Mi estúpido niñero

Capítulo 36

Sam está durmiendo plácidamente. Su respiración es lenta y 
calmada. Tyler la observa dormir. Analiza detalladamente su 
rostro. Sus labios rosados entreabiertos que de vez en cuando 
sueltan pequeños suspiros. Las voluminosas pestañas que 
adornan sus ojos cerrados. Descubrió que tiene un pequeño 
lunar sobre el párpado izquierdo, que apenas se ve. Sonríe. A 
sus ojos, es la persona más hermosa que haya visto. 
Mira la hora y entorna los ojos. Debe reunirse con la 
acosadora. Ahora entiende el dicho de «Lo bueno dura poco». 
Suelta con cuidado la mano de Sam, que se durmió 
acariciando la suya. Afortunadamente para él, está tan 
profundamente dormida que no necesita hacer mucho para que 
lo suelte. Antes de salir, se gira para mirarla una vez más y 
suspira con tristeza. Ella no debería estar en esa cama de 
hospital, piensa. Se sigue lamentando por ello. Pero irá a poner 
fin a todo aquello. 
Tyler camina por los pasillos solitarios del hospital. Su 
mandíbula está tensa y se sobresalta por cada sonido que 
escucha. Está nervioso por tener que verla. No la ve desde que 
se fue de Inglaterra. Pensó que se olvidaría de él, y avanzaría. 
Estaba equivocado, muy equivocado. Al llegar a la entrada, 
intenta abrir la puerta, pero está cerrada con llave. Golpea 
levemente la puerta de vidrio para llamar la atención del 
guardia. Este abre la puerta y lo mira con desconfianza.

