Mi Estúpido Niñero

Mi Niñero

Me levante por los rayos de sol que se colaban por mi ventana. Mire a mi alrededor y vi a Cameron, mi mejor amigo casi mi hermano, estaba durmiendo plácidamente con sus piernas encima de mí.

Maldito

- Cameron quita tus sucias piernas de encima- Traté de quitarlas pero fue en vano.

- No jodas Amy- Volteó su cuerpo dándome la espalda y quitando sus piernas.

Me levanté de la cama y me dirigí a la ducha. Despojé mi ropa, dejé que el agua se templara y me metí bajo el chorro caliente del que caían pequeñas gotas.

Luego de ducharme me cambie allí mismo en el baño, me coloque una sudadera color purpura y con un short, ya que mi plan del día de hoy era quedarme en casa durmiendo o viendo películas.

Lamento no haberme presentado antes, mi nombre es Amy Wood, tengo 16 y curso el ultimo año de preparatoria, soy hija única y agradezco eso, nunca me hubiera gustado tener hermanos.

Salí del baño y Cameron ya estaba sentado en la cama bostezando. Un chico de diecisiete años, rubio, ojos verdes, buen cuerpo e hijo de los empresarios Trainer. Cualquiera diría que un novio perfecto.

- Buenos días bella durmiente- Bromeé lanzandole una almohada en la cara aunque la atrapó fácilmente.

- No jodas esa fiesta estuvo increíble- Se levantó de la cama y se dirigió hacia mí. Besó mi mejilla, para luego pasar al baño.

- Ni que lo digas, anoche bailaste con Megan Parks - Dije su nombre con recelo- Y vomitaste encima de ella- Cerré la puerta del baño, lo menos que quería era ver como un hombre depositaba orina dentro del retrete.

-No jodas, ¿En eserio?- preguntó él al otro lado de la puerta, para luego reírse- Me puedo imaginar su cara de asco.

- Puedes hasta verla, porque hay un video - Reí ante su comentario- Te espero abajo- Dije saliendo del cuarto, bajé las escaleras y justo estaban mis padres en el comedor.

Fruncí el ceño - Oh cariño despertaste- Mi mamá me dió un sonoro beso en la mejilla.

- Hola mami, hola papi - besé sus mejillas.

- Hija siéntate y por favor no vayas a armar un escándalo- Mi padre rió.

Me mordí el labio- Joder- Murmuré- Si por aquella broma en la oficina del director, en mi defensa había quitado los viernes de burrito.

- Sabes que tu madre y yo... Espera ¿Que?- Se interrumpió a sí mismo.

- Puedes seguir hablando tranquilo- Sonreí dándome cuenta que me delate a mí misma.

- Hablaremos de esto más tarde - Alzó ambas cejas - Cariño, sabes que tu madre y yo tenemos que ir de viaje, dura diez meses apróximadamente.

- ¿Diez meses?- Me alteré - Es mucho, siempre se iban tres o cuatro, pero diez son muchos.

- Lo sabemos cariño- Dijo mi mama- Pero son negocios, sabes que la empresa funciona mientras nosotros estamos al tanto, además no quiero problemas.

- Osea ¿Yo? Problemas- Me reí - Para nada

- Si, tú y ve quitando esa lista de invitados de tu cabeza- Por Dios como me conocen, mi mamá rió negando con la cabeza.

- Me dejan aquí tirada y desconfían de mí- Me hice la víctima, colocando mis manos en el pecho, en signo de ofensa.

- No te hagas la víctima Amy- Mi padre tomo la mano de mi madre.

- Van a ver que cuando lleguen todo va a estar bien - Sonreí ampliamente.

- Lo se..- Dijo mi papá.

- ¿Ven? Ya estamos avanzando, ya me estan confiando la casa- Dije victoriosa.

- A tí no..

- ¿Que? ¿Como asi?- Pregunté - Por lo menos no me vuelvan a dejar con la señora Madinson, cobra el sueldo de tres meses, trae sus gatos y solo viene un día. Al siguiente me obligan a quedarme con la tía Jenny y es muy fastidiosa.

- No es con ningúna de las dos- Dijo mi mamá sonriendo, esperando a dar una noticia emocionante para ellos.

- Contratamos un niñero- Dijeron al unison y reí.

- Ya enserio, dejen de bromear- Dije mirando mis uñas como si fuera lo mas emocionamte de esta habitación.

- No es broma cariño- Mi padre rió.

- ¿¡Que!?- Pegué un grito- ¿Cómo así que un niñero? Primero me dejan, y luego me dicen que contratan a un niñero.

- Cariño es por tu bien- Me regaña mi mamá.

- Pero a un desconocido- Me defendí.

- Es el hijo de una de mis socias que gustosamente acepto, ademas lo que intentes hacer para sacarlo de esta casa va a ser en vano ya que tiene una muy buena paga. Tiene derecho a quitarte tu auto y tarjetas.

- ¡Estan locos!- Me frustré - No pueden hacerme esto.

- Si podemos y ya lo hicimos cariño- Dijo mi padre.

- Él vendra mañana, espero te comportes Amy, sabes lo difícil que es cuidar a una niña como tú- Abrí mi boca al comentario de mi madre.

Ese día más tarde, salieron por la puerta con sus grandes maletas y una gran sonrisa en sus caras, pensado que habían hecho lo mejor como padres. Y espero que no se equivoquen.




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