Los monstruos del vacío

Eran como seres humanos, pero sin su humanidad, parecían aberraciones espantosas con algunos pedazos de cabello, dientes y extremidades, algunos eran como masas que se arrastraban devorando todo a su paso, con muchas bocas y ojos, carnosas y deformes, hasta ahora los humanos solo se habían encontrado con el segundo tipo y los llamaron “los monstruos del vacío” por que no eran ni humanos ni demonios otros los nombraron “Aberraciones” al principio solo fueron apariciones esporádicas, pero esta criatura se había aparecido por tercera vez en un mes.

—¡Destrócenlo! ¡No dejen que los muerda!—gritó el capitán empapado en sudor y sangre, la sangré de sus compañeros.

—¿Cual es el punto débil de esta cosa? ¡Por mas que la cortamos no se muere!—gritaban los soldados con frustración.

—Maldición, esta aberración no parece tener puntos vitales, es…como un humano derretido.—pensó el capitán agitado.

—¡Si la espada no lo mata entonces hagamos explotar!

Y así lo hicieron, fue la única manera de terminar con el, aunque una vez que la criatura explotó, sus restos se movían como gusanos, así que quemaron cada parte restante y solo así acabaron con su enemigo.

—Estén alerta, pidamos refuerzos para duplicar la vigilancia, hagamos patrullajes para que ningún desecho de estos nos vuelva a sorprender.

—¡Si capitan!

Por toda la capital corrió el rumor de que esos seres estaban alimentándose de los vagabundos, así que nadie se atrevía a salir después de que se metiera el sol.

Pero había un valiente quién no tenía miedo de ninguna criatura, se trataba de Eren, el hijo de Reynar y lucia, quién no había podido asistir a la reunión familiar por que aun no terminaba con su misión, no estaba solo, iba acompañado de Bocky y Sasha, que iban como sus mentores.

Eren tenía una yegua que quería mucho y se llamaba Ventisca, era hermosa, su abuelo Alejandro se la había regalado, era la cria de su caballo blanco Eventor, quien tenía muchos años con él y se la obsequió de regalo por haber iniciado su carrera como cazador.

Sasha, Bocky y Eren estaban cabalgando por la capital del reino del sur, habían llegado ahí para descansar de su victoria y hospedarse en alguna posada para pasar la noche.

—¿Que la capital no es un lugar muy concurrido? Debería haber mucha gente caminando en las calles.—externó Bocky extrañado.

—Si, es raro…—añadió Sasha, en fin ¿donde estarán los puestos de comida? Muero de hambre, me comería un caballo si fuese posible, jeje, es broma Barbarin (así se llamaba el caballo Sasha) y este relinchó.

—Yo también tengo hambre…—expresó Bocky con un gran gruñido de tripas.

Eren miraba en dirección hacía el castillo imperial, se preguntaba como estaría su prima Isabela.

—Esta quietud no puede ser buena.—dijo eran con un semblante sereno.—Eres tenía el cabello semi largo, castaño y sus ojos eran azul celeste, era alto y de cuerpo atlético, un joven valeroso y atractivo.

—Vayamos a comer algo y después pensaremos en lo demás ¿quieren que volvamos hacer otra competencia de comida? Pienso patearles el trasero sin piedad jejeje.—los amenazó Sasha con una sonrisa brillante y Bocky sonrió al verla, amaba su sonrisa y su forma de ser, ellos ya eran novios, pero él era muy tímido.

—Vamos, esta vez no pienso perder contra ti jajaja.—le dijo Eres deseoso de vencerla y mientras avanzaban, las personas que andaban en la calle comenz<ron aprestarles atención.

—¡Miren son cazadores! ¡Tiene las marcas en el cuerpo y además tienen toda la finta de guerreros!

—¡Es verdad! ¡Son cazadores!

—Gracias al cielo…estaremos a salvo con ellos.

—¡Viva! ¡Hay cazadores en el reino del sur!

La gente gritaba llena de emoción, para este punto, los cazadores eran muy populares y por sus logros y hazañas en todo el continente habían adquirido gran fama y prestigio, eran respetados y muy populares entre lasa chicas.

—No puede ser….¿ese es Bocky el hibrido?

—¡Si es! ¡Esa debe ser ráfaga infernal! —gritaban emocionados.

—¿Y ese chico quién es?

—No lo sé debe ser nuevo…

La gente comenzó a juntarse y a saludarlos, les daban rosas y regalos, eran unos héroes para el pueblo, pues solo cobraban lo justo.

—Miren nos reconocieron, es increíble.—declaró Eren emocionado.

—Claro que nos reconocen gracias al señor Alejandro nuestro pueblo es respetado, él pavimentó el camino. —dijo Sasha con orgullo.

—Tu estuviste con él en sus inicios, Bocky también, ustedes son parte de esto, solo están cosechando lo que sembraron.

—Tomen esto, es por parte de mi familia, espero disfrutes del pan, tenemos una panadería al final de la calle, pueden comer todo lo que quieran, siempre que pasen por aquí.—les dijo un amable señor y ellos recibieron el pan agradecidos.

—Yo quiero ofrecerles un lugar para comer, mi padre es el dueño y también pueden comer todo lo que quieran.

—¿Ya tienen donde hospedarse?

La gente se desvivía por ellos y quería darles todo a manos llenas, algunos soldados veían de lejos todo el alboroto y estaba celosos.

—¿Alguna vez hicieron algo parecido por nosotros? ¿Si quiera nos han ofrecido un vaso de agua?

—Lo único que he recibido de ellos son pedradas he insultos.

—¿Que tiene de especial esos cazadores? ¿Que nos diferencia de ellos?

—Las marcas tal vez, no creo que sean tan geniales como dicen, mira a ese mutante ¿que es? Un ogro, ¿un jabalí tubo hijos con un humano? Jajaja

—¿Pero ya viste a la belleza que esta con ellos? Es como una diosa guerrera, no me importaría dejarme aplastar la cabeza por ella jejeje.

—¿Que estás diciendo?

—Solo digo que esa castaña es sexy.

Mientras esto pasaba, la princesa Isabela y su caballero Emm por fin habían llegado a la calle donde estaba todas las tiendas de moda de prestigio, Isabela bajó del carruaje con elegancia y estaba lista para vaciarlo todo.

—No te quedes ahí parado, sígueme, tengo muchas cosas por comparar.