Mi Bollito.

XXIV.

Han pasado 5 días, hoy es Sábado y ya solo falta un día para qué vuelva a la escuela, en todo este tiempo he mejorado mí comportamiento, y mis padres no hacen más que halagarlo, se siente bien ser amable.

También en todos estos días Romina ha venido a visitarme, y jugamos algún videojuego o comemos o sólo platicamos y cómo es su costumbre se ha ganado a mis padres, se lleva muy bien con ellos, y mí madre no para de decirme qué ella es una gran chica y amiga y que ya la adora. Ariadna por su parte se lleva igual de bien con ella, Romina la ayuda con su tarea y juega con ella, se han hecho buenas amigas al punto de que yo sienta un poco de celos, pero lo olvidó rápido pues se que ella es amable con mí hermana y se qué le ha tomado cariño.

-Kiara, saca los panques del horno cuándo estén listos, por favor, iré a prepararme para salir con los padres de Romina.

-Esta bien mamá yo lo hago, le respondo.

Cuándo suena la campana del horno, saco los panques de chocolate, y si como han visto mis padres saldrán con los de Romina, ellos se llevan muy bien, y han acordado que pasaríamos la noche en casa de Romina, una especie de pijamada, me emociona esa idea porqué en realidad sólo he estado en casa de Romina una sola vez, ya que los trabajos de la escuela los hacemos siempre en mí casa, como sea, Ariadna se emocionó pues verá a Susy, la hermana de Romina, y ambas nos encontramos preparando ropa adecuada para pasar la noche y también algunos juegos para divertirnos en la noche.

Cuándo terminó de llenar mi pequeño bolso de ropa, me doy cuenta de qué me hace falta mí bufanda y recuerdo que mi mamá la tomo, así que voy a su habitación a pedirsela.

-Mamá, ¿Puedo pasar?, le pregunto timidamente (desde un tiempo aquí me he vuelto demasiado amable, definitivamente es Romina la que me pega su rareza).

-Claro hija, entra, responde mí madre al otro lado.

-Mamá ¿Tú tienes mi bufanda roja con flores?, le pregunto.

-No lo sé querida revisa mi armario, me responde.

Así lo hago pero no la encuentro y comienzo a estresarme, y le digo, -Por favor Mamá ¿Dónde la has dejado? Esa bufanda es mi favorita y sabes qué le tengo cariño a esa bufanda.

Ella me mira asombrada y me abraza, es extraño su gesto conmigo y le pregunto, -¿Qué pasa mamá?

-¿Desde cuándo eres tú tan amable y linda?, dice mi madre.

-Siempre he sido linda y la amabilidad es un estilo de vida que me gusta, le respondo.

-Hija, tú amistad con Romina te hace bien, ella y tú se llevan tan bien ¿Es tú mejor amiga?, dice mi madre.

-Es mi amiga, pero no sé si mi mejor amiga mamá, le respondo.

-Hija, yo lo qué veo, es qué se llevan muy bien, ahora Kiara portate bien y cuida a tú hermana, diviertanse las amo, Te amo Kiara, me da un beso en la mejilla y continúa arreglando su maquillaje.

Salgo de la habitación y me dirijo a la de Ariadna y la puerta esta abierta, -Hola, ¿Puedo pasar Ari?, le digo.

-Entra hermana, ¿Qué pasa?, me dice mientras guarda unas muñecas en su mochila.

-¿Tú has visto mi bufanda favorita?, le pregunto.

Se queda pensativa un momento, y dice, -Claro, Mamá la tenía pero la olvido en la sala, yo la tome y la he lavado, está colgada en mi armario, tomala. Así lo hago y le digo, -Gracias Ari, Te adoro.

-De nada hermana,  Oye ¿Ya tienes un respuesta a mí pregunta?, dice Ariadna.

-No, aún no hermana, te veo en un momento y salgo de la habitación.

Y no aún no tengo una respuesta a su pregunta, pasan 10 minutos y mis padres piden que bajemos, así lo hacemos y nos dirigimos a la casa de Romina, llegamos ahí algo rápido pues vamos en automóvil.

Tocamos el timbre y abre el señor Thomas, él es muy amable conmigo y la relación con la señora Clara, mejora lentamente, lo saludo y nos hace pasar.

Romina baja corriendo de las escaleras, con su tan típica sonrisa, saluda a mis padres, ella y Ariadna se abrazan y por último me saluda a mi, me da un abrazo y yo se lo correspondo. Al paso de unos minutos nuestros padres se marchan, Susy se lleva a Ariadna a su habitación y comienzan a jugar sus muñecas.

-¿Qué quieres hacer?, pregunta Romina.

-No lo sé, ¿Quieres hablar?, le digo levantando los hombros.

Ella ríe y me dice, -Bien, Kiara hablemos, dice dirigiéndose a la sala y se acomoda en el sillón más grande y se recuesta.

La sigo y me quedo parada observandola, ella vuelve a reir y me dice, -Ven recuestate Kiara, no muerdo. Me río ante su comentario y así lo hago y ya acostada le pregunto, -¿Número de novios?

-Ninguno ¿Y tú?

-Tampoco, he andado con un par de chicos, y sí he salido con otros pares más de chicos y eso pero nada serio, le digo.

-¿Primer beso?, me pregunta.

-Preescolar, con Kevin por accidente, le respondo, ¿Y tú?

-Ninguno Kiara, no soy tan Poliamorosa cómo tú, me dice riéndose.

La miro mal y le digo, -No te creo, ¿Al menos te ha gustado alguien?, le pregunto.

-Si un chico en el parque, solo lo vi una vez y jamás lo he vuelto a ver, me dice.

-¿Y Manuel? ¿No te gusta?, le pregunto.

Me mira sonrojada y me dice, -El es lindo, pero es mí amigo y además no soy su tipo.



#37472 en Novela romántica
#9190 en Joven Adulto

En el texto hay: tristeza, amor amistad humor

Editado: 26.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.