02 de Febrero, 2018
Me encuentro en casa de uno de mis amigos charlando mientras su madre nos ofrece de merendar, seguimos averiguando sobre que hicieron los otros en sus vacaciones y por un momento me doy cuenta que me perdí en mis pensamientos ya que todos los chicos me observan como si fuera una atracción, de esas miradas salieron a colación un montón de ideas sobre que estoy enamorado, a lo cual yo respondí que solo estoy pensando en que ya estamos terminando nuestra vida universitaria y pedí que brindáramos por el poco tiempo que nos quedaba y que debíamos darlo todo en la cancha con lo cual todos estuvimos de acuerdo.
Luego de esa tarde me fui caminando a casa y del lado contrario de la acera vi salir a la chica de en estos días de una casa que no quedaba lejos de la mía, se veía diferente, mas relajada y natural. Pude notar unos cuantos detalles más de ella, tenía en cabello un poco teñido de rosa, llevaba una falda que dejaba al aire sus piernas largas y esbeltas. Solo pude ver eso porque se fue por el camino contrario al que yo llevaba. En fin continúe mi camino, hasta llegar a casa fue que me puse pensativo porque sentía que se me hacía muy familiar y me gustaría averiguar porque, pero ni siquiera se su nombre.
Esa chica es una incógnita para mí.