Capítulo 2: Decisiones…
No comprendía muy bien en que momento paso todo esto. En que momento yacía en los brazos de el. En que momento decidí corresponder a esto, solo se que esto de verdad se sentía de maravilla.
- Ahhh…papá – el gemido que emitía de sus labios de verdad era música para mis oídos. Lo más hermoso que pude llegar a escuchar.
Sentí como sus brazos se abrazaban con mucha fuerza a mi cuerpo, mientras continuaba embistiendo en su interior con mucha fuerza. Diablos …es tan deliciosamente estrecho que siento que me podría venir en este instante.
Pero esperen…creo que merecen saber que pasó mucho antes de esto.
Hace algunos momentos...
Solo escuche su voz desde las escaleras, el estaba parado algo lejos de mi mirándome muy intrigado.
-Hola papá, ¿Cómo estuvo el entrenamiento?- con pasos algo firmes se fue acercando hacía mi.
Sentí que los nervios se apoderaban de mi.
Solo me digne en apoyarme en el refrigerador y verlo desde esa distancia, así no podría notar mi nerviosismo. Algo que no logre evitar de la mejor forma.
- Supongo que estuvo bien. – me cruce de brazos.
- Lo dudo tu eres muy bueno en superarte. – se acerco hasta mi. Pero…pero que diablos hace?
Lo mire extrañado hasta que estuvo muy cerca de mi. Ok…¡lo hace propósito el mocoso!
-¿Qué haces Trunks?
-Solo quiero una soda.- me dijo con tranquilidad. Pero note una pequeña sonrisita traviesa. ¿A que juegas Trunks?.
Me hice a un lado para que pudiera abrir el refrigerador, saco su soda, mientras yo me senté en una de las sillas de la cocina y decidí contemplarlo desde esa distancia. Nunca note que ahora tenia su cabello un poco más largo, Bulma siempre le obligaba a cortarse su cabello a penas crecía. Pero ahora incluso le llegaba por debajo de su barbilla y algunos mechones le caían por el rabillo de su ojo izquierdo dándole un toque de chico maduro. Algo que me impresiono y a la vez me fascinó, de hecho todo de el me fascina.
El es perfecto en muchos sentidos, no por nada siento estos sentimientos. Algo, que mi cabeza me dice constantemente que es un error, mi corazón me alienta a decirle las cosas de verdad. Pero da algo de miedo revelar lo que tu corazón dice de verdad, y más si ese corazón es terco y orgullosos.
Me sentí observado por un instante, regresa a la tierra e ignore mis pensamientos. Mire hacia Trunks y este me miraba muy atento a mis movimientos. Eso me desequilibrio un poco.
-¿Qué tanto me miras? – le pregunté algo irritado y un poco nervioso. Espero que ese ultimo no lo halla notado.
- Nada…solo te veo algo distraído.
- ¿¡Yo!? ¡Por favor Trunks deja de especular cosas que no son!
- No son especulaciones mías. Es algo que vengo notando en ti desde hace tiempo. - ¿Qué…dijo?
- Mira Trunks son solo ideas locas tuyas.- no estoy preparado para esto.
Dignamente me intente retirar de la cocina pero…alguien me tomo de mi brazo impidiendo que me fuera.
-¡No escaparas tan fácil papá! – me dijo enfadado mi hijo. Lo mire por su extraña forma de actuar. Me solté de su agarre, no se a lo que juega pero no quiero que continúe o no podre controlarme y lastimarlo es lo que menos deseo.
- Trunks…- solté un suspiro – Es mejor que me dejes ir.
- ¿Por qué Papá? ¡Dime que te pasa! ¡Desde que soy pequeño he notado que me evitas! ¡A veces me ignoras o simplemente te olvidas de mi! ¡Creí que tu faceta de ser un príncipe orgullos había terminado! ¡Pero sigues siendo el mismo Vegeta de siempre! – me escupió todo ese dolor que yo mismo le provoque.
Es verdad…siempre intenté mantener cierta distancia con el, o de lo contrario habría cometido una locura desde hace mucho y eso…jamás me lo iba a perdonar.
Trunks es demasiado especial para mi, creo que el no sabe cuanto me preocupo por el y sus sentimientos. Se de lo que soy capaz de hacer y no quiero lastimarlo.
- Perdóname Trunks…pero es mejor que me dejes ir.- le dije algo apenado y agachando mi cabeza.
- ¡No! ¡No quiero que escapes esta vez! - me empujo contra la pared de la cocina sobresaltándome.
El pusos sus brazos a cada lado de mi, evitando que me escape. Pude verlo mejor y note sus ojos algo húmedos, quería llorar. No…eso no por favor Trunks.
- Porque insistes en alejarte de mí? – me pregunto con su voz quebradiza, a punto de llorar.
No dude mucho y lo tome de sus mejillas con ambas manos para que me mirara directo a mis ojos. Se las acaricie. Nunca me di cuenta, mi distancia y el intento de poner un muro sobre nosotros, para evitar que el notara mis verdaderos sentimientos, lo terminaron lastimando. Como siempre…soy el único que termina lastimando su corazón.
- Trunks…
- No quiero…no quiero que seas así conmigo…te amo papá- me susurro.
Pero…no me amas como yo a ti. No de esa forma. Trunks…por favor déjame ir.
- Trunks…no quiero lastimarte hijo…
- Entonces…no me dejes.- se acerco hasta mi, dejándome perplejo. ¿Qué intenta hacer?.
Rozo hasta estar cerca de mis labios y unió los suyos con los míos en un cálido beso que siempre espera. No me hice esperar y lo estreche entre mis brazos. No me importa lo que pasara luego, al fin estoy probando sus labios, algo que decidí evitar se estaba haciendo realidad.
Me abrazo de mi nuca, profundizando el beso tierno que me brindaba, no daba crédito a lo que pasaba. Pero solo por hoy preferí hacer oídos sordos a todo mis pensamientos y concentrarme en disfrutar de este bello momento.
Su lengua acariciaba la mía, mientras sus manos se perdían entre mi cabello y yo, mientras, no dejaba de acariciar su espalda desesperadamente mientras aún nos besábamos en la soledad de aquella cocina.
Al cabo de unos minutos más, nos separamos mientras un fino hilo de saliva nos unía y de sus labios, que no hace instantes probé, brotaron las palabras que siempre quise oír de el:
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Editado: 01.06.2024