Capítulo 12

Capítulo 12

Umar no supo cuánto tiempo había pasado desde que se fueron, pero aprovecho para volver a su forma humana para comer algo de la nevera y darle algo también a Concha. No tenía hambre realmente, pero a ver que podía tomar que las chicas ya hubieran olvidado que habían guardado. Concha, que ya se había acostumbrado a ver al gato convertirse en humano, no le sorprendía tanto, pero le resultaba bastante extraño. 

Umar saco algunos postres del