Mi arrogante volador redimido

CAPITULO  16

 

 

            Tras su regreso, se incorporaron a sus respectivos trabajos, y aunque los tres trabajaban en la misma oficina, los tres trataban asuntos diferentes, por lo que cuando seis semanas después, en un debate, Sonia se desmayó, Brett tuvo que salir de ahí, pues para él su amada esposa era primero.

-¿Qué tiene doctor, que fue lo que le paso? – pregunto Brett muy nervioso

-nada que no se le quite en siete meses y medio – dijo el doctor sonriendo

-¿Qué? – dijo Brett asombrado, pues no entendía nada.

-pues que tu mujer espera otro hijo, bueno para que lo entiendas mejor, vas a ser padre otra vez. – dijo el médico divertido, ante la cara de asombro de Brett

-Dios mío, era de esperarse- dijo Brett

-¿porque? – pregunto Sonia intrigada

-doctor podría usted explicarle a esta señora, lo que hacen cuatro años de abstinencia; porque cuando la conocí no desee a ninguna otra mujer. – dijo Brett en tono de burla

-conque tenemos a una mujer difícil, no es eso. – dijo el médico sonriendo, por lo que Sonia riendo le respondió.

-pues sí, que le parece, mire lo que pasa cuando me decido. –

 

            Todos pues el Tío George los alcanzo en el consultorio del médico en cuanto pudo, regresaron a la casa, los del partido tendrían que disculparlos pero la felicidad que los embargaba nada mas era para ellos tres, pues el tío George, siempre estaría con ellos.

 

            Daniel al enterarse de que tendría pronto un hermanito o hermanita se puso feliz, y hasta decidió que él bebe debía estar en la habitación a lado de la suya, para así poder jugar con él. También le dijo a su abuelo George como llamaba al senador

-debemos comprarle todo tipo de cosas al bebe Abuelo, pues necesitara muchos juguetes, y debemos pedirle al señor Horton que compre mucha fruta para que la como, yo sé que le gustara como a mí. – Tras escuchar esto tanto el Abuelo George como Horton el mayordomo se rieron, pero tomaron nota, pues sabían que eso era cierto pero que tardaría un par de años en ocurrir.

 

            Conforme avanzaba su embarazo, los cuatro; pues la madre de Brett se les había unido, disfrutaban de todo, del trabajo, de las sesiones, de ir de compras y hasta de organizar cenas un tanto extrañas, para lo estirado de algunos de los invitados, pero que se fueron acostumbrando; ya que todos esperaban las cenas en la casa de los Mc Allwn como era ahora conocida la residencia del Tío George, sin que este se molestara en lo más mínimo lo había aceptado, pues amaba a sus sobrinos y a su pequeño Daniel, y pues ya había decidido que cuando el muriese, todo seria para ellos.

 

            Esa noche, la fiesta era nada menos que hawaiana, todos tenían que ir a la fiesta disfrazados, la única que estaba exenta del disfraz era Sonia, por su embarazo, pero Brett si debía ir disfrazado, por lo que llevaba una falda pegada a sus caderas, el torso desnudo  un collar de flores, al igual que una pulsera de tobillo de las mismas flores, también iba descalzo; Brett se veía imponente.

 

            Como esa noche hacía calor, la cena fue una lunada en la terraza y la alberca, por lo que los invitados debían llevar su traje de baño puesto por si les apetecía tirarse a la alberca.

 

 

           

 

 

 




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