Mi estúpido niñero

Capítulo 39

Meses después 
—¿No te impresiona? —le pregunto mirando con 
detenimiento su estómago. 
—Creo que es hermoso —me contesta Caroline, encantada. 
Estamos acostadas en mi cama. Caroline está en el medio, 
entre Daniela y yo. Después de meses de espera, por fin será el 
día en que mi mejor amiga dará a luz a su hija. Porque, sí, es 
una niña. Al enterarnos de eso, nos sentimos emocionadas y 
obviamente encantadas. Será tan lindo. Ninguno de los dos 
quiere ponerle Sam, pero sé que los convenceré luego. 
—A mí me parece molesto —dice Daniela, frunciendo el 
ceño—. Es decir, no puedes dormir boca abajo y no quiero 
imaginarme el dolor de espalda que sientes. 
—Tú estuviste muy cerca de sentir ese dolor de espalda —le 
recuerda Caroline con diversión. 
Hace unos dos meses Daniela tuvo un retraso y casi 
enloquece. Vino a mi casa a las cuatro de la mañana. Intentó 
entrar por la puerta trasera y, al hacerlo, activó la alarma de la 
casa. Me despertó a mí, a Nick, a mis padres y posiblemente a 
todo el vecindario. Al final, fue una falsa alarma y su 
menstruación solo se retrasó. 
—Gracias a Dios, Satanás y el universo, no estaba embarazada —contesta Daniela, llevándose una mano al pecho 
de forma dramática. Caroline y yo nos reímos. 
Mi móvil comienza a sonar en la mesita que se encuentra 
junto a Daniela, así que ella estira el brazo para cogerlo. Al ver 
quién llama, entorna los ojos y luego me sonríe pícara al 
dármelo. 
—Oh —suelta Caroline, entendiendo el porqué de esa 
mirada—. El señor de los negocios. 
Cojo el teléfono y me incorporo. 
—Hola —digo dulcemente al contestar la llamada. 
—Hola, Donnut —responde del otro lado Tyler—. Estoy en 
un descanso, así que pensé en llamarte. ¿Qué hacías? 
Tyler está en Inglaterra, trabajando con sus padres. Nos costó 
mucho despedirnos y todavía cuesta acostumbrarme a no 
tenerlo en casa, pero llevamos la relación a distancia bastante 
bien. Aunque durante estos meses ha hecho pequeñas 
escapadas de unos días, así que nuestra separación se está 
haciendo más llevadera. 
—Oh, nosotras estábamos pensando en ir al centro comercial 
—le cuento. 
—Dile que le mando saludos —me susurra Caroline. 
—Dile que me presente a su amigo, ese, el del golf —me 
dice Daniela también en susurros. 
Frunzo el ceño al no saber de quién habla, pero luego lo 
recuerdo. Tyler subió una foto a Instagram con un chico. 
—Caroline te dice hola —le paso el mensaje sonriendo—. Y 
Daniela quiere que le presentes al chico con el que estabas en 
tu última foto.

—Lo llevaré conmigo —dice Tyler bromeando, creo. 
Escucho unas voces de fondo—. Oh, creo que mi descanso ha 
terminado, Donnut. 
—Bueno —contesto—. Te echo de menos —añado bajando 
un poco la voz. 
—Dos días —me dice—. Nos veremos en dos días, Donnut. 
Yo también te echo de menos. 
En cuanto finaliza la llamada, suelto un suspiro. Caroline y 
Daniela se incorporan. Mi rubia amiga se va a retocar el 
maquillaje. La embarazada, a mi lado, besa mi mejilla y me 
dice que deje de sufrir, que vayamos por helado. Me río. 
—Sé que jamás les he dicho esto, pero son las primeras 
mejores amigas que tengo —suelta Daniela de repente, 
volviéndose dramáticamente. 
—¿Qué hay de Jenna? —pregunta Caroline, confundida. 
—Nuestra amistad no era sana. Siempre competíamos entre 
nosotras… —nos cuenta bajando la mirada—. Realmente 
éramos patéticas… —agrega recordando esos momentos—. 
Pero me alegra tenerlas a ustedes ahora —nos dice sonriendo. 
—Y a nosotras tenerte a ti, Daniela —le digo sonriendo a mi 
vez. 
Jamás pensé que Daniela y yo seríamos amigas. Pero ahora 
que lo es no puedo imaginar cómo sería mi vida sin su humor, 
sus locuras y su amistad. Lo mismo me sucede con Caroline, 
pero, obviamente, ella estará para siempre conmigo; es decir, 
ella es directamente mi hermana. 
—Ojalá mi hija tenga tan buenas amigas como ustedes — 
dice Caroline, y suelta un suspiro, llevándose una mano al 
estómago.

