Mi enemigo favorito

Capitulo 15

—Porque...Ejm ¿porqué? ¿Qué? ¿Porqué qué Akira? ¿D-de qué hablas?—se aleja de mi de golpe, como si hubiera salido de algún sueño...ilusión.

Este chico es muy raro, ha cambiado de tema. Fuck you.

—Estabas por decir algo, dilo—insisto.

—No iba a decir nada, tú estás loca—se pone de pie y evita mirar.

—Claro que ibas a decir algo pero no lo dices.

—Vamos a dormir mañana tenemos que buscar la mezquita y delvolver a estos niños con sus padres.—ignora mi comentario completamente.
Asiento con la cabeza y los dos salimos de allí.
Te has escapado de esta Romeo, pero juro que la próxima vez lo tendrás que decir.

¿Porqué tiene miedo a expresar sus sentimientos?

(...)

—Tienes el póster ¿no?—me pregunta Romeo mientras que caminamos hacia  en la plaza.

Son las 10 am, no hemos desayunado nada, solo con poder encontrar a sus padres nos quitamos el hambre. Espero poder encontrarles.

—Si, espera—saco de la bolsa que llevo colgada, la encontré en la mansión, tenía el póster y ese diamante rojo que dio Cam y no tenía sitio para poder guardarlo.

Saco el póster que está doblado y se lo entrego.

—Voy a preguntar a alguien.

Yo y los niños nos quedamos parados al llegar a la plaza donde está el mercadillo y mucha gente.

Romeo se acerca a un señor con barba blanca y le enseña el póster. Cómo está lejos no puedo escuchar nada pero veo que ese señor le indica el camino señalando hacia la derecha y le dice algo pero no soy capaz de escuchar. Bueno, tampoco le voy a entender.

—Akira, ya se dónde está la mezquita—se acerca a mí con una gran sonrisa.—Gracias a ese señor que me ha indicado el camino.

Le devuelvo la sonrisa asintiendo con la cabeza.

—No sabes lo feliz que estaré cuando por fin estos peques estarán con sus respectivos padres, despues de tanto tiempo.

—Igual...bueno vamos—al decir eso empezamos a caminar.

Después de unos 20 minutos por fin llegamos a la mezquita, que por cierto es hermosamente hermosa. Es bastante grande y muy decorada. La gente  viene y va. 

Espero que la huelga que hacen lo hagan fuera porque claro no podemos entrar en la mezquita.
Miramos los dos alrededor nuestra intentando localizar alguna pista.

Entonces la niña que estaba al lado mío dice algo a los otros niños y todos miran hacia el rincón al lado de la mezquita y empiezan a correr.

—Creo que han encontrado a sus padres, mira—le señalo con los ojos.

Los niños corren con toda la fuerza gritando algo, seguro que:¡Mama! ¡Papa!
Hay 4 hombres y 5 mujeres que están de pie hablando entre sí preocupados, seguramente son sus padres.

Nosotros dos también llegamos en el rincón.
Cuando los niños llegan hasta ellos abrazan a sus padres y ellos se quedan re- mega soprendidos pero corresponden los abrazos de sus hijos/as.
Dios qué ternura...
Hablan en su idioma mientras que los niños y los padres lloran, pero esas lágrimas son de felicidad.

No se cómo pero una lagrimilla,(bueno 2) también rueda por mi piel, me pongo muy emocional en estas situaciones. Shit.

Romeo se da cuenta, se pone detrás mia, siento tocar su cuerpo con el mío y pone sus manos sobre mis hombros y los aprieta.

Esa niña que me abrazó por la noche le dice algo a su madre, (por alguna razón no está su padre) y ella nos mira a los dos con los ojos llenos de lágrimas pero feliz y con una sonrisa y se acerca a nosotros.

—Shkraan jzylaan lakum , la 'aerif kayf 'ashkurukum hqana , laqad 'aeadtum 'atfalana , 'antum malayikat 'arsalahum allah limusaeadat 'atfalina , shkrana jzylaan lakum.

Hay madre otra vez...

Miro a Romeo para que me traduzca.
—Muchas gracias, no se como agradeceros de verdad, habeis traido de vuelta a nuestros hijos, sois ángeles enviados por dios para ayudar a nuestros niños, muchas gracias—traduce el—eso es lo que ha dicho exactamente.

Más lágrimas ruedan por mis ojos, pero contenta de haber echo algo bueno.

Los demás padres también se acercan y nos dan las gracias supongo. Creo que "shukran" significa gracias, lo oí de mi amiga marroquí: Fátima. La que ahora está casada, pobrecilla.

Aunque a mí también me gustaría casarme ¿a los 20? Por ahí. Pero el problema es el chico y el amor...No me quiero casar sin enamorarme de alguien...

¡Mierda! ¿Qué carajo estoy pensando? Brrr.

Concéntrate Akira Dennovan, concéntrate.

—Akira

—¿Hmm?

—¿En qué mundo estás?

—En ninguno, ¿porque?

—Eh...Nos quieren agradecer con una cena.

—¿Cena? Pero no hace falta eso, sabes que tenemos que...—no término de hablar.

—Ya lo sé...pero están insistiendo mucho.

Les miro y ellos me miran con los ojos suplicantes para que acepte.

—Bueno... Si su felicidad es hacernos cena y tal ¿porqué no? Está bien—me encogo de hombros y suelto,  con una sonrisa tímida.

El asiente y les dice algo.

Finalmente salimos de allí y nos guían hacia una casa muy tradicional pero bonita con un patio lleno de flores.

No parece una casa de pobres.

—Romeuchi, que vamos a hablar, no sabemos árabe, ¿no será una cena incómoda?—hablo en voz baja.

—No sabemos no, no sabes tú—me señala, le miro mal—y  tranquila yo te traduzco.

Ruedo los ojos, el ego de este chico esta por nubes.
Idiota. Pero un idiota ...con un corazón de oro.

—Como usted diga mi querido traductor—pellizco sus mejillas y el se ríe.

—Hay pequeño demonio...—niega con la cabeza divertido.

Cuando entramos en la casa una chica de mi edad aparece y la señora que nos habló primero le dice algo y ella me coge del brazo amablemente y me lleva a una habitación.

¿Y Romeo? Pero porque me preocupo por el, la que no sabe árabe eres tú. El se lo va a apañar.

—Tranquila se que no sabes árabe, por eso la señora me ha llamado.




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