Aunque Jin sabía que ella tenía entrevista hasta el martes, no quería que ella se marchará tan tarde en domingo y con lluvia, pero no se atrevía a pedirle que se quedara ya que estaría abusando de los sentimientos que acababa de descubrir, desgraciadamente si no se lo pedía no tendría la oportunidad de explorarlos y definir su situación para con ella.
Toda la situación era un desastre pensó, sintiendo esa confusión entro a la cocina.
-¿Quieres ir a ponerte algo seco? - preguntó Jin cuando noto que se habían mojado cuando salieron del garaje para entrar a la casa.
-La verdad es que debería marcharme ya-
-Suk esta lloviendo, y mucho- dijo esto poniendo énfasis en "mucho" para que se diera cuenta que se preocupaba por ella - quedate a cenar y espera a que se calme un poco -.
Jin contuvo una queja de tristeza, solo quería abrazarla y pedirle que se quedara, pero por otro lado pensaba que no podía pedirle una cosa así después de solo dos días de convivir con ella.
-De acuerdo me quedó a cenar-
Jin suspiro aliviado
-¡Genial!, ¿Qué quieres cenar?, yo cocino-
-¿De verdad? -
-Claro se hacer lo que pidas, mi especialidad las comidas congeladas -
Ella lo miro con seriedad - creo que comería mejor en un puesto de comida chatarra -
Jin soltó una carcajada - es broma, ya veras preparare algo delicioso -.
Suk se fue a cambiar y cuando regresó a la cocina ya tenía lista la cena, se sorprendió de la variedad de platillos que este había preparado -¿ te quedaras ahí parada solo admirando o vendrás a sentarte? - dijo Jin mientras retiraba una silla para que ella se sentara.
Mientras cenaban platicaron de cosas triviales, cuando terminaron ambos levantaron todo y lavaron los platos, más tarde estaban en el salón tenían una taza de café y hablaban sobre su época de estudiantes y de sus primeros empleos, Jin se dio cuenta que ella no se marcharía esa noche ya que se encontraba acurrucada en el sofá.
-Jin, estaba pensando que ya que mi entrevista es hasta el martes por la tarde podría quedarme un día más y así podríamos terminar de revisar los historiales que te llevé Tae-
-Es una estupenda idea-
-Después de eso podrías llevarme al aeropuerto para tomar mi vuelo -
-Esta bien es lo menos que puedo hacer-
Jin no se percató en que momento se sentó junto a Suk, ni mucho menos en que momento se acerco tanto a ella, tanto que con sólo inclinar su cabeza podría volver a tocar sus labios. Cuando vio que Suk alzó la mirada supo que ella estaba esperando que lo hiciera, y así fue, Jin terminó con los pocos centímetros que separaban sus labios y volvió a perderse en el sabor de estos.