Capítulo 11
‘jueves’ Era el único pensamiento de Umar. Orum no había ido a verlo últimamente, las chicas estaban en la escuela y Fernanda en el trabajo, o eso había escuchado. Tenía la casa para sí mismo, ah. Y a Concha. Que, después de una acalorada discusión entre las chicas, decidieron quedársela por que la casa iba a estar sola, al menos hasta que regresara alguien de la familia de alado.
De estar en casa, estaría entrenando a su división, pero ahora estaba con las chicas y estaba de ocioso comiendo de la lata de atún que le dejaron en su plato, termino de comer y salió al patio con Concha, que estaba dormida debajo de un árbol y se acostó arriba de ella, quería hablar con ella, pero no quería despertarla, así que solo se quedo ahí, haciendo compañía a su más nueva amiga.
Rebeca en cambio estaba leyendo su libro de biología mientras hacia notas de lo que debía estudiar para el examen y hizo una anotaciones extras.
─ ¿Hoy no te vas a ir? ─Levanto la mirada cuando escucho a Roy y sonrió con cinismo.
─ ¿Hoy tu no vas a fumar? ─Le pregunto de la misma manera, Roy alzo los hombros y se sentó frente a ella. Hablaron muy poco y de forma cortante entre ellos, pero terminaron poniéndose de acuerdo para encontrarse en la fiesta de mañana. Termino de hacer su tarea y tomo sus cosas para regresar a casa, Roy se ofreció a acompañarla, pero ella declino
─Conozco el camino a mi casa─ Les dijo a secas.
─ ¿No has visto que tan feo han estado las cosas? Mañana habrá una marcha por todos los feminicidios─ Murmuro Roy intentando convencerla─ No sabes cada loco que hay en el mundo.
─Por eso puedo sola─Le respondió─ Gracias, pero no, voy sola─ No le gustaba ir acompañada, menos por que solo eran 20 minutos de caminata, 20 minutos que podía escuchar música tranquilamente, por que no pasaba por ningún lugar de mucho peligro.
Ahora que lo pensaba ¿Qué la fiesta no era de alguien de la BUAP? ─Bufo y apresuro el paso para llegar a casa, sorprendentemente, no había nadie. Se asomo al jardín y vio a las mascotas dormidas y adquiriendo un agradable baño de sol así que no quiso interrumpirlos y subió a su cuarto, dejo la puerta abierta por si el gato quería entrar. Tomo su celular y envió mensaje a Fernanda, que debía estar en casa ya que era su día de descanso.
Fercha
¿Ontas?
EL mensaje le notifico como recibido, pero no hubo signo de ser leído así que pensó lo mejor, como que estuviera de compras, en el cine o visitando a algún familiar, mientras no fuera su padre.
Se dio un baño ya algo mas tranquila, pero algo no le terminaba de convencer, reviso su celular de nuevo ya tenía respuesta de su amiga.
Fercha:
Estaré ausente
No te preocupes
Regresare en dos días
Nada más, solo tres mensajes que hicieron que sus alarmas se dispararan en su cabeza, pero se obligó a calmarse, después de todo ¿Qué podría pasarle? Fercha era sumamente habilidosa para salir de problemas, ella estaría bien…
‘¿Verdad? ‘Pregunto su subconsciente y eso la preocupo, decidió dejar el tema de lado y envió otro mensaje.
¿Ontas?
Otra vez el mensaje fue recibido, pero no leído. Así que trato de calmarse y alejar las ideas de su cabeza.
Bajo las escaleras para preparase un coral, encontrándose con Umar bebiendo agua a lado de la nevera, se agacho un poco y le acaricio el lomo antes de ir a servirse su tan preciado cereal, antes de ir a preparar la ropa para mañana. Puso música en su teléfono mientras se servía en el plato.
Umar la vio bailar mientras abría el refrigerador y le pareció bastante cómico, pero admitía que bailaba bastante bien, Por un momento, escucho un golpe en el jardín y se dio vuelta, algo no le estaba convenciendo. Un mal presentimiento le atravesó su felina columna y miro a Rebeca preocupado, pero pareciese que ella no se había dado cuenta así que quiso ir a investigar, pero no quería dejarla sola.
Rebeca escucho que alguien tocaba la puerta y puso pausa a la música para escuchar mas claramente. Efectivamente alguien estaba tocando la puerta
─ Ah, qué raro─ Murmuro Rebeca viendo la puerta─ Nadie viene para acá─ Miro la puerta con duda pensando si era buena idea esperar a que se fueran, quisa era algún vendedor ambulante y no tenía ánimos para lidiar con ellos. Pero su voluntad flaqueo y fue a abrir tras meter el cereal al congelador, Umar que también se sentí un mal presentimiento se atravesó entre la puerta y Rebeca y gruño alejándola.
Rebeca no lo había visto de esa manera, así que retrocedió mirándolo a él y a la puerta. Finalmente dejaron de escuchar golpes y Umar se hizo un lado para dejarla pasar, pero Rebeca, que ya no se sentía segura, no fue ni a asomarse así que regreso a la cocina por su cereal y fue a la sala para prender la televisión. No era, muy fan de pasársela frente al televisor, pero a ver que se encontraba.
Umar fue con ella y se sentó a su lado, acurrucándose sin ver la caja mágica con personas adentro, como la llamaba. Pronto, Concha entro a la casa y se echo a los pies de Rebeca para volver a dormir, Rebeca se rio y la acaricio con su pie.
Jesica entro a la cas a eso de las 4 de la tarde, se sorprendió al ver que la puerta tenía unos golpes marcados y había símbolos escritos en la pared, eso le dio mala espina, miro hacia atrás para ver si había algún coche o alguien observándolos, pero no había nada fuera de lo común. Así que entro a la casa y fue al lavabo por agua de jabón y una esponja para salir y echárselo a los símbolos, que estaban escritos con gis. Tallo un poco y logro borrarlos con facilidad.
Entro a la casa de nuevo, no supo porque estaba nerviosa, quiso subir a su cuarto, pero escucho al perro que recién habían adoptado roncando en la sala y fue a asomarse, efectivamente. Concha estaba roncando dormida a lado del sillón, Rebeca en el sofá con una mano sobre la barriga del perro y la otra sobre Umar, que estaba acostado en su estómago.