Al tocar su brazo sentí como mi piel se erizaba, como si una descarga electrica traspasara mi cuerpo.
Algo sorprendida y nerviosa por el efecto que causo en mí, lo guie hasta mi pequeña cocina ayudandolo a sentarse en una pequeña banca que yo uso para descansar mientras que los postres se cocinan.
-Que peculiar cocina-dijo Rafael mirando el panorama que mi cocina a simple vista daba.
Y a decir verdad mi pequeña cocina es acogedora, tiene un refrigerador muy moderno pero con muchos imanes de figuras de verduras y frutas, imanes con fotos de algunos viajes que realize con mi querida Mimi y Jose. Un lindo color blanco que ilumina las paredes y decoraciones color rosa junto a muchos meceteros con flores para dar un poco de vida a este mi segundo hogar.
-Gracias pero no sé si lo dices por los colores o decoraciones. La verdad a mí me encanta y no se si lo dices por cumplir-dije sonriente y admirando mi lugar de trabajo y segunda casa.
-Claro que no, la verdad me hace recordar la calida cocina de mi abuela-dijo con una sonrisa nostalgica que borro casí al instante por una mirada seria. -Bueno comenzemos a elaborar ese chocolate caliente que tanto deseas-dijo de una forma brusca pero calmada.
-Bueno lo mejor sería que yo prepare el chocolate caliente ya que usted no debe estar mucho tiempo parado por la condicion de su pierna.- conteste un poco sorprendida por su forma tan rapida de cambiar de humor. -Así que mejor se queda sentado y aprende de la mejor chef en chocolate caliente que existe en Seattle- dije bromeando y aligerando un poco el momento.
-Entonces observare a la grandiosa chef, que a mí parecer solo es una niña presumida que solo hace un simple chocolate- dijo en tono jovial y bromista.
-Pues mira, aprende y preparate para que te retractes de tus palabras carentes de veracidad, ya que esta niña es la mejor- dije guiñandole un ojo y sacandole la lengua tal cual niña para luego reír.
Bueno empeze a elaborar mi magico chocolate caliente con algunas especias secretas para hacer más potente y rico el sabor. Un poco nerviosa e intimidada trataba de disimular riendo y haciendole caras graciosas mientras que el me miraba cocinar con un ceño fruncido y con muncha concentracion.
-El toque secreto de este chocolate caliente, ¿sabes cual es?-dije sonriendo y haciendome la misteriosa.
-Cual?- pregunto sorprendido e intrigado.
- La canela es uno pero el ingrendiente estrella es el amor con el cual preparas sea un chocolate caliente ó hagas cualquier cosa en la vida- dije sonriendo y recordando muchas cosas que aprendí a lo largo de estos años, observando como me quedaba viendo un poco anodadado
-El amor es para debiles y yo solo creo que es la canela- dijo bufando y mirando para otro lado tenso y malhumorado nuevamente.
-Bueno pues ya te dije mi seceeto para tan fantastico chocolate- dije sirviendo en doz tazas y sacando unas galletitas horneadas para acompañar tan deliciosa bebida.
El un poco lento se movilizo por su cuenta a la mesita fuera de la cocina donde estaba sirviendo nuestras bebidas, un poco sorprendida por ser fuerte y molesta por forzar su pierna solo lo observe hasta que llego y se sento esperando a que yo terminara.
-no deberias caminar sin ayuda creo, sigues delicado de salud y no debes esforzar mucho tu pierna, no te incomodes por mis palabras pero es la verdad-dije un poco analizante esperando alguna reaccion a la defensiva.
-No te preocupes niña, la verdad no duele tamto y estoy recuperandome más rapido de lo pensado. Perdona por mis cambios de actitud pero son muchas cosas que llevo en la cabeza y no sé que decir a veces ó como expresar mis emociones sin sonar frio ó cortante- dijo viendome con una expresion neutral y mirandome directamente con tan cautivadores ojos.
Un poco alejada con mis pensamientos locos trate de disimular mi nerviosismo que me causaba su mirada de Adrian
-No te preocupes, puedo comprenderte yo tambien he pasado por muchas cosas y la verdad que cuesta saber como expresarte pero tu podras, trata siempre de sonreír la vida es tan bonita cada día,- dije mirandolo y sonriendo con una calida sonrisa. -Bueno ahora debes probar mi delicioso chocolate y darme tu opinion- señale su taza sonriendo y esperando una respuesta positiva mientras que bebía el chocolate.
-La verdad esta muy rico, quiero 20 para llevar y no dejar de tomarlo nunca. Me retracto de mis palabras es el mejor de la ciudad, solo la canela es el toque que lo hace tan unico- dijo sorprendido saboreando el chocoate que quedo en sus labios.
Un poco sonrojada mirando sus labios solo atine a reír. -Y tambien el amor que es el toque principal- dije riendo a carcajada limpia por su negacion al amor.
Luego de seguir disfrutando de nuestros chocolates y galletitas hablamos de temas banales, me entere que tenía una empresa de publicidad y que dedica su vida a su trabajo. Y bueno yo solo le hable sobre mis gustos por la cocina y que me destaco en la reposteria.
Despues de un rato de charlas y momentos donde solo nos quedabamos mirando sin decir nada me dijo -Tienes unos ojos profundos como el agua del oeano y tan cristalinos- mientras que me miraba analizando con su mirada enigmatica.
-Gracias pero no lo creo, si me permites decirlo, yo creo que tus ojos son lo bastante intrigantes los cuales me parecen facinantes- dije avergonzada y roja como un camaron.
Mirandonos fijamente senti una conexion unica, creo que el tambien la sintio ya que siguio mirandome y acercandose acortando la distancia poco a poco. Sentía que todo a nuestro alrededor desaparecia y que un pequeño beso se daría, un poco nerviosa cerre mis ojos al tenerlo tan cerca y sentir su respiracion casi chocar mi nariz.
Hasta que una tos muy actuada nos interrumpio...
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Editado: 03.07.2020