Actualización….
A lo lejos escucho la voz de mi Nana quien me llama por mi nombre, mientras me da pequeñas palmaditas en mis mejillas.
De verdad quiero responder pero mi debilidad no me deja, lo único que puedo mantener es abiertos mis ojos aunque poco después termino cerrándolos.
Más tarde…
Despierto y lo primero que escucho son la voz de mi Nana quien se alegra de que haya despertado.
—Mi niña has despertado—ella acaricia mis mejillas—Señora Marina ha despertado.
—Marina, hija ¿Cómo te sientes? —solo siento como mi madre quita las manos de mi Nana para poner las suyas.
—No lo sé solo sé que tengo mucho sueño y debilidad.
—Pues claro porque te la has pasado sin comer, es lógico que te sientas débil, tienes que comer ¿Me escuchaste?
Sé que ante lo que me sucedió debería doblegarme y dejar mi lucha atrás sin embargo eso es algo que no puedo hacer.
Reconozco que fue terrible la manera en la que me sentí tras terminar desmayada pero ni eso me va detener de cumplir mi objetivo.
—Marina no estas para poner condiciones. Comerás y eso es una orden—quita sus manos de mis mejillas.
— ¡No! —me niego rotundamente—No comeré hasta que accedas a que sea independiente a que pueda estudiar y tener una vida como cualquier otra chica de mi edad, hasta ese entonces dejare de luchar y comeré.
—No puedo creerlo ¿Quién te crees? Para ponerme así de nerviosa, es tu salud la que está en riesgo.
—No lo hare mamá—contesto con firmeza.
Es ahí cuando siento como ella me toma de los hombros para presionarlos y acercarse a mí, eso lo sé porque siento su respiración cerca de mi rostro.
—Y yo ya te dije que si—ordena con firmeza.
—Basta Elisa. Creo que Marina tiene razón, asì que dejaremos que estudie y que tenga una vida normal —mi padre interfiere.
—Pero…. —mi mama comenta un poco desconcertada—Tú estás loco, claro que no. Marina no hará eso, le puede pasar algo, no eso no.
—No le pasara nada porque tendrá un guardaespaldas el cual la llevara a todas sus actividades y la cuidara a costa de su vida ¿Estás de acuerdo?
—No. No lo sé me da terror—su voz es temblorosa.
—Mama por favor te prometo que me portare bien y comeré. Te prometo ser la mejor hija pero por favor déjame vivir mi propia vida—le suplico.
Escucho como mi madre suelta un leve suspiro para luego tomar asiento a un lado de mí, tomar mis manos y quedarse en silencio.
Dejo que ella piense por un momento la propuesta de mi padre, solo le ruego a Dios que mi madre recapacite y acceda a que tenga un guardaespaldas el cual me cuide tras hacer mis actividades.
Mientras le suplico a Dios solo me quedo en silencio hasta que mi madre aclara su garganta y opta por hablar.
—Está bien pero tiene que ser un guardaespaldas sumamente capacitado el cual te llevara a todas tus clases y estará pegado a ti la mayor parte del día.
De mi parte solo asiento con la cabeza a la vez que sonrio con emoción.
—Gracias mama, papa, les prometo que lo hare bien. Nana me traes un poco de comida—pestañeo a la vez que sigo sonriendo.
—Claro que si mi hermosa—mi Nana accede con felicidad.
Mi madre solo acaricia mi cabello a la vez que me abraza.
—No sabes lo feliz que me hace saber eso —comenta con felicidad—Por favor Diego ocúpate de buscar un guardaespaldas.
Dos días después…
Aún sigo en casa, pero mi madre se ha ocupado de inscribirme en una escuela de invidentes y aunque aún no han mandado a ningún guardaespaldas de parte de la agencia sigo manteniendo la fe intacta, eso debe ser porque mi madre no ha cambiado de opinión.
Dejo de sonreír para luego seguir bebiendo de ese chocolate batido a la vez que disfruto del aire fresco que hay en este momento.
Narra Daniel…
Recién he llegado de viaje, y aunque estoy feliz de haber cerrado ese trato aún sigo preocupado por Marina.
¿Y si le llamo a la prima? Claro eso es lo que hare. Enseguida saco mi celular para llamar a Amalia quien enseguida me contesta.
—Hola ¿Quién habla? —suena un poco confundida.
—Soy Daniel ¿Me recuerdas? —también sueno confundido debido a su confusión ¿Por qué me habla como si fuera un desconocido?
— ¿Daniel el chico guapo de la cafetería? —ahora suena entusiasmada.
—Ese mismo.
—Sabía que me llamarías, lo que pasa es que se me borro tu número que idiota de mi parte. Me llamas para invitarme a salir ¿Cierto?
Rayos ¿Cómo le digo que solo le llamo para saber de su prima? Eso no sería muy amable de mi parte.
Así que lo único que me queda hacer por esta ocasión es decir que si aunque diré que no del todo.
—Bueno más o menos. Es que también quería saber de Marina ¿Ella como esta?
—Pues me imagino que bien aunque estoy segura de que esta aburrida como siempre, pobre imagínate estar todos los días en la misma casa, sin hacer nada más que esperar que los días pasen, pero en fin ¿Cuándo nos vemos?
Editado: 22.02.2024