Mi arrogante volador redimido

CAPITULO 13

 

 

            Dos horas después de haber llegado “Clainfields”, Sonia salió sin un vestido en sí pero con la promesa de la diseñadora Vera Wang de hacerle su vestido, lo que si compraron fue la pequeña tiara que le gusto para llevar en su boda. Como ya era poco más de medio día, fueron a una tienda de ropa para infantes y compraron un bonito conjunto en color marfil para Daniel, así como zapatos.

-querida, aun no tenemos los zapatos para tu vestido y aquí están los mejores diseñadores de calzado, deseas ver algunos? – pregunto el tío

-pues sí, ya que estamos aquí.

 

            Siguieron caminando por la quinta avenida, cuando se toparon con la joyería, así que entraron, el tío compro el broche que le había justado, y como el seria el padrino de anillos, hizo a Sonia escoger las alianzas  para la boda, y mientras esta estaba distraída viendo las alianzas, Brett le compro su regalo, un aderezo de diamantes que hacia juego perfecto con el broche que comprara el tío George. El aderezo consistía en aretes, brazalete y collar, así como en un bello anillo en forma de rosa.

-Brett, podrías venía a medite la alianza, debe quedarte bien. – le pidió Sonia a lo que el acudió y se midió la alianza, vio que tendrían que ajuntar un poco la de ella, y en secreto le pidió que ajustaran el anillo del aderezo a la misma medida.

-las alianzas que escogiste son muy bonitas, sencillas y elegantes.

-lo se amor, me agrada que te gusten.

 

            Los cuatro pasaron el día en Nueva York, haciendo compras, y pasaron la noche en un hotel, a la mañana siguiente regresaron a Los Ángeles, para seguir con los preparativos de la boda.

            Se enviaron las invitaciones y se comenzaron a escribir cartas de agradecimiento por los obsequios recibidos, tanto por la boda como por el bautizo de Daniel.

 

            La gente de la prensa en especial los temidos paparazi acampaban fuera de la casa del senador, tratando de captar imágenes de ya fuera de Sonia, de Brett, del Pequeño Daniel o de la pareja juntos, Brett se vio en la necesidad de contratar seguridad extra, dado que una tarde en que todos salieron, al regresar encontraron aun Paparazi en la habitación de Sonia, rebuscando en el vestidor para obtener una imagen el vestido de novia que usaría.

 

            Obviamente el hombre fue capturado por los miembros de seguridad y entregado a la policía de Beverly Hill, y acusado de invasión de propiedad e intento de robo. El asunto fue un escándalo, ya que según los demás paparazi, ellos tenían la obligación de dar la nota debido a la libertad de prensa.

 

            El escándalo se desato cuando el paparazi demando a la pareja por arresto ilegal, lesiones y daño moral, ya que según él era un miembro de la prensa libre y tenía derecho a investigar para informar de la verdad.

 

            Lo que el hombre no se dio cuenta es que Brett no solo había contratado más seguridad para la casa, debido a la cantidad de personas de los medio y demás chismosos paparazi que merodeaban la mansión de su tío, sino que hizo poner cámaras de vigilancia, las cuales captaron al hombre saltando la barda de la mansión, y forzando una cerradura, para poder acceder a la habitación de Sonia, así como a la casa de invitados en donde en esos momentos habitaba Brett, por lo que la demanda del supuesto miembro de la prensa libre fue desestimada.

No así el caso en contra de dicho hombre, dado que los mismos videos confirmaron la entrada ilegal e intento de robo, por lo que se le asigno fecha de juicio para varias semanas después quedando encerrado sin fianza debido a lo que el juez llamo intento de extorción por su parte al demandar por varios millones cuando él era el responsable de lo sucedido.

 

            La nota llego a la prensa, cuyos miembros respetables si bien no apoyaron las acciones de Brett en contra del paparazi, tampoco disculparon el comportamiento del supuesto miembro de la prensa libre, ahora sujeto a juicio, por sus acciones indebidas.

 

            Cuando Sonia viajo a Nueva York para recoger su vestido se llevó una grata sorpresa ya que era un vestido hermoso, muy lejos de lo que tradicionalmente se espera de una novia.

 

 

 

-el vestido es más hermoso de lo que imagine.-

-me alegra que le guste, ha sido un placer hacer este vestido, le recomiendo un peinado alto algo suelto, se verá mucho mejor.

-gracias, seguiré su consejo.

 

            Sonia salió delos talleres de Vera Wang directamente al aeropuerto para regresar a casa a lado de su prometido y de su hijo que la esperaban.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.