Peino mi pelo húmedo mientras escucho una canción de mi
playlist. Todo el día de ayer me parece un sueño. Aprieto los
labios recordando mi beso con Tyler, y sigo sin creerlo. Lo que
antes me hubiera parecido lo más asqueroso del mundo ahora
es algo que volvería a repetir una y otra vez. Pero me importa
lo suficiente para no dejar que mis deseos se sobrepongan a
nuestra amistad.
Por suerte, tengo otras cosas en las que pensar, además de
mis sentimientos frustrados hacia Tyler. Como, por ejemplo, la
llegada de mi madre. Anoche las pisadas que escuchamos eran
de ella. Vino antes porque me echaba de menos y quiere pasar
tiempo conmigo, ya que las próximas semanas serán
sumamente estresantes debido a los exámenes finales. Ese es
otro motivo que me mantendrá ocupada.
Busco con la mirada mi crema hidratante, pero no la veo por
aquí. Salgo del baño cubierta con una toalla blanca, pero hay
alguien en mi cama.
—¡¿Qué demonios haces aquí?! —le pregunto ajustándome
más la toalla.
—¡La puerta estaba abierta! —me responde tapándose los
ojos con las manos.
Argh. Pude haber salido desnuda a buscar la crema, después
de todo es mi habitación. Se supone que puedo andar como quiera, pero no, Tyler irrumpe en mi privacidad.
—Me aburría —dice. Mi mirada se suaviza—. Pensé que
podríamos hacer algo.
Aparta lentamente las manos de sus ojos para mirarme.
—Ya tengo planes —le contesto con algo de pesar.
—¿Drake?
Asiento con la cabeza.
Drake vino anoche. Su abuelo está mucho mejor; son buenas
noticias, por suerte. No será todo tan mierda cuando le diga
que quiero terminar con él. Me siento mal por haber llegado a
este punto, por ser una cobarde y una egoísta al no pensar en
los sentimientos de alguien tan bueno como él, sí. Pero debo
hacerlo antes de que el daño sea mayor.
—Voy a cortar con él. —Siento la necesidad de decírselo.
Tyler parece verse más animado.
—Bueno, no te interrumpo más. —Se levanta de la cama,
estirándose para pasarme la crema hidratante que estaba en mi
mesilla de noche—. Supongo que esto es lo que saliste a
buscar.
Cuando tomo la crema, nuestras manos hacen contacto unos
escasos segundos. Nos quedamos mirando sin decir nada.
Comienzo a sentirme muy expuesta al estar solo con una toalla
frente a él.
—Drake lo superará —me dice asintiendo con la cabeza.
Suelta la crema, dejando que solamente yo la sostenga—. Solo
cometiste un error.
Asiento con la cabeza. Agradezco que quiera hacerme sentir
mejor, pero lo único que podría hacerme sentir bien ahora son
las palabras del propio Drake. Tyler se va de mi habitación dejándome sola.
Vuelvo a entrar en el baño y termino de ponerme la crema.
Luego me visto con una blusa negra con rayas blancas y un
pantalón de peto tejano claro. Mi rostro ya tuvo bastante
maquillaje ayer, así que decido dejarlo al natural. Oigo la
notificación de los mensajes de texto. Es Drake avisándome de
que está afuera.
Bueno, es el momento. Salgo de mi habitación, inhalando
todo el aire que cabe en mis pulmones y lo suelto a medida
que bajo las escaleras. No hay rastro de mi madre en casa,
quizá ha salido a hacer algunas compras, Nick posiblemente
esté sufriendo una insoportable resaca y Tyler debe de estar en
su habitación esperando a que termine mi conversación con
Drake.
—Hola —le digo sonriendo cuando abro la puerta. Él no se
ve tan animado como esperaba. Cuando me acerco para darle
un abrazo, se aleja lentamente—. ¿Estás bien? —pregunto
confundida.
—En una semana me voy a Italia —suelta—. Y sé que
quieres cortar conmigo.
—¿Lo sabes? —pregunto extrañada.
—Sam, me ofende que pienses que soy estúpido —dice con
una pequeña sonrisa triste en los labios—. Puedo serlo por
haberte propuesto salir aun sabiendo que no me quieres de esa
forma, pero no lo soy tanto como para no darme cuenta de que
estás enamorada de Tyler.
Me quedo sin saber qué responder. Había preparado un
monólogo para este momento, donde recalcaba que él merece
estar con alguien que lo sepa querer de una forma en la que yo
lamentablemente no puedo quererlo. Lo imaginé gritándome o diciéndome que soy una mosquita muerta con el mismo tono
que utilizó Jenna. Pero nunca pensé que mencionaría mis
sentimientos por Tyler.
—Lo siento mucho —suelto sin saber qué más decirle—. En
serio. Actué de forma inmadura y te entenderé si no quieres
perdonarme. Incluso si ya no quieres ser mi amigo, lo
entiendo.
—Sam —me detiene levantando una mano—, los dos nos
equivocamos. Solo hay que olvidarlo. Todo está bien entre
nosotros y nuestra amistad.
—¿Lo dices en serio? —pregunto arqueando una ceja.
—Claro que sí. Somos amigos, y lo seremos hasta que te
enamores de mí —bromea, haciéndome reír—. En serio,
¿amigos, Donnet? —Me tiende la mano.
—Amigos, Hilder —le digo aceptándola.
Drake se acerca para abrazarme y no me niego a eso. Es una
persona genial y haberlo perdido hubiera sido algo muy triste.
Nos conocemos desde hace poco tiempo, pero puedo
confirmar que es una gran persona y quiero seguir teniéndolo
en mi vida.
—¿Vas a escribirme y a enviarme fotos de Italia? —le
pregunto cuando nos separamos.
—Prometido. —Se ríe—. Pero solo si tú me envías fotos de
Nueva York cuando vayas a estudiar allí.
Le conté que planeo estudiar Administración de empresas en
Nueva York una vez que termine la secundaria aquí. Allí podré
pasar más tiempo con mis padres y no tendré que separarme de
Caroline, ni Luke porque ellos también estudiarán allí. No será
en la misma universidad, pero por lo menos estaremos juntos
en algunos momentos libres.