Estefan.
Presente a Melissa frente a todos y recibí una respuesta acertiva de todos.
Juraban protegerla a toda costa.
Después de eso por fin paso... Nos dimos el primer beso.
Fue tan tierno y intenso a la vez..
Había olvidado aquella conversación que tuve con el idiota de Erick.
Si el no se metía con mi gente la paz reinaría entre nosotros.
Pero se que no es así el idiota no se hiba a quedar con los brazos cruzados y vendría por Melissa.
Pero no lo hiba a permitir.
Pensando precisamente en el parece que lo invoque.
Se produjo un estallido causando pánico en todos y grite.
-Protejanla.
Escuché que Melissa grito mi nombre volteo y Erick la tenía en sus brazos.
Corrí hacia ella pero tres lobos se me atravesaron.
Los vencí rápidamente pero el ya había ganado tiempo.
Le ordene a Mateo y a otros de mis hombres que me acompañarán.
Corrimos lo más rápido que pudimos y llegamos a sus tierras.
Cómo lo pensé nos esperaban.
Nos empezaron a disparar pero nosotros heramos ágiles.
Me avalanse sobre uno de sus hombres.
Y pregunte que dónde estaba.
El se quedó callado, pero su mirada apunto a una casa que estaba fuera de sus tierras.
Le dije a Mateo que me siguiera y mis otros hombres vigilaban.
Llegué a aquella casa y veo a Melissa amarrada y con un zarpazo en su mejilla.
Eso hace que mi furia se desate.
Veo a Erick riendose.
Me avalanso hacía el y lo golpeó sin parar pero Melissa me detiene.
-No te manches las manos de mierda.
Me detengo y voy hacía ella.
Veo su mejilla y la lambo.
La saliva de los lobos es curativa veo mejoría en su herida.
-¿Estás bien?.
-Si, descuida no me pasó nada solo un pequeño rasguño...
La cargo y le pido a Mateo y a mis hombres que se maechen.
La coloco en la cama y me acuesto a su lado.
-Tranquila mi luna, jamás te dejare.
Ante mi comentario voltea y de nuevo siento sus hermosos labios rozar los míos.
Para después quedarse dormida.
Melissa.
Erick me llevo a sus tierras, se a donde se dirigía
A la casa donde cometía sus idioteces.
Me amarro a una silla y me pegó a la pared.
-Que bueno verte de nuevo dulzura.
-Callate idiota.
-Oh vamos siempre eres así de petulante.
-Tu eres el petulante, estúpido.
Siento que mi mejilla arde me ha dado un zarpazo.
-Mira linda, le dirás a ese idiota que te quedarás en mis tierras o si no...
-¿Y si no quiero?.
-Habra consecuencias para su manada y sobre todo para el cariño.
-Tengo entendido que eres su mate, pero recuerda que siempre serás mía.
-Idiota ¿crees que te tengo miedo?.
-Pues lo tendrás, tienes una semana para pensar. Iré a encontrarte para saber tu respuesta.
Por mucho que lo negará se que ese idiota era peligroso.
Lo que menos quería era causarle problemas.
Después de esa conversación, Estefan entro y me vió.
Con el simple echo de verme empezó a golpear a Erick sin piedad.
-No te llenes las manos de mierda.
Dije para calmarlo.
El se detuvo y lamió mi mejilla.
Me cargo y me llevo directo a su habitación.
Nos acostamos y aún seguia preocupada
Pero el me calmó con una simple palabra...
-Tranquila mi luna, jamás te dejare.
Le di un beso en los labios para después dormirme.
Aún estaba preocupada pero lo que quedaba era esperar...