Mi destino eres tú

Capítulo 16 "Sobreviviendo por amor"

Parece que han recibido una llamada importante ya que ambos han salido.

Intento con todas mis fuerzas sacar mis manos de entre la atadura, la han atado con fuerza ya que no lo he logrado a pesar de varios intentos esperando a que la enorme cantidad de crema corporal que usé en la mañana sirva de algo, y en un intento de furia y frustración logro sacar una de ellas, mi corazón late con más fuerza ante la idea de que me vean y entonces sí que estaré más que pérdida. Estúpidamente he comenzado a escuchar una tonada siniestra dentro de mi cabeza haciéndome saber que este será mi final y que en cualquier momento me van a descubrir; en silencio y con rapidez logro desatarme justo en el momento en que uno de ellos se asoma.

-¡Se ha soltado!- grita al otro tipo y corro hacía por las esclareas hasta llegar a las habitaciones cerrando la puerta y poniendo el seguro. -¡Rápido! Trae el arma-.

Busco algo con que atacarles pero de qué va a servirme si ellos tienen cuchillos y armas, llevo la mirada hacia la ventana y corro a abrirla, no creo que muera si salto desde aquí ¿o sí?

Un disparo hace que entre en pánico y salto por la ventana, todo es tan rápido que paso de sentir el frío aire en mi cara a sentir la nieve, la mitad de mi cuerpo duele por el impacto pero parece que no tanto ya que la ropa que tengo puesta es bastante gruesa, perfecta para el frío, me levanto, la adrenalina del momento parece hacer menos doloroso el correr. -¡Rápido!- grita asomándose por la ventana uno de ellos –Ha saltado, vamos por ella- comienzo a adentrarme entre los árboles corriendo lo más rápido que puedo pero el dolor hace que mis piernas flaqueen en momentos, como puedo saco el teléfono marcando el número de Sean.

-¿Estás bien?- pregunta rápidamente con voz desesperada. -¿En dónde estás?-.

-Solo quiero decirte que ha sido un placer conocerte y que estoy tan feliz de que seas ambas personas de las que me enamore- mi voz suena entrecortada debido a que he corrido demasiado pero aunque sé que quizás no salga viva de esto quiero escuchar una vez más su voz, aunque eso no quiere decir que mi muerte sea menos dolorosa pero quizás sea menos patética.

-¿De qué estás hablando? No falta mucho para poder llegar pero dime en donde estas ahora ¡Maldición!- parece molesto pero creo que ahora no tengo un control total de mis palabras, todo en mi mente está en desorden y mientras que una vocecita dice que viviré la otra me dice lo contrario.

-No lo sé, pero solo sé que he corrido hacia la izquierda de la casa después de haber saltado por la ventana del segundo piso-.

-¿Ves algún lugar en el que puedas esconderte?- giro a mi alrededor pero no veo nada, solo hay árboles y nieve. Que irónico, hace unos minutos parecía que los árboles contemplaban nuestro comienzo y ahora contemplarán mi final.

-No- respondo y el miedo en mí ha aumentado de manera rápida y descontrolada. Ahora mismo quiero decirle miles de cosas, pensar en mis amigas, en mi madre y en lo niños que se quedarán sin ayuda si algo me sucede, ¿qué será de esos pequeños?

-Venus, escúchame, no pienso perderte así que mientras llego encuentra algún lugar donde esconderte y prende el GPS de tu teléfono, no falta mucho, solo espera, por favor-.

-No quiero que vengas, te harán daño-.

-¿Olvidas que soy el mejor en el campo de batalla?- el tono de su voz hace que sienta un  golpe enorme en el pecho, parece que está más asustado que yo.

Un disparo se escucha detrás de mí, giro la cabeza hacia atrás rápidamente y son ellos así que continuo corriendo hasta que llego a la orilla, miro hacia abajo y hay un enorme lago congelado, la altura desde aquí quizás sea de unos cuatro metros, ni siquiera puedo controlar mi respiración y siento que mi garganta arde al igual que mi pecho, puedo sentir los latidos de mi corazón palpitar en mi cabeza fuertemente cuando uno de ellos se aferra a mi cuello haciendo que retroceda a la orilla y mis pies resbalen.

-Les daré el doble de lo que les han ofrecido-.

-No lo entiendes, si ella lo descubre nos matará, solo acepta que morirás- añade sonriente. -¿Sabes nadar?- pregunta mientras que parece que el otro revisa el lago desde aquí, espera, quizás planean lanzarme al lago.

-No- miento ante la posibilidad de poder vivir si caigo, aunque parece que es un cuarenta cincuenta.

-Muy bien, entonces ¿Cuánto crees que soporte el agua fría?-.

Ambos parecen felices imaginando quizás verme desde aquí arriba como mi cuerpo cae sobre el hielo y después es consumido por la fría agua.

-No mucho, es frágil, y ya que no sabe nadar…-.

-Por favor no, prefiero algo rápido, no quiero morir así. Un disparo- sé que estoy siendo bastante estúpida suponiendo que hagan lo que pido pero no lo creo ya que personas como ellos no tienen corazón y harán todo lo contrario a lo que pido, o eso espero ya que esto lo hacía en el orfanato cuando quería el juguete de Catherine, fingía que amaba más el que yo tenía, haciendo que me quitara el que tenía y dejando el que deseaba.

-¿Crees que estamos aquí para hacer lo que desees niñita?- sonríe acercando sus labios a mi cuello –Un regalo de la familia- sus palabras hacen que mi plan de llévalo conmigo fracase, me empuja hacia atrás, mis pies resbalan completamente haciendo que caiga en el hielo que en cuestión de segundos se rompe haciendo que caiga dentro, el agua penetra la ropa haciendo que esta llegue a cada parte de mi piel, creo que no pensé demasiado el plan puesto que el agua está totalmente helada. Comienzo a nadar hacia arriba tan rápido como mis congelados brazos me lo permiten con la esperanza de poder salir y saber sobre ese mensaje, “un regalo de la familia” y se referían a la persona que envió a que me asesinaran como una mujer, imagino que con bastante dinero como pagarles a ellos, quizás mi madre, o alguien de mi verdadera familia, cientos de pensamientos pasan por mi mente cuando veo que la luz se hace más cerca conforme trato de subir, me he quedado sin aire y parece que en cualquier momento dejare de aguatar la respiración y el agua entrara por mi boca y nariz haciendo que me quede aquí dentro desesperada en el intento de querer respirar pero no poder, que me rendiré por el frío permaneciente en mi piel y entonces nadie sabrá de mí, ni mis amigas, Macon y Sean.




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