“Sobemos tantas cosas, que la aritmética es falsa que uno más uno no siempre son uno sino dos o ninguno, nos sobra tiempo para hojear el álbum de agujeros, de ventas cerradas, de carta sin perfume” Julio Cortázar
Anahí
Con angustia, salí de aquella mansión que conocía como a la palma de mi mano. Tuve que dejar a mi hijo con la única persona que realmente confío en este mundo, sé que pase lo que pase el estará bien y protegido.
Ahora estoy sola, puedo dar frente a mi pasado. Pero que mejor que en vez de ser una, seamos dos para dar frente al pasado un pasado que nos marcó, que nos dejó heridos, una herida que está abierta y es muy difícil de cerrar cuando parece que la herida comienza a cerrar algo la vuelve a abrir, es momento de coser esa herida y que cierre para siempre quedara una cicatriz pero la herida sanara.
Secretaria: ¿Señorita Williams?- se sorprendió aquella mujer de verme por allí, y créanme que a mí me hubiera pasado lo mismo, si viera a la mujer que ha dejado a su prometido en el altar para que se casara con la mujer que “amaba”.-
Anahí: Si, Bella.- suspire.- ¿Esta el señor Johnson?- si quiero que esto salga bien lo necesito.-
Bella: Si señorita, pero en este momento se encuentra indispuesto.- me debí imaginar que no iba a poder verlo aquí, pero prefería venir a su empresa antes de estar a solas con él en su casa.- Pero, puedo preguntarle si la puede recibir.- dijo un poco nerviosa.-
Anahí: ¿Se encuentra solo?- no necesitaba que Bella me anuncie, si él estaba solo entraría a la oficina y hablaría con el.-
Bella: Si, pero…-la detuve.-
Anahí: No necesito que me anuncies Bella.- camine hacia la gran puerta de madera.- por si tienes algún problema llama lo de seguridad y dile que vengan que alguien se metió a la oficina de tu jefe.- no quería traerle problema.-
Cuando entro en aquella oficina me lleve una gran sorpresa todo la oficina estaba echa un desastre todo tirado y en una esquina se encontraba un bruno tirado con una botella en su mano, me fui acercado el abrió los ojos como un plato al verme, al estar cerca del el pude oler es olor a alcohol que emanaba.
Bruno: ¿Ahora alucino?- dijo este en un susurro que pude escuchar.-
Anahí: No idiota, no estas alucinando.- le quito la botella que tenía en su mano.- necesito hablar contigo y para eso necesito que este lucido.-
Los de seguridad llegaron en el momento, en que estaba ayudando a Bruno a parase.
Seguridad: Señor…- fue interrumpido por Bruno.-
Bruno: Largo de aquí.- dijo echando a los guaridas y Bella, pensé que me iba a echar a mí también pero en cambio.- Quédate.- me habla a los ojos.-
Anahí: me quedare pero necesito que te metas en el baño y te duche. Te necesito despabilado para hablar de algo importante que nos involucra a ambos.- el solo asintió y se metió en su baño privado.-
Alrededor de media hora después el salía de allí, con un traje negro y ya parecía que no que ya estaba bien.
Bruno: ¿Y bien?- había duda en su cara.-
Anahí: Sé que me odias, y la verdad aun no entiendo ¿Por qué?, ¿Qué paso con el hombre que me amaba? ¿Y al cual aprendí a amar?, no sé qué paso y ya la verdad no importa.-suspire.- estoy aquí porque mi pasado me está persiguiendo y está pisando mis talones, tu mejor que nadie sabe que esto no terminara aun conmigo muerta.- él se me quedo viendo intentando busca alguna expresión en mi rostro, de lo que decía era así.-
Bruno: ¿Vendrán por mí?- un brillo de miedo apareció por sus ojos pero en seguida volvió aquella mira que no expresaba nada.-
Anahí: No lo sé, pero vinieron por mí.- calle buscando las palabras correctas.- Pero es mejor que esté preparado e intentes cuidar las personas que están a tu alrededor.- Sé que esto no es un juego, si ellos quieren destruirnos primero destruirán las persona que están allí.- Tu y yo tenemos un secreto que nadie más conoce.- No conocí a Bruno, aquel día que nos presentó mi tío, en aquel entonces mi tío había dicho que su amigo de la infancia y de toda la secundaria había vuelto después de verse ido unos años a estudiar al extranjero.-
Bruno parecía que se iba a volver loco en cualquier momento, ¿Pero ya que más puede romper en esta oficina? Nada, pero aquí estoy yo frente a él, cara a cara recordándole el pasado.
Bruno: ¿Sabes?- se calla.- Hasta hace unas horas atrás, estaba diciendo que tu era una puta.- y eso me puso un poco triste viniendo de parte de él.- Y ahora te tengo aquí frente a mí y hablándome de la peor pesadilla de mi vida.- una lagrima rodo por su mejilla.- ¿Qué quieres que haga?.- dijo pasado su pulgar por el rostro secando esa lágrima.-
Anahí: Necesitamos unir fuerzas.- No puedo negar que aun en el fondo siento aquel cariño que una vez fue amor y por eso estoy acá, por aquel pasado que tenemos en común tanto la parte dolorosa, como lo mejores momento antes que el cambiara su forma de ser.- Quiero que tú y yo sigamos vivos y luchemos con aquel monstruo de que nos dejó heridas abiertas.-
Bruno: ¿Me quieres vivo? ¿Pese a todo?- volvió a hablar en susurro.-
Anahí: Bruno escúchame, tu nunca fuiste mi enemigo.- tendí mi mano para abrazarme a ese hombre.- Te quiero vivo, no podremos volver a estar juntos...Tú tienes que sanar esa herida que está abierta en tu alma y comenzar amarte, y no odiarte. El día que te ame, entonces podrás dar ese amor a otra persona.- habla suavemente.- necesito que luches conmigo y que alejemos nuestros fantasmas, te prometo ayudar a coser tus heridas y a dejar solo apenas una cicatriz pequeña que te recordar que luchaste.- me separo de él y veo que su rostro está lleno de lágrimas.-
Bruno: Te lastime An.- dijo agarrando mi cara.- Y aún tenía pensado lastimarte, aunque aquí.- se todo el pecho.- dice que no debo dañarte, porque te quiero.- calla.- An vete y deja que me encuentre ya hice mucho daño.-