ALICIA
Abro los ojos rápidamente con la respiración acelerada y con lágrimas en los ojos, había tenido una pesadilla sobre el accidente y revivo los recuerdos del día anterior. De la nada siento como un cuerpo se posiciona a mi lado tomando mi mano
- Ali ¿estás bien? - reconozco esa hermosa voz y hace que más lágrimas salgan, rápidamente me abraza sin lastimarme – tranquila, todo está bien, ¿Qué ocurre? - pregunta mientras continuamos abrazados y soba mi espalda
- Tuve una pesadilla – digo escondiendo mi rostro en su cuello – fue... sobre el accidente – en cuanto lo digo siento como su cuerpo se tensa – fue horrible – digo aun llorando
- No pienses en eso Ali, prometo que a partir de ahora te cuidaré siempre – dice mientras deja un beso en mi frente y cuando trata de separarse me aferro más a él - ahorita vuelvo, necesito ir por el doctor – lentamente lo suelto y me regala una sonrisa antes de salir de la habitación.
Me sorprende como poco a poco Alex fue entrando en mi corazón, volviéndose una parte de mí, nunca antes había sentido tanta atracción y afecto hacia una persona, me asusta un poco y es que literalmente hasta hace poco tiempo él y yo éramos desconocidos que compartían cenas familiares y ¡¡¡BOM!!! Ahora siento la necesidad de estar cerca de él todo el tiempo. Estoy sumergida en mis pensamientos hasta que la puerta es abierta y entra un señor algo mayor seguido por Alex.
- Buenos días Alicia, ¿Cómo te sientes? - indaga el médico
- No me quejo - río un poco – solo que el brazo me duele un poco mucho – todos reímos un poco
- En un momento la enfermera te traerá tu medicación - después de un rápido chequeo y unas palabras más el doctor se retira
- ¿segura que estás bien? - Alex se acomoda en una silla a mi lado
- Estoy bien Alex – digo apretando su mano - ¿dormiste aquí? - pregunto ya que es demasiado temprano y sus ojeras lo delatan
- Tus padres me pidieron que lo hiciera – escuchar eso me desanima un poco – aunque ya había pensado en quedarme – eso me hace sonreír inconscientemente. Luego de unos minutos la enfermera entra y pone algo en mi intravenosa haciendo que una sensación de cansancio comience a apoderarse de mi
- Debería pedir un poco de esto - señalo la intravenosa – durante el periodo de exámenes, literalmente me da un insomnio de los mil demonios – ambos reímos - Alex... - lo llamó sintiendo mis mejillas arder, el me mira esperando a que continúe - ¿puedes...dormir...conmigo? - digo algo nerviosa y el arrepentimiento llega con su silencio – si no quieres est... - me interrumpe
- ¿no te lastimaré? - levanto mi mirada mientras sonrío como una tonta
- Claro que no, solo que te toca el lado izquierdo – digo obviando el hecho de que mi lado derecho está ocupado por los vendajes, asiente algo dudoso y me ayuda a recorrerme. Una vez ambos estamos acostados mis ojos comienzan a pesarme – te quiero – digo antes de cerrar los ojos
- Yo también te quiero enana – es lo último que escucho mientras caigo en los brazos de Morfeo y siento como su cabeza se recarga sobre la mía.
Despierto y me sorprendo al darme cuenta de que me encuentro sobre el pecho de Alex, su respiración calmada me indica que está dormido y con toda la confianza que normalmente no tengo levanto mi rostro y veo la tranquilidad con la que duerme, detallo cada rasgo y concluyo en que el chico a mi lado es perfecto, ante mis ojos es el ser más hermoso que he visto.
- ¿tengo algo en la cara? - pregunta burlón haciéndome sobresaltar
- Me asustaste – digo tratando de desviar el incomodo momento y el sólo se ríe
- Tus padres deben de estar por llegar – dice acomodándose en la camilla para que quedemos frente a frente – ayer fueron a la estación de la policía, resulta que el culpable huyó - eso me hace ponerme algo tensa – no te preocupes, ayer te hice una promesa y no pienso romperla - continúa mientras me abraza sin lastimarme y yo me acomodo como si fuera una niña pequeña
- Gracias Alex, por todo – digo mientras desayunamos, mis padres habían avisado que llegaría un poco más tarde ya que siguen con la policía y los Foster
- No tienes que agradecer nada Ali – dice sonriente – para eso estamos los amigos – no puedo evitar bajar la mirada y pensar en todas las posibles cosas que pudo haber dicho en lugar de mandarme directo a la friendzone, aunque no tiene la culpa, a mí me gusta, pero eso no significa que yo le guste. Mi lado negativo me hace una mala jugada al compararme con todas las chicas que se acercan a él, es decir, no tengo un mal cuerpo y me amo como soy, pero sin duda esos pensamientos no pueden no aparecer.
- Ali ¿estás bien? - el chico a mi lado me saca de ese agujero negro que me consume mentalmente
- Si, solo pensaba en que me voy a atrasar en la escuela – digo sorprendiéndome la naturalidad con la que he mentido – por cierto ¿no vas a ir a la escuela? No tienes que quedarte – digo tranquilamente
- Ayer después de que pasara todo, los directivos decidieron suspender las clases hasta que la investigación concluya, así que no te tienes que preocupar por nada – dice con una sonrisa y hace que me tranquilice
- Que alivio – digo aún desanimada, ahora también se me había ido el apetito
- ¿segura que todo está bien? - vuelve a sacarme de mis pensamientos – luces algo triste
- Todo está bien – miento fingiendo una sonrisa - ¿Cómo te fue en el partido? Con tantas cosas lo había olvidado – digo apenada
- Es entendible, y pues el partido no se acabó porque justo pasó todo esto, así que supongo que lo van a posponer – dice mientras termina de desayunar
- En verdad lo siento – digo bajando mi mirada
- No pidas perdón, no es tu culpa – dice tomando mi mano y dando pequeñas caricias en estas.
Después del mediodía mis padres y los de Alex llegaron. No encontraron al culpable, pero la policía piensa que no fue un accidente, ya que el auto evadió perfectamente las cámaras y agregaron el hecho de que fue en un estacionamiento escolar, dicen que ese tipo de accidentes son muy raros. Los Foster se fueron al poco tiempo y Alex dijo que vendría a visitarme mañana.
Editado: 12.05.2021