Capitulo 3: Sentimientos...
Región 243
Volaba a toda velocidad por la ciudad. El día era más que bello y perfecto como para perder el tiempo. Y nuestro Sayajin favorito, Son Goku, lo tenia más que claro.
Desde hace varios años tuvo que ocultar todo lo que siempre sintió pero ahora era el momento de decir toda la verdad y dejar de lado esos pensamientos negativos, después de todo lo que el sentía era algo genuino, bello y único. No había nada de malo en amar a alguien. Y más si se trataba de su príncipe Vegeta que lo fue conquistando poco a poco.
Para Goku fue un cambio repentino. Después de su divorcio con Milk, comenzó a ver a Vegeta con otros ojos. Su orgullo ya no era una molestia, más bien le encantaba y sentía que lo hacia más fuerte a su príncipe, ese seño fruncido que constantemente lo veía en su frente ya no le desagradaba, lo encontraba adorable y cada vez que lo llamaba Kakarotto, ya no sentía molestia, ahora le gustaba saber que solo a el le daba ese permiso de llamarlo por aquel nombre Sayajin, con el cual nunca se quiso identificar.
Sabia que seria difícil, iba a confesar sus sentimientos a la persona más terca, orgullosa y testaruda de todo el mundo. Pero Goku sabia que eso iba a valer la pena.
- Después de todo…dudo mucho que me rechace. – se dijo a si mismo para alentarse un poco.
Sin imaginarse con lo que se encontraría.
Corporación Capsula…
Movía sus caderas de arriba abajo, sentía un placer indescriptible en su interior. Sin duda fue una buena idea, dejar de lado el entrenamiento, para “calentar un poco".
Y valla que Vegeta lo disfrutaba...
Trunks movía sus caderas de una forma sensual, saltaba encima del príncipe, sintiendo como ese enorme miembro llegaba a tocar zonas sensibles que lo enloquecían, y eso solo lo excitaba aun más. El Sayajin puro no quería lastimar a su hijo, pero no podía evitar dejarse llevar por sus instintos, Trunks lo volvía loco y punto. Quería volverse loco con esto, hasta ya no poder más.
- ¡Aaah Vegeta! ¡Más rápido!
- ¡Ni si quiera lo pidas! – Vegeta no dudo mucho y, de estar en el suelo frio, pasaron a una cómoda cama en la misma posición.
Subió sus piernas a su hombro para tener más acceso a su entrada, y continuo embistiendo a su hijo de forma frenética y dura. Tal como a Trunks le gustaba. Y no solo le gustaba, lo prendía demasiado, hasta el punto de ser una maquina de gemidos incapaz de controlarse.
- ¡¡Aaaah más más…!! ¡¡Mmm Vegeta!!
- ¡Aaah Trunks! ¡Gime más mi pequeño! -el Sayajin mayor continuo penetrando la estrecha entrada de su hijo, haciéndole vibrar su cuerpo.
Pero su hijo ya estaba llegando a su limite y no soportaría mucho.
- ¡Aaaah Vegeta! -
- ¡Trunks! – después de varias embestidas más, Vegeta se vino en su interior.
Cayeron rendidos en la cama. Vegeta lo beso y su pelilla le correspondió. Se acomodo mejor y se abrazaron protectoramente.
- Te amo Vegeta…te amo demasiado. – le susurro con ternura.
- Y yo a ti mi pequeño. No sabes cuanto.- le confeso con sentimiento el Sayajin.
Por fortuna Bulma no estaba en casa.
Desde hace varios meses que Vegeta y Trunks decidieron llevar su romance a escondidas. No querían lastimar a nadie, pero sabían que tarde o temprano tendrían que revelar sobre su relación. Claramente seria mal visto, pero ellos querían soportar todo con tal de poder estar juntos siempre.
Trunks le acaricio su mejilla a su padre delicadamente.
- Me voy – anunció el pelilila, Vegeta lo tomo más fuerte de su cintura, apegándolo a su cuerpo.
- No te vallas pequeño – le rogo el príncipe. Ocultando su rostro en su cuello aspirando el dulce aroma de su hijo.
- Jeje papá debo irme. Mamá podría venir en algún momento.
- No lo hará. Quédate un momento más.
- Tengo que estudiar papá- se excusó.
- Sabes que eso no es necesario. Serás el presidente de la empresa dentro de unos años. Porque pierdes el tiempo, si ahora podemos aprovecharlo de la mejor manera. – intencionalmente sus manos comenzaron a manosear cada parte del cuerpo del pelilila.
Desde su pecho, hasta su abdomen.
Vegeta quería más de su hijo, solo el sabia como satisfacerlo de verdad. Pero Trunks no iba a ceder tan fácil.
- Papá es enserio- se quejo. Se logro liberar del agarre de su padre y se bajo de la cama, recogiendo su ropa que había quedado esparcida por toda la habitación.
El Sayajin mayor no se opuso, ya luego iba a obtener lo que quería. Así que el también imito la acción de su hijo y se bajo de la cama dispuesto a tomar una ducha para poder relajarse.
Trunks termino de abrochar su camisa y miro de reojo a su padre.
- ¿Estas enfadado? – preguntó discretamente. El Sayajin mayor lo miro.
- No por ahora. Se que en la noche vendrás a buscarme- le dijo con una pisca de picardía, provocando que su hijo se sonrojara.
- Cállate – le dijo avergonzado.
Vegeta estuvo a punto de irse a bañar. Pero sintió que tocaban frenéticamente el timbre de su casa.
- ¿Quién será? – pregunto el pelilila Vegeta se acerco a la video-cámara de la casa. Donde se mostraba la figura de su rival y amigo, Kakarotto.
- Es Kakarotto- informo desganado- Dile que me estoy bañando, y que si quiere me puede esperar en la sala. – le ordeno a su hijo mientras entraba en el baño.
Trunks, algo molesto, obedeció a su padre. Eran amantes pero aún era su papá y debía seguir sus ordenes. Bajo las escaleras y fue directo a abrir la puerta, donde se encontró frente a frente con Goku.
- Hola Señor Goku- saludo neutro el chico. El peli-palmera le sonrió con su típica sonrisa de siempre.
- ¡Hola Trunks! – saludo energético el mayor. El joven Brienfs rodo sus ojos algo fastidiado por verlo. Se hizo a un lado y le dejo pasar a su casa.
Lo guio hasta la sala para que pudiera esperar a su padre. Ya que era algo más que obvio que venia por Vegeta.
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Editado: 01.06.2024