia. 

Cada vez aumentan más mis deseos por  irme a descansar y me da mucha pena interrumpir a la feliz pareja que aún baila en la pista con todos sus familiares, sin embargo cada vez tengo menos fuerzas para pensar o para moverme, me urge ir al baño, ya que empiezo a sentir los efectos de haber comido y bebido tanto. Finalmente decido en que me quedaré en una habitación del hotel que se encuentra enfrente de este salón de eventos; caminaré hasta allí y luego enviaré un mensaje a Wale para que no se preocupe por mí.  Dave está muy preocupado; me imagino que es por la cara que tengo y me ha dicho que él me ayudará a regresar al apartamento, no se ha quitado de mi lado ni un solo momento, pero no confio aún en él, por lo que haré esto sola.

Para quitarmelo de encima le digo que iré al tocador, luego tengo que pensar en como salir sin que me observen. Ya estoy en la puerta del salón y creo que nadie me ha visto, con dificultad camino hacia el hotel; cada vez veo mas nublado y empiezo a sentir muchos deseos de vomitar; ahora recuerdo porqué siempre me he negado a beber, ésto es lo que he querido evitar por años y sin embargo hoy he caído; recuerdo las palabras sabias de mi madre; "al que al cielo escupe, a la cara le cae".  De repente siento un terrible dolor, como una punzada en mi tobillo, el tacón de mi zapato se ha sumergido en "saber que" y estuve a punto de caer, el dolor es cada vez mas intenso, como el dolor de cabeza que acaba de empezar. Comienzo a pelear conmigo mismo, desde niña me he negado a maldecir por ningún motivo, pero hoy merezco una buena regañina por irresponsable conmigo misma.. 

Aún me quedan un par de pasos para llegar al Lobby, tengo dificultad para caminar y empiezo a  pierder completamente las fuerzas en mi cuerpo, ya no puedo contener mis deseos de vomitar; solo siento unas manos que me detienen para no caer y todo queda completamente en la oscuridad.