Llegó el día

Llegó el día, llegó el momento, armada de fuerzas, con mis propias decisiones.

Te llamó y te digo, fecha, hora y lugar.

Al llegar el día, con dolor pero firmé, te digo se acabó, esto se terminó.

Tú de costumbre te niegas, me dices que no aceptas mi decisión, te enfadas y te vas...

Miras hacía atrás, al mirarme notas que estoy parada en el mismo lugar, que no moví ningún músculo por irte a buscar. Creías que yo iba a ir corriendo atrás tuyo, pidiéndote​ perdón y volver a caer a tu pies, como las anteriores veces. Pero al notar que no sucedió, regresas, corres hacía mi, lloras desconsoladamente, me dices que aceptas tus errores, que todo fue tu culpa, intentas convencerme con tus palabras, diciéndome "voy a cambiar", "si me dejas, yo me muero", "sin tí, no soy nada". Aún así negando todo lo que me dices, terminás ganando, llegamos a un acuerdo, tienes un mes para darte la idea de que ya no hay oportunidades, no va a ver cambios, de que la decisión está tomada. 

Entre ello, las condiciones son, no vernos, no escribirnos, no hablarnos. 

Llorando me dices que no aguantarías, que no puedes, en eso yo te respondo, puedes escribirme si es una urgencia.

Lo aceptas, te acompaño a la parada del colectivo, te vas... Y yo vuelvo a casa, al llegar veo que tengo un mensaje tuyo en el celular. Al notar que no entendiste las condiciones, respondo tu mensaje, escribiendo te las condiciones y diciéndote adiós.

Al día siguiente, sigues sin entender las​ condiciones, públicas en las redes sociales, contando el tiempo que te di, públicas fotos nuestras con frases de amor. Y no notas que para hacer eso ya es tarde, que lo tendrías que haber hecho cuando estábamos juntos. 

Aún así no dejas pasar ni la semana, me escribes, y me sigues escribiendo.

Te respondí, te dije de terminar ésto. Ahora no te gustó, me volviste a pedir perdón, y diciéndome que ahora ni a mitad de mes respetarías mis condiciones.