Amalia
Estaba feliz, por fin lo había logrado estos últimos días sí que fueron duros, pero aquí estaba en mi primer día de clases, mía porque las clases ya habían iniciado hace 1 mes, y gracias a mis recomendaciones de mi antiguo instituto no tuve tantos problemas en iniciar las clases.
Hoy iniciaba mi vida estudiando lo que quería y una de las razones por la cual me aleje de mi hogar, el pueblo en donde vivía era muy bonito y tranquilo y había una universidad, pero no la carrera que yo quería Arquitectura, me encantaba imaginar diseñando casas, edificios, diseñando el que sería mi hogar, no tenía demasiado conocimiento, pero si tenía las ganas de aprender y hasta ahora eso era lo más importante.
La magnífica universidad Harrow era una de las prestigiosas del país, estaba llena de hijos de políticos y empresarios importantes el dinero se podía apreciar hasta en los tachos de basura, avance con una sonrisa en el rostro que no desaparecería ni por las miradas de asco que estaba recibiendo de las chicas, llevaba unos jean negros y una blusa blanca, estaba normal, normal para cualquier persona, pero al parecer para ellas no, las analice disimuladamente todas llevaban ropas de marca “creo” joyas y maquillaje, demostraban sus riquezas según los accesorios que llevaban y la ropa que vestían.
Caminé sin detenerme hasta llegar a la oficina principal ahí recibí el horario de mis clases.
-Dylan ya te dije que no-escuche decir a la secretaria a un chico
-Vamos Rose, solo un ratito- rogo el chico.
-No puedo, pueden descubrirnos -susurro ella, abrí los ojos de la impresión y miles de escenarios se cruzaron en mi cabeza
-Será nuestro secretito además…. -se detuvo al ver que la secretaría ya no lo miraba a él, sino a mí, sus ojos me recorrieron desde la punta de mis pies hasta encontrarse con mis ojos, avancé un poco nerviosa
-Disculpe, pero podía decirme donde está el edificio A
-Esta… -comenzó ella
-No es necesario yo te llevo- asombrada mis ojos fueron a parar a él, tenía una sonrisa en los labios.
-No es necesario
-No hay problema además tengo clases también ahí -dijo tomándome de las manos y despidiéndose de la secretaria, yo solo me deje llevar.
Cuando giramos un pasillo me solté de su agarre y lo mire molesta
-Solo dime donde es
-Mira, lo que viste o escuchaste ahí no es lo crees
-Yo no escuche nada
-No me hagas reír tenías la cara totalmente roja -sentí mis mejillas calientes
-Yo
-Ves ahora estas más roja, pero no importa lo que tu mente pervertida había imagino, solo le pedí que me diera las llaves del laboratorio.
-Oye yo no pensé nada…- Me callé al ver como cruzaba sus brazos
-Y que querías que hiciera, estaban ahí hablando muy cerca y tengo mucha imaginación- me defendí y él se río– ¿y para que querías las esas llaves?
-Para ir a dormir cuando nadie este, por cierto, soy Dylan
-Amalia
-Bonito -susurro, al parecer ya tenía un amigo aquí, uno bastante guapo
Esto se ponía cada vez mejor.