—Las tendrá —le asegura Daniela—. Será amiga de nuestras 
hijas. 
—Eso es tierno —le sonrío. 
—Será amiga de la hija de Sam y Tyler —prosigue Daniela 
—. Y de la hija que tendré con el millonario con el que me 
casaré —finaliza encogiéndose de hombros. 
Caroline y yo nos reímos. Sin duda adoramos a Daniela. 
TYLER
Le pongo toda mi atención a unas carpetas que mi padre me ha 
pedido que revise. Tanta que la secretaria de mi madre, Marie, 
debe repetirme las cosas dos veces. Me disculpé las dos veces, 
pero ella decía que no había ningún problema, así que dejé de 
sentirme avergonzado. Cuando mi móvil suena, estiro la mano 
para responder, por si es algo importante. No veo quién es. 
—¿Hola? —digo. 
—Hola, hermanito. —Al escuchar quién es, me relajo. Hace 
días que no hablamos—. ¿Me has echado de menos? 
Emily es mi «hermana mayor». Lo digo de esa forma porque 
tiene solo un año más que yo, pero usualmente el que actúa 
como hermano mayor soy yo. Hace días que no he hablado 
con ella porque estaba con exámenes de la universidad, y si 
está estresada evita tener contacto con personas. Eso o en 
realidad es algo que se inventó para no tener que hablar 
conmigo y responder preguntas sobre el trabajo. 
—Hum, no tanto —respondo divertido—. Estoy… en la 
oficina. ¿Podemos hablar después? —le pregunto. 
—Claro —dice—. Me instalaré en el hotel mientras tanto. 
Frunzo el ceño.

—¿Hotel? —pregunto intrigado—. ¿No estabas en New 
Haven? 
Emily vive en New Haven debido a que allí se encuentra su 
universidad. 
—Estaba —contesta—. Ahora acabo de aterrizar en Los 
Ángeles. 
—¿Por qué estás en Los Ángeles y no en New Haven? — 
pregunto, dejando los papeles sobre mi escritorio y 
recostándome en mi silla. 
Escucho a Emily reír. 
—Ay, Dios, pareces papá —dice divertida—. Tengo unos 
días libres y quise venir a visitar a una amiga. 
—Oh, genial —respondo—. Yo iré en dos días allí. 
—¡Fantástico! —exclama, emocionada—. Entonces, por fin 
conoceré a Sam, ¿eh? 
Sí, aún no se conocen. No es por nada en especial, es solo 
cuestión de agendas. Mi hermana suele estar ocupada con la 
universidad, y Sam con sus cosas, así que pensé que era mejor 
dejar que las cosas fluyeran y algún día ya se conocerían. Pero 
ahora que lo pienso, no sé si es muy buena idea dejar a Emily 
con mi novia. 
—Veremos —contesto. 
Escucho que suelta un bufido. 
—Oh, vamos, no he conocido a nadie desde Jessica —me 
dice en broma—. Y créeme, me gustaría que ella conozca a la 
policía. 
Recordar a Jessica ahora no me parece tan gracioso. No 
después de que provocó el accidente de Sam. Me deja un mal sabor en la boca acordarme de ella. 
—Bueno, debo colgar —le digo—. Hablamos luego. 
Finalizo la llamada antes de que Emily pueda protestar. Me 
quedo pensando en Jessica. Desde esa noche en el callejón, no 
he vuelto a verla ni a saber nada de ella. 
SAM
Escucho que llaman a la puerta y voy contenta a abrir porque 
sé quién estará detrás. 
Hoy por fin viene Tyler. Me siento feliz por ello. Mis padres 
tuvieron que hacer un viaje de negocios, y por eso Caroline y 
Daniela me hacen compañía. Cuando ellas no están, a veces 
hago alguna videollamada a Luke. Aunque hace mucho tiempo 
que apenas sé de él porque está muy ocupado. Así que tener a 
mi novio aquí me hace muy feliz porque dejaré de sentirme 
sola en esta enorme casa. 
—¡Hola! —exclamo al abrir la puerta y me lanzo a sus 
brazos—. ¡Qué bien que estés aquí! 
—Me alegra estar aquí —me dice—. ¿Estás sola? — 
pregunta al separarnos. 
—Sí, Caroline y Nick tienen planes. —Me encojo de 
hombros—. Y Daniela posiblemente esté en busca de su 
millonario. 
—¿Su millonario? —pregunta Tyler, mirándome confundido, 
pero divertido. 
—No importa. —Niego con la cabeza—. ¿Tienes hambre? 
Entramos en casa. Tyler pasa su brazo sobre mis hombros, 
acercándome a él, y me siento aliviada de tenerlo conmigo. En 
realidad, me aburro mucho estando aquí sola.



#1741 en Joven Adulto

En el texto hay: adolescentes, drama, niñero

Editado: 07.01.2024

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