Hubo un tiempo donde soñé con este momento, el día en el que pudiera besar sus labios, tocar libremente su hermoso y dorado cabello, era inevitable que mi corazón no brincara de alegría cada vez que escuchaba su nombre, el nerviosismo se apoderaba de mí cuando lo tenía cerca, es verdad que hubo días donde no dejaba de pensar en él, podría decir que fue mi primera ilusión, el príncipe con el que soñaba ser su princesa encantada, él me hizo sentir en el cielo cuando me encontraba en la oscuridad, alegró mis días en los momentos más tristes, fue él quien me cuidó cuando solo recibía desprecios, si, reconozco que quizá en un tiempo lo amé, poco después me fije en su hermano, es extraño que también sintiera atracción por él, pero como el miedo era más grande, no sabía reconocer lo que realmente estaba sintiendo, cada encuentro con el señor de todo era doloroso y humillante, sabia que me odiaba y que no merecía nada de mí, en cambio el príncipe siempre tenía una sonrisa para mí.
Me llevaba a sus jardines y me consideraba su flor más bella, hubiese anhelado que, en el pasado, este beso hubiese sido mi regalo, me duele profundamente el corazón, porque no sé en qué momento mis ojos dejaron de verte, me hubiese encantado esto, de verdad que si, en otro tiempo yo hubiera sido la mujer más feliz de todas, porque si, yo quise ser tuya, aunque no lo admitía.
Pero llegó él…y se que es muy malo… estoy consiente de que tú eres mejor, quizás jamás romperás mi corazón, puede que nunca que hagas llorar y libremente puedas decir que me amas, pero ¿Quién puede contradecir a su corazón? ¿Quién puede negarse ante lo que siente? Mi hermoso príncipe, nadie mejor que tu sabe eso, puedo ver en tus ojos el deseo irresistible que te hace ser impulsivo, lo sé, se como se siente, no puedes controlarte, pero yo debo ayudarte a romper cualquier esperanza respecto a un nosotros, por que te sigo amando… pero no tanto como a él…te amo lo suficiente como para no darte falsas esperanzas.
Emir seguía aferrado a ella, ya había dado ese primer paso y no pensaba retroceder, estaba decidido a confesarle a Lía sus sentimientos.
—Te esperé…anhelaba tu regreso, no hubo día en el que no extrañara tu ausencia, sin ti, el castillo solo era un montón de paredes frías, no pensaba en nada más que en volver a ver tus bellos ojos. —Emir volvió a besarla, pero ella se apartó, tenía lágrimas en los ojos y esto desconcertó a Emir, pero no pensaba retractarse.
—Por favor…no haga esto. —expresó Lía con dolor en su pecho.
—Te amo, estoy enamorado de ti, creo que siempre lo estuve, lamento no haber tenido la valentía de decírtelo antes.
—No haga esto más dificil, se lo suplico.
—Es la verdad, eres la única mujer en la que pienso y la única con la que quiero estar, no estoy jugando contigo, mis palabras son sinceras y te hablo desde lo profundo de mi corazón.
Emir sintió pena al ver que Lía se alejaba, trataba de guardar su distancia.
—Yo también lo amo, más de lo que dicen las palabras, pero es un amor fraternal lo que siento por usted, le daría mi vida sin dudarlo y solo quiero su felicidad, pero esa felicidad no esta conmigo mi príncipe, valoro sus sentimientos y le agradezco por decirme todo esto, pero…
—No lo digas…si me dices que amas a alguien más no podré soportarlo. —expresó Emir con tristeza.
—Yo debo ser honesta con usted, me he enamorado de su hermano, no puedo darle una razón de porque lo hice, solo sé que sucedió y ahora es él quien ocupa mi mente y cada rincón de mi ser yo… —Emir la interrumpió con su voz entre cortada.
—Si tan solo te lo hubiese confesado antes…si hubiese sido más valiente, si me hubiesen importado menos lo que otros pensaran, entonces…quizás sería yo para toda la vida.
—No, no es su culpa, ha sido tan bueno conmigo, tan considerado, si usted no me hubiese brindado tanta alegría, no hubiese soportado tanto sufrimiento, deseo su felicidad más que cualquier cosa en el mundo, por favor míreme con otros ojos.
—Tienes razón en todo, especialmente en que yo jamás te haría llorar, nunca te trataría mal, en cambio él…. ¿Por qué te has enamorado de ese perverso? Después de todo lo que te ha hecho ¿Cómo puedes amarlo? ¡te hará llorar! ¡te verá solo como su diversión! Mi hermano no conoce el amor, no es capaz de sentirlo, Lía, el rey es malvado, es peligroso, serás como una flor en sus manos y después te marchitará, no soportaría ver que su maldad terminará destruyendo tu corazón.
—No lo hará…se que puede parecer cruel y sin sentimientos, pero en el fondo…
—En el fondo sigue siendo el mismo rey devastador, el mismo tirano cruel que por donde pasa deja ruinas y destrucción.
—Por favor ya no me diga nada de esto. —externó Lía con tristeza y añadió. — no quiero que piense que dejaré de amarlo, le ruego que desista de sus sentimientos por mí, no puedo verlo más que aun hermano, no quiero que sufra por mí.
—Es tarde para eso. —Emir salió de ahí dejando a Lía dolida.
—Lo siento…lamento romper su corazón de esa forma, mi querido Emir…estoy segura de que algún día alguien lo amara mejor que yo.
Esa noche era helada, Emir se agarró el pecho y se lamentó profundamente, en el fondo de su alma, tenía una leve esperanza de ser correspondido, saber que su amada ya se había decidido por su hermano hizo que se fracturara su corazón, no entendía porque una mujer tan noble y de buen corazón se había enamorado de una criatura sin alma como Valeska.
—Tu no sabes amar, no encuentras placer en una sola hembra, una vez que te canses de ella la desecharas, ojalá ella no hubiese puesto los ojos en ti hermano.
Emir se fue derrotado, tenía ganas de embriagarse y así lo hizo, bebió tanto que apenas si podía ponerse de pie, sus ojos tenían rastro de haber llorado, el hermoso príncipe tenía el corazón roto.
—El príncipe quiere más vino, tráiganle más botellas y una copa limpia. —dijo uno de los mayordomos que lo atendían.
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Editado: 11.03.2024