Mi esposa

Capítulo 35

Federico: como todos los días te acompañare donde tú vayas. Aunque eso signifique que siempre estemos acompañados, pero sabes que eso ya dejo de importante, además me gusta estar a tu lado.

Julia: entonces me acompañaras al jardín. Nada más que esta vez me está acompañando mi nana y me pregunto que estará pasando con mis amigas, porque estoy segura de que en este momento tienen la fecha de su futuro matrimonio y sobre todos tus amigos tienen demasiado prisa con casarme y ellos me recuerdan a ti.

Federico: es que cuando un caballero sabe lo que quiere no lo deja ir. Solamente que parece que nosotros tenemos el mismo carácter y eso no es así.

Julia: eso no es lo que parece. Ellos han demostrado todo lo contrario y si fueran diferentes jamás se hubieran fijados en mis amigas.

Federico: ellos simplemente se enamoraron. El amor es el único sentimiento que sienten y seguramente todavía no se dan cuenta de eso.

Julia: entonces porque están decididos en casarse con ellas si son tan ciegos al no reconocer el verdadero amor. Porque a mi me enseñaron que el amor es algo hermoso y puro.

Federico: debemos de dirigirnos al jardín para poder seguir con nuestra conversación. Además, se darán cuenta de sus sentimientos con el tiempo que pasen a su lado.

Ellos se van directamente al jardín junto con su nana y cuando llegan toman asiento. Federico miraba a su prometida y cada vez que lo hacia ella le sonreía

Julia: quiero que sigamos con nuestra conversación. Espero que ellos realmente estén enamorados y que no ilusionen a mis amigas y quiero que les adviertas que si no sienten nada por ellas seria mejor terminar su compromiso.

Federico: no creo que eso pase. Solamente debemos de observar su comportamiento, nada más que no son tan tontos para que no puedan distinguir sus sentimientos.

Julia: en verdad espero que eso sea así. Necesito que le hagas esa advertencia, ya que ellas no merecen sufrir en su futuro matrimonio.

Federico: hablare con ellos. Ahora quiero hablar de nosotros, esta mañana te vez igual de hermosa que siempre y no sabes cómo quiero besarte.

Julia: solo soy tu prometida y cuando sea tu esposa podrás darme los besos que tu quieras. Sera mejor que me des un beso en la mejilla y fue un error decirte que podías hacerlo al ser tu prometida.

Federico: sabes que siempre encontrare un momento para hacerlo. Eso tu me lo dijiste, porque querías que también te besara y un beso no puede considerarse un error.

Julia: no debemos seguir hablando de esto, ya que esta mi nana con nosotros. Pero tienes razón al decir que un beso no es ningún error.

Federico: para mi besarte es una demostración de amor que es necesario hacer. Nada más que lo que siento por ti es difícil de controlar.

Julia: el verdadero amor es el único sentimiento que no se puede controlar. Ese sentimiento solo lo sienten las personas que están dispuestas a querer amar por primera vez.




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