Sexto Capítulo

Respuesta

14 de enero, 2018.

Elizabeth

No me lo puedo creer, Dan, mi mejor amigo, había llegado a mi casa hace unos minutos y ahora estaba llorando en los brazos de Elliot. Últimamente he estado llorando en sus brazos. Es que se siente tan reconfortante abrazarlo. Pero, no me puedo quedar toda la noche abrazándolo, así que me separe de él y recogí todos los regalos, que ciertamente se me hizo difícil, pero con la ayuda de Elliot los lleve a mi habitación.

Salí de inmediato de ella y me dirigí a la habitación mis hermanos, quienes ya estaban en pijamas gracias a Michael.

–Ya se cepillaron los dientes –avisó Michael sonriendo.

–Gracias –le devolví la sonrisa– Ahora a dormir, ya es tarde.

Noah y Alice sin nada que decir se fueron a acostarse y los arrope. Al voltear me encontré con los ojos de Elliot y Michael, es intimidan te que los dos me miren al mismo tiempo.

Ignorado los baje las escaleras, para encontrarme con mis padres y los padres de Elliot, despidiéndose. Y por pura educación yo los fui a despedir también.

Hoy a sido un día muy especial, pero en el cual estoy sin ánimos para estar feliz, no tengo la culpa de encontrarme con mi ex-amiga y con mi ex-novio ayer y tampoco tengo la culpa de que mis tíos y mis primos no pueden estar aquí hoy. No nada fácil para mi este día.

Pero, me acuerde de algo que me tiene tan curiosa desde hace un año y hoy tendré la respuesta. Ese chico en verdad es misterioso, y a mi me encanta el misterio y la aventura. Aventuremos-no en este nuevo misterio.

Entonces comente a rebuscar entre todos los regalos y al final encontré un objeto rectangular forrado con papel periódico y con un lazo de decoración rojo, idéntico al que él tenía cuando me lo entrego, es ahora de descubrir la verdad.

Mientras voy quitando la envoltura, me doy dando cuenta que es un estuche rojo de terciopelo. Finalmente, abro el estuche y me encuentro con una linda pulsera de 5 dijes. Pero lo más curioso es que en la tapa por dentro, hay pegado un papel, en el hay escrito una palabra escrita en cursiva; Escritorio.

Insegura y dudosa, mire mi escritorio, pero en lo que me fije, era en un papel que no había puesto en ese lugar. Con suma curiosidad tome el papel y lo mire por un rato, tratando de descifrar algo que lograría saber si abría el papel. Y con seguridad desdoble el papel escrito.

No quise empezar a escribir esto con un; Querida Elizabeth, por que eso se usa en cartas, y esto no es una carta, es una respuesta.

Todo este tiempo tuve la sospecha de que tu sabias que yo te vigilaba (o como digo yo, me enamoraba), y cuando me abrazaste en el mall, lo confirme. Supe que lo sabías, sabias de mi gran obsesión o adicción ¿Sabes como lo supe? Pues, se que únicamente dos personas saben por medio de ti lo que sucedió con "el innombrable", se que en casos como esos eres fría con las personas que no saben del asunto y con los que no confías. Y eso me alegra, confías en mi ¿Por que confías en mi? No se, pero eso me hace ser feliz.

Pero, sin dar tantos rodeos, tu respuesta llega a ti y no te va a gustar.

No se, no se por que lo hago.

Suspiró sin remedio y echo la cabeza hacia atrás.

–No se por que lo hago, pero cuantas veces más lo haga, más me vuelvo adicto a esto, a observarte –escucho a mis espaldas, y sorprendida volteo a mirar al propietario de esa voz– Hay personas que no saben de lo que se pierden cuando te hacen daño ocasionalmente, y se que te duele que esas personas hayan sido unas de las más cercanas a ti, pero no tienes que llorar por cosas que no valen la pena.

Creo que en estos momentos tengo las intenciones de llorar, pero no lo voy a hacer, solo tengo que demostrar lo fuerte que soy y que no sufro por eso. Repentinamente caigo en brazos de Elliot y el gustoso me abraza lo más fuerte que puede.

–No voy a llorar más, solo por que en realidad si confió en ti y yo tampoco se por que –eso es todo lo que logro decir.

–Bueno, si no vas a llorar, entonces te explico tu regalo –el me mira separándose de mi, asiento y tomó el estuche para sacar la pulsera– Me base en tus pasatiempos, pasiones y lo que te encanta. La nota musical, por que te encanta escuchar música y cantar. La paleta y el pincel, por que te encanta pintar. El libro, por que te enloquece leer. El bolígrafo, por que quieres ser una escritora.

Aun con mi vista en él me decido a agarrar la pulsera, pero cuando dirijo mi vista al objeto, me doy cuenta de un pequeño detalle.

–¿Y por que el binocular? –cuestiono curiosa.

Me mira a los ojos profundamente, siento que lee mis pensamientos, que sabe todo sobre mi, que escudriña cada rincón de mi alma para saber si estoy lista para su respuesta.

–Por que ese es un pasatiempo, una pasión y algo que me encanta a mi –pausa y respira hondo– Puede que suene psicópata, pero, me encanta mirarte. Es algo que nos involucra a ambos y merece estar en esa pulsera. Merece tener un significado para ti.

Me parece que me quede sin aire. Este chico hace que algo en mi se sienta diferente, no se si es por ser misterioso o por como habla.