Mi Cálido Secreto

14. Nuestro cómplice.

—¿Cómo que no respira? —se levantó de golpe y le tomó el pulso— no tiene pulso..... está muerto.

 

—Ese bastardo no me dejó golpearlo a gusto —estaba pensando en que cosa harían, eso era asesinato y era obvio que no estaba en los planes.

 

—Si quieres golpéalo un poco más —dijo Kevin mientras se secaba las manos luego de lavarlas.

 

—No tiene gracia hacerlo así —Scott se levantó y se fue a lavar las manos.

 

—¿Ahora que hacemos? —preguntó Carter mientras miraba el cuerpo inerte de Collin.

 

—Váyanse de aquí todos —ordenó Adam y los demás lo observaron sin dar ninguna respuesta— yo me encargaré de todo esto.

 

—Vé a buscar a Michael, siempre es nuestro complice, él ayudará sin problemas....

 

—Oye, no lo metas en esto —dijo Marcus (integrante de la pandilla).

 

—Es cierto, en aquellas ocasiones han sido delitos menores..... Esto es más grave —respondió Kenan (sexto integrante del grupo).

 

—No se preocupen, yo lo resolveré —dijo Adam con  seriedad, después de todo había sido su idea.

 

—Llámanos si necesitas ayuda con algo —dijo Kenan y los demás asintieron.

 

—Bien, les avisaré cuando lo resuelva —los demás salieron del lugar y se fueron.

 

 Adam hizo algunas llamadas; parecía que todo iba a resolverse sin problemas, sin embargo, era necesario tener a alguien con suficiente poder para acelerar el proceso. Al final fue a casa de Michael ya que lo mejor era que supiera de la situación y que le aconsejara que hacer en un caso así, aunque le daba algo de miedo llegar hasta aquella casa sin avisar. Condujo hasta la casa del hombre y para su sorpresa lo dejaron entrar rápidamente.

 

—Michael —saludó Adam al entrar a la casa.

 

—Adam..... pasa por favor —el chico bajó la guardia al ver que el hombre lo había recibido amablemente.

 

—¿Podemos hablar en privado? Es que es un tema algo delicado —un escalofrío recorrió su espalda, pero decidió ignorarlo.

 

—Claro, vamos a mi estudio —su esposa lo miró con seriedad y le susurró algo al oído— por aquí, por favor.

 

 Adam lo siguió hasta el estudio donde había pasado la prueba de Michael por primera vez, el hombre entró primero y le hizo señas para que cerrara la puerta, sin embargo, cuando el chico se volteó luego hacerlo recibió un fuerte golpe en el rostro que lo derribó.

 

—Me lo merezco —susurró, pero Michael le dió otros golpes bastante fuertes.

 

—¿Cómo te atreves a volver luego de actuar como una rata asquerosa? —Adam sólo bajó la mirada mientras Michael descargaba su furia en él— ¿sabes lo qué hiciste? ¡Debería matarte, bastardo!.

 

—Yo no quería irme.....

 

—¡Cierra la boca!, no te he preguntado nada —Michael seguía estando furioso, pero luego de aquel comentario decidió no golpearlo más— ¡Korina, sufrió demasiado por tu culpa! Si no fuera por Collin ella estaría sufriendo por tu abandono.....

 

—Se equivoca; Collin la maltrata —por su expresión de Michael era obvio que ignoraba la situación— me encontré con Korina hace unos días en el cementerio y ví que tenía moretones, estoy seguro de que Collin la golpea desde hace mucho tiempo.

 

—Eso es imposible, ella nunca dejaría que alguien le pusiera una mano encima..... Ella me lo habría dicho enseguida —era algo que parecía ser imposible, pero sabía que Adam no inventaría algo así.

 

—Puede confirmarlo si vá a esta dirección —le dió una tarjetilla con la dirección en la que se encontraba Korina.

 

—¿Qué hiciste? —preguntó al notar que en las empuñaduras de su camisa había sangre.

 

—La puse en un lugar seguro —dijo mientras se levantaba del suelo.

 

—No me refiero a eso.... me refiero a esto —señaló las manchas de sangre en su camisa.

 

—Le dimos una paliza, pero se nos fue un poco la mano y.......

 

—¿Está muerto? —preguntó mientras buscaba su arma y su chaqueta.

 

—Si..... pero fue un accidente... no queríamos.....

 

—¿Queríamos? ¿Quiénes más participaron? —Michael intuía cuál era la respuesta.

 

—La pandilla de Korina; los contacté......

 

—Vamos a ver a mi pequeña —Adam asintió y salió detrás de él— cariño, prepara la habitación de Korina por favor —le dijo a su esposa mientras tomaba las llaves de su auto.

 

—¿Para qué lleva su arma? —preguntó Adam con algo de tensión en el cuerpo.

 

—Si lo que dices es cierto y ese bastardo se atrevió a tocarla lo mataré si es que sigue vivo —aquella era una respuesta que Adam encontró lógica, pero ellos se habían asegurado varias veces y su pulso había desaparecido, pero no era un buen momento para decirle eso a un hombre armado.

 

 Adam condujo y Michael lo siguió de cerca, primero se detuvieron en la casa de Collin y se aseguraron que de verdad estuviera muerto (y si lo estaba), hizo una llamada en la que les dió la dirección y ordenó que cerraran el caso como un ajuste de cuentas y nada más.

 

—Ahora vamos a buscar a Korina —dijo Michael, sabía que para que la pandilla de su sobrina interviniera y lo dejaran en el estado en el que estaba, las palabras de Adam debían ser ciertas.

 

 Unos minutos después estaban en la propiedad de Adam donde Korina estaba escondida junto con Molly, a Michael le sudaban las manos y su conciencia parecía no estar dispuesta a dejarlo en paz ó a dejar de reprocharle el hecho de no haber notado lo que su angelito había sufrido en manos de Collin.

 

—¿Estás listo? —preguntó Adam al ver la expresión de duda dibujada en el rostro de Michael— estoy seguro de que ella no te guarda rencor.... ella te ama ¿sabes? Te ama tanto que estoy seguro de que no ha dejado de extrañarte ni por un segundo.....

 

—Cierra la boca, intento pensar un poco —su acompañante sabía que solo estaba luchando por contener las lágrimas.



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En el texto hay: amor secreto, venganza adolescente

Editado: 02.11.2021

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