Capítulo 3: Un nuevo comienzo

Después de aquella noche mágica en el café, Juan y yo empezamos a salir juntos con más frecuencia. Cada encuentro era una nueva aventura llena de risas, complicidad y amor.
Pasamos tardes enteras paseando por el parque, cenas románticas a la luz de las velas y escapadas de fin de semana a lugares desconocidos. Descubríamos el mundo juntos, disfrutando de cada momento como si fuera el último.
Nuestra relación era como un cuento de hadas, pero también teníamos nuestros momentos difíciles. Discutíamos, nos enfadábamos y nos reconciliábamos una y otra vez. Pero a pesar de todo, siempre encontrábamos la forma de superar los obstáculos y seguir adelante juntos.
Me di cuenta de que Juan era mucho más que un simple romance de verano. Era el amor de mi vida, mi compañero de aventuras, mi pasión.