Capítulo 11.- La presentación

Ese lunes sería la presentación de las ideas por el staff del Área Creativa para la campaña. Alejandra agradeció ser tan organizada ya que desde el viernes había dejado todo listo. Había preparado su presentación en imágenes. Tenía un slogan y siguiendo los requerimientos del cliente pre diseñó una valla. Un gráfico con la descripción del vídeo propagandístico y una exposición de motivos que justificara cada una de las locaciones que sugería. Solamente tenía que pararse a hablar. Hasta eso había practicado desde días anteriores. El tiempo. Las palabras justas e influyentes. Era muy importante para ella ese concurso. Desde el punto de vista económico y profesional. Apelaba a todo su control mental. Por lo que antes de la reunión hizo unos rápidos ejercicios de meditación en el baño. Repitió sus mantras personales  y se persignó. Claro previamente se tomó dos analgésicos y rezó porque su jefe no mencionara lo ocurrido la noche anterior. Estaba muy apenada. 

Entró y ya estaban todos charlando y comentando que hicieron el fin de semana. Si supieran. Pensó Alejandra. En eso llegó su jefe. Se dejó la barba que apenas se veía como una sombra oscura. Ella supuso era para ocultar el golpe en la cara. Había que ser detallista para notarlo. Así se veía más varonil. Mucho más lindo. Pensó ella. Cómo era posible eso.

 Ah!. Y no se suponía debía enfocarse en su proyecto. Dios!.

Iniciaron. Ella sería la última, por ser la pasante. Que tortura. Espero paciente hasta que llegó su turno. Aclaro su garganta y comenzó lentamente, con voz firme y clara. Modulando su voz. Haciendo hincapié donde debía hacerlo. Sin planificarlo cuando llegó a las locaciones se inspiró y le agregó pasión a su discurso logrando transmitir su mensaje. Se dejó llevar y al terminar todos le aplaudieron emocionados. Alisson la abrazó con lágrimas en los ojos. De manera consensuada fue la idea seleccionada. Leonardo lo anunció.Ya era un hecho.  

Se fue con los compañeros a almorzar cerca de ahí. Leonardo se quedó a dar unos toques al proyecto para enviarlo al señor Kokoi. Después pasaría la tarde con.su madre. Quería conversar sobre Antonella. 

Karla se les unió en el restaurante y le dijo que mañana tenía que acompañar a Leonardo a recibir al sr. Kokoi y llevarlo a almorzar en Palermo. Ella misma hizo la reservación desde hace días. 

-Te digo porque conociéndote como te conozco no te sentirás bien sino llevas un ouffit magnífico. 

-No tengo nada adecuado. Mi ropa ya está desgastada. Voy a desentonar en ese restaurante exclusivo. Y no me da tiempo de  acondicionar un atuendo.

-Mucho drama. Tengo la solución. Vamos a comprar algo con mi tarjeta de crédito y me lo pagas con tu primer sueldo. Ya vas a cumplir tu primer mes. Además está lo que te has ganado con el concurso. 

-Que haría yo sin ti. Amiga. Vales oro. 

-Hablé en la oficina y pedí la tarde. Tu jefe tampoco estará . Así que vámonos querida. Un lindo vestido espera por vos.

Alejandra junto con Karla y Alisson que también se les unió recorrió los centros comerciales visitando tiendas de clase media alta. Entrando en aquellas que a buen precio exhibían lindos vestidos. Tenían que cumplir una misión. Realzar la belleza de Alejandra y que se viera como una mujer empoderada, segura y sofisticada. Una tarea difícil porque las tres tenían gustos distintos. Karla sensual y atrevida, Alejandra recatada y elegante y Alisson bohemia. Un trio muy particular. Alejandra se puso un límite de gastos . Sin embargo no podía negar que estaba emocionada. Era la primera vez desde que llegará a Argentina que podía adquirir una prenda de vestir que no fuese en una tienda de segunda mano.

De repente Alisson señaló una vidriera. Un fabuloso vertido amarillo pálido resaltaba en una vidriera. A Karla le fascinó su corte y estilo clásico y elegante. Alejandra dudó por el color pero reconoció era muy bonito. A regañadientes se lo probó. Le quedaba perfecto. Como si lo hubiesen hecho para lucirlo ella. Resaltaba su piel dorada y sus ojos verdes. Al final entre las dos la convencieron,  estaba dentro del presupuesto y terminó comprándolo. Completó el atuendo con unas sandalias de tacón alto pero cómodas. Y unas pinzas de metal con unas perlitas para su cabello