Capítulo 40

Nana: espero que eso sea así, mi niña. Pero el te ama y de eso no tienes dudas y me gusta saber que tendrás un amor bonito y sobre todo demasiado especial.

Julia: el será mi sueño de amor. Porque gracias a que el me ama se realizara, además se que con el tiempo ese sentimiento ira creciendo y me hace sentir feliz estar enamorada.

Nana: se te ve que estás enamorada y tampoco debo de olvidar a tu prometido. Definitivamente el amor que sienten es imposible de ocultar.

Julia: para nadie es un secreto que nos amamos. Piorque es difícil ocultar nuestro amor y más sabiendo que Federico me adora, ya que no puede dejar de mirarme cada vez que estamos juntos.

Ella se despide de su nana para después salir de la recámara. Julia camina unos pasos hasta que ve a su prometido cerca de las escaleras y sabia que la estaba esperando. Ella empieza a bajar y sonríe al estar a su lado

Federico: me dejaste solo por demasiado tiempo. Nada más que eso cambiara cuando seas mi esposa y podre tenerte conmigo todo el tiempo.

Julia: como siempre estas exagerando. Esto lo hago porque no quiero que pienses que te quiero quitar tu espacio, ya que seguramente tienes cosas que hacer que estar conmigo.

Federico: sabes que me gustar estar a tu lado. Ahora simplemente estoy de vacaciones y quiere estar contigo, pero no me gusta que desaparezcas de mi vista.

Julia: solo fui por media hora a mi recámara y con tu actitud me puedo imaginar como serás conmigo cuando nos hayamos casado. Aunque en mi imaginación también eres un esposo lindo.

Federico: seré como tu quieras que sea contigo. Solamente que no me gusta que me digas que soy lindo, sabiendo que muy pronto serás mi mujer.  

Julia: si te molesta ya no te diré de esa manera. Ahora me referiré a ti como mi prometido y futuro esposo, además debemos de estar al lado de mis padres.

Federico: quiero estar más tiempo así contigo. Necesito aprovechar este momento en que estamos solos de nuevo y como siempre vamos a tener muy poca oportunidad de hacerlo, sabemos que esto cambiara el día de nuestra boda.

Julia: te agradezco la paciencia que has tenido. Porque se que si fuera por ti no hubieras esperado hasta que nos casemos y en estos momentos seria tu esposa.

Federico: te recuerdo que por ti estoy haciendo todo esto. Me gusta verte todos los días como mi prometida y sobre todo puedo besarte.

Julia: no podemos seguir hablando de esto. Necesitas recordar que estamos en mi casa y unas de las sirvientas puede escuchar nuestra conversación y debo de evitar que mi familia se entere de lo que hablamos.

Federico: no debe de importarte sinos escucha. Nada más que todos ellos saben que serás mi esposa y así que tendrán que respetar nuestra privacidad.

Ella sabía que Federico tenia razón. Él toma su mano para después empezar a caminar y de esa manera llegan a la sala, pero cuando llegan saludan a sus padres, porque eran los únicos que estaban sentados en la sala y cuando terminan de hacerlo toman asiento