—Bien alumnos, deberán hacer equipos de dos de acuerdo a mi decisión, primero Damián y Carla, Brandon y Harol, Gustavo y Grace... Y por último Danitza y Bryan.
—Profesor no es justo, quería hacer con Yeltsin.
—El está en su casa con órdenes médicas, ya tengo algo reservado para el.
—Pero...
—Así quedan los grupos de hoy, buena suerte.
Al terminar la clase del profesor Gonzalo, tuvimos que reunirnos esa misma tarde para terminar el proyecto. Estaba algo nervioso, porque nunca había invitado a una chica a mi casa.
Fui a buscarle a su casa para llevarle, me abrió una señora con pelo negro, ojos café y una estatura igual a mi.
—¿Si?
—Buenas tardes, ¿Se encuentra Danitza?
Me miró con una cara de asombro y me preguntó.
—¿Cuál es tu nombre jovencito?
—Mi nombre es Bryan Dylan Torres Méndez, soy compañero de Danitza. Tenemos un trabajo de grupo y me dijo para recogerla, ¿se encuentra en casa?
Su reacción cuando dije mi nombre, fue de sorpresa y cuando prosiguió a llamar a Danitza, se notó algo preocupada.
Danitza al bajar, pude ver que se había maquillado un poco, no le di importancia, también salió con una pequeña perrita, que se hizo amiga rápidamente de Maylo, así que decidimos partir hacia nuestro destino. Durante el camino, no me salían las palabras como siempre, así que ella, como todas las veces en la que nos encontramos, rompió el hielo.
—¿Sabías que tu papá se conocía con mi mamá?
—de hecho no.
Prosiguió a contarme la historia de los dos, me pareció una locura que ella sea la chica, que tanto daño le hizo a mi padre.
—Y... ¿Qué opinas?
—Pues si me contó de ella, sabes deberían ser un poco más como tu y yo.
—¿Cómo así?
—la verdad no se que siento por ti.
—El sentimiento es mutuo
—pero no le doy importancia y decido hacer mis cosas, como tu lo haces también.
—Si, pero ella está muy arrepentida, no crees que...
—se lo que piensas y es una muy mala idea, mi padre la odia con toda su alma. Todavía no supera que su culpa, el perdió a su mejor amigo de toda la vida.
—¿Acaso crees que fue fácil para mí madre estar con mi papá, sabiendo que es el mejor amigo de tu papá?
—Ella lo engaño cuando estaba con mi papá y tu papá a la vez, ¿acaso ella no te contó que mi papá la descubrió besándose con tu papá?
—Eso es mentira, ellos habían terminado antes de eso.
—No te contó todo, ¿verdad?
—me contó su versión y le creo.
—Mi papá se había ido un mes a sus abuelos, porque estaban enfermos. El la amaba tanto que ni bien se despidió de ellos fue a buscarla, faltando a su entierro. ¿Pará qué?, si los encontró besándose a los dos.
—No puede ser eso...
—Mira, mejor no carguemos con los sentimientos de nuestros padres. Que también terminaremos en la disputa de ambos.
—está bien.
Al llegar a casa, mi madre nos recibió con un fuerte abrazo a los dos.
—Así que eres la chica de la que tanto habla mi hijo. Mucho gusto mi nombre es Paola Méndez, pero me puedes decir Pao.
Ambas se cayeron muy bien al instante, pero mi preocupación viene porque mi padre no vuelva rápido de su trabajo.
Al casi terminar el trabajo asignado, nos dimos cuenta que nos faltaba el resumen que ella había hecho, así que llamó a su madre para que se lo trajera.
Ella accedió y vino hacía acá, mientras mi mamá la estaba esperando con un lonche especial que ella hace para todos los invitados que cualquiera de los tres traiga a la casa.
—Así que viene tu mamá, hay por fin le podre conocer a mi futura consuegra.
—no creo que esté muy emocionada de venir acá.
—¿por qué dice eso?
—Estabas en alta voz.
—Hay, verdad.
Al terminar esa conversación, mi padre llegó a casa, al ver a Kriss, se notó lo incómodo que estaba. Parece que la conocía, así que para no molestarlo, decidí no contarle nada de qué su ex iba a venir acá.
Pasaron los minutos y el ambiente se ponía más tenso en la sala, hasta que mi madre hizo la siguiente pregunta.
—¿Tu madre como se llama?
—Destiny Méndez.
Al escuchar aquel nombre, mi madre se incomodo, ya que sabía lo que ese nombre significaba al venir acá.
—Hace tiempo que no veía a mi exmejor amiga.
—¿La conoce?
—Estuvimos en la misma universidad, eramos mejores amigas, hasta que decidió meterse con Gustavo.
—creo que mejor me voy.
—Si, no quiero incomodar a mi esposo.
—gracias por la cena.
Al levantarse y dirigirse a la puerta, llegó la madre de Kriss. El ambiente se puso tenso cuando llegó, mi madre la invitó a pasar, así que supe que esto iba a durar mucho tiempo.
Conversaron y conversaron, en ocasiones una lloraba y la otra gritaba, era una guerra sin cuartel. Kriss quería que su madre se fuera, yo igual, así que al intentar ir a sacarlas de ahí. Vimos algo que nunca pensamos que pasaría, mi padre estaba ahí, parecía que querían arreglar las cosas. Cuando nos acercamos, oímos la siguiente conversación.
—Lárgate antes de empeorar las cosas.
—Pero...
—Solo lárgate y no vuelvas.
Al escuchar esas palabras provenientes de mi padre, supe que no podía iniciar una amistad con Kriss, así que la miré con un poco de tristeza, ya que ella veía como su madre era votada de una casa. Parecía ser la primera vez, así que no dije nada y me limité a decirle que se cuide.
Al irse ambas, noté como mis padres, todavía no superaban ese daño, así que no dije nada y me fui a dormir.
Al acostarme, no pude evitar notar que el sentimiento que sentía hacía Kriss, era de que me parecía algo cercana a mí, como si la conociera.
Por eso Kriss se me hace una chica especial, no se si sentirá lo mismo, pero quiero creer que en algún momento, lograremos amistar a nuestras familias.
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Así termina este miniarco de tres capítulos.
Editado: 31.10.2023