—¿A dónde vas tan tarde, chico? 
—A la casa de mi madre. Necesito buscar unas cosas — 
miente poniendo su mejor sonrisa de chico bueno. 
Al guardia realmente no le interesaba, y esa sonrisa 
encantadora es suficiente para que le abra la puerta. Tyler 
mantiene su mirada inocente hasta estar lo suficientemente 
lejos del hombre y expresar su verdadera preocupación. En 
cuanto sube a su coche, no lo piensa dos veces y arranca hacia 
la dirección que le dijo. 
El lugar está vacío. Es una especie de callejón, y se pregunta 
si ha sido buena idea venir sin estar preparado. Creía 
conocerla, pero últimamente las cosas que hace lo hacen dudar 
mucho de que la conozca del todo. Es como si fuera una 
persona completamente diferente. Se baja divisando a una 
persona de espaldas a unos metros de donde ha aparcado su 
coche. 
A medida que se acerca a esa persona, puede ver cómo va 
vestida. Lleva una gabardina larga negra, que deja a la vista 
sus piernas, y unos zapatos de tacón rojos. Su cabello rubio 
cae como cascada por su espalda. En cuanto está a unos pocos 
pasos de ella, Tyler habla: 
—Jessica. 
La mujer se gira y le mira de pies a cabeza, confundida unos 
segundos, pero luego la sonrisa que se expande por sus labios 
hace que a Tyler se le erice la piel. 
—Cuánto tiempo sin vernos —dice contenta. Sus ojos 
almendra lo observan detenidamente. Aunque su voz 
demuestre alegría, sus ojos demuestran furia—. ¿Qué tal te ha 
ido? Por lo que he podido ver, has estado ocupado con una 
adolescente. 
—¿Qué hay de ti? —pregunta, arqueando una ceja—. Por lo que he podido ver, tú has estado ocupada acosándome y 
haciendo daño a una adolescente inocente. 
Jessica sonríe. 
—Oh no, cariño —le dice dejando de sonreír y fingiendo 
sentirse apenada—. No quieras adjudicarme un logro que es 
tuyo. —Tyler frunce el ceño—. Te lo dije. Vuelve a Inglaterra 
o habrá consecuencias. Lo que le ha pasado a Sam es por tu 
culpa. 
—¿Quieres vengarte? Bien —dice Tyler, cansado de sus 
juegos—, pero hazlo conmigo. No con Sam. Ella no tiene nada 
que ver en esto. 
Jessica lo observa confundida. 
—Pero así perdería toda la diversión —le responde ella. Sus 
ojos iracundos lo observan durante unos largos segundos. 
Luego continúa hablando mientras va acercándose a él—. Si 
yo obtengo mi venganza dañando a Sam, te dolerá más. No se 
asemejará al dolor que me hiciste pasar, pero algo es algo, 
cariño. 
Tyler y Jessica tuvieron «algo». Comenzó cuando él tenía 
diecisiete y ella veinticinco. Se conocieron gracias a su madre, 
porque Jessica era amiga de ella. En ese entonces, él solo era 
un adolescente problemático con demasiadas malas amistades 
que lo hacían sentir mal y le animaban a adentrarse en el 
mundo de los excesos. 
Jessica lo ayudó a alejarse de sus amigos tóxicos, 
brindándole el apoyo que necesitaba para ello y estando a su 
lado para dejar los excesos. Jessica estaba encantada con Tyler 
y él por un tiempo la quiso porque le estaba agradecido, pero 
luego solo quiso ser su amigo. Él fue conociendo a chicas, y 
eso a ella no le gustó. Los celos no lo alarmaron al principio, 
pero con el tiempo esos celos se convirtieron en acoso y agresión hacia él y hacia cualquier persona con la que él 
estuviera. 
Tyler quiso terminar «eso» por las buenas y quedar con 
Jessica como amigos, si eso la hacía sentir mejor. Pero ella no 
quería romper su relación. Cuando su madre le comentó que 
los padres de Sam se iban a Japón, sin dudarlo se ofreció para 
cuidar a Sam y poder alejarse de Inglaterra. Desde esa fecha, 
no había vuelto a ver a Jessica, hasta ahora. 
—Jessica, lo siento mucho —dice Tyler con sinceridad. 
Jamás pensó que ella se iba a enamorar tanto de él. Creyó que 
solo lo vería como una relación más—. Nunca quise 
lastimarte… 
—Pero lo hiciste —le interrumpe Jessica. 
—Y si pudiera, daría marcha atrás en el tiempo y lo evitaría. 
—Tyler continúa—. Por favor, perdóname. Te lo estoy 
implorando. 
Jessica frunce el ceño. Las palabras de Tyler realmente la 
conmueven, pero no de la forma en la que él espera. «Solo me 
está pidiendo perdón para salvar a Sam, de otra forma jamás 
me diría todo esto», piensa. Se moja los labios y eleva la 
mirada, juguetona. 
—Todavía estás a tiempo de evitar algo —dice. Tyler frunce 
el ceño—. Puedes evitar que le haga daño. 
—Jessica… 
—Tú decides —le interrumpe, sintiendo un nudo en la 
garganta y la ira creciendo dentro de su pecho—. Aléjate de 
ella si quieres que siga sana y salva. Hazlo antes de que sea 
muy tarde y ella también te odie. 
—¿Por qué… dices eso? —pregunta, confundido. 
—¿Qué crees que pensará de ti al saber que solo me utilizaste? —pregunta, arqueando una de sus cejas— O mejor, 
¿qué crees que pensará de ti al saber que todo lo que sufrió fue 
gracias a ti? 
—Jessica, escúchame. —Tyler coloca ambas manos sobre 
los hombros de la mujer rubia. Ella apenas reacciona a ese 
contacto. Lo observa elevando el mentón levemente—. 
Perdóname. Te estoy muy agradecido por tu ayuda en aquellos 
tiempos oscuros, en serio. Jamás quise hacerte daño, ni darte 
señales equivocadas. Tú mereces a alguien mucho mejor que 
yo. En serio, yo jamás te merecí. Eres una gran abogada y no 
vale la pena que te ensucies las manos por mí. De verdad. 
Jessica entrecierra los ojos y procesa las palabras de Tyler. 
Por su cabeza pasan muchas ideas y el nudo en su garganta 
cada vez se hace más grande. Finalmente, decide abortar sus 
planes y suspira. 
—Bien… —Tyler afloja su agarre, confundido—. Te 
perdono —musita Jessica, elevando la mirada. 
—¿En serio? —pregunta él, incrédulo. 
Los ojos de Jessica se llenan de lágrimas y comienza a 
asentir. 
—No sé en qué estaba pensando cuando hice lo que le hice a 
Sam… —dice, soltando lágrimas reales, aunque no por lo que 
sus labios dicen—. Yo… me destruiría si esto llega a hacerse 
público, lo sabes, ¿verdad? Podría perderlo todo… 
—No diré nada —susurra Tyler, pensando que es lo mejor. 
Ella desaparece y Sam puede estar bien—. Lo prometo. 
Jessica sonríe levemente y le acaricia la mejilla. Baja la vista 
hasta sus labios, donde se detiene unos segundos y, finalmente, 
ambos se sueltan. Se despiden y cada uno vuelve a subir a su 
coche. Él se va con rapidez mientras la rubia se queda sentada 
en su vehículo. La morena que está detrás baja sus gafas oscuras y pregunta: 
—¿Por fin cedió? —le pregunta. 
Jessica arranca. 
—Cedí yo —le responde. La morena se baja las gafas y le 
observa atónita—. Por un tiempo —agrega sonriendo.



#1732 en Joven Adulto

En el texto hay: adolescentes, drama, niñero

Editado: 07.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.