Mi Destino, tu Corazón

Capítulo VEINTINUEVE

- ¿Estás segura que me veo bien?- le pregunto a Radojka mientras observo al espejo la vestimenta que ella eligió. Nos reunimos en mi habitación mientras espera a Dragan- No quiero que piense que es una cita...

- ¡Ni siquiera ha de pensar que es una cita!- el grito exasperado me toma por sorpresa y también hace llorar a Radovan- Solo no se te escape mencionar esa palabra o arruinarás todo- la escucho decir dándome la espalda a toma a mi sobrino- Aunque ella crea que sea una cita o no, tengo la certeza de que no le molesta en lo más mínimo pasar tiempo contigo.

- Ya no tienes remedio Radojka, no todo es lo que piensas.- el pantalón de gabardina rayado en blanco y negro y la remera de algodón marrón fue su gran elección. Ya no se siente tanto el frío invernal pero llevaré algo por si refresca a media tarde- Solo espero sacar algo bueno de todo esto. Aunque no estoy seguro de dar el siguiente paso o no apresurarme.

- Sé tú mismo y con paso del tiempo sabrás lo que puedes hacer.- asiento tomando a Radovan en mis brazos- No trates de esconderte. Para que te tome en cuenta, ábrete a ella y deja fluir lo que tenga que pasar...

Y aquí me encuentro, en el estacionamiento del hotel observando por el espejo retrovisor a Radovan que se ríe jugando con su peluche. Decido estacionar en la salida auxiliar, donde escapamos la última vez. Tomo el teléfono, anunciando donde estoy y a los cinco minutos la veo salir. Desciendo de mi vehículo y al estar a unos centímetros de ella, quedo embobado con su pantalón jean ajustado a sus piernas y una remera manga corta con cuello, pero su mirada me tiene a mal traer... Me pregunto porqué utiliza esos tipos de vestimenta con cuello. Para que la incomodidad no nos invada, me ubico frente a ella y la misma rodea sus brazos en la parte media de mi espalda y su cabeza se acomoda en mi pecho. Espero que no note lo rápido que late mi corazón por su cercanía. Yo solo me atrevo a acariciar su cabello rubio con una mano mientras que la otra hace lo mismo en su espalda.

- Estás hermosa Britt...- se ruboriza ante mi halago hacia ella y sonrío, tomando sus manos y beso sus nudillos- Te prometo que la pasaremos muy bien en Liubliana...- sus ojos que recorría lo que llevo puesto, está en los míos.

- ¿Liubliana? ¿En serio?- asiento y tomo su mano para guiarla al asiento de acompañante y me sonríe cuando cierro la puerta- ¿Conoces la ciudad?

- Jugué en un equipo antes de venir a Cerkno.- me acomodo y pongo en marcha el vehículo- Llevo cinco años viviendo en Eslovenia, en las cuales llevo tres años en esta ciudad.

- Me encanta como mantienes tu perfil bajo.- salimos de la zona del estacionamiento y le sonrío- Todos saben la historia que tienes con Hannah, quien te acompañó todo estos años que llevas de carrera.

- Y que un maldito como Armages me la arrastrara a Alemania con mi pequeño Lex.- suspiro y ella se ríe- Después de quince años, un tipo se robó a mi amiga. Y lo peor de todo es que sus padres se enojaron conmigo cuando quedó embarazada.- lo único bueno que pude sacar de todo eso fue que es hija única y no tenía hermanos sobre protectores, ya que me hacía cargo de espantar cada tipo que se le acercaba con intenciones no deseadas- Lo peor es que la misma Hannah fue quien terminó tras Lex... Él nunca la ignoró desde que la conoció, solo que por estúpido casi la pierde.

Durante gran parte del trayecto a Liubliana le cuento como comenzó nuestra amistad, hasta aquel momento en el que casi frustraba mis sueños de jugar Handball fuera de Bečej porque me obligaba a arrastrarla conmigo. La observaba cada tanto de reojo y ella se mostraba cada vez más sorprendida. Hicimos parada en una gasolinera en los últimos cincuenta kilómetros y ella se tomó la molestia de cargar a Radovan. Observo como mi sobrino aferra sus manitos a la remera de ella y la estira. Trato de desviar la mirada a otro lado sabiendo lo que busca. Antes de pasar vergüenza corro hacia los asientos traseros , tomando el biberón que preparó Radojka y vuelvo rápido y no se incomode. Ahora sus manitos se aferran a la malla de mi reloj y se alimenta. El momento incómodo que pasamos, el playero me anuncia que ya cargó el tanque y le pago.

A pesar de ser la capital del país, no es nada de otro mundo. Tiene muchos lugares turísticos que en Cerkno no, pero aquí podemos pasar por desapercibidos. Estaciono el vehículo en una zona residencial exclusiva, con un gran parque al que pasaba tiempo con Hannah cuando mis tiempos no eran tan limitados. Llevaba años sin venir por este lugar, me hacía recordar mucho el parque de Bečej... La paz que trasmite era algo a la que hacía que mis ganas de mudarme fuesen muy pocas, pero con el paso del tiempo terminé acostumbrándome.

Las manos de Britt tomándome del brazo me quita de mis pensamientos. Giro mi cabeza hacia ella y me sonríe cuando mis ojos se encuentran con los suyos. Suelto un gran suspiro al sentir como su cabeza se apoya en mi hombro y mis manos se aferran fuertemente a carrito de Radovan. Solo el sonido de los pájaros escondidos entre los árboles y algún que otro vehículo es lo que irrumpe la tranquilidad. Nos ubicamos en un banco bajo una gran arboleda mientras giro el carrito y Radovan queda frente a nosotros.

- Es un lugar hermoso.- dice después de soltar un gran suspiro y jugar con las manitos de Radovan- Me gusta mucho este lugar, ya me diste una idea para pasar unos días de descanso...- frunzo el ceño mirando el pasto... ¿Lo hará con ese niño? ¿Una idea para pasar su luna de miel? De solo pensar en que pertenecerá a un hombre que no soy yo me pone con los pelos de punta- Debería recorrer el continente y encontrar más lugares como este.- la observo de reojo que aún mira maravillada del lugar.



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En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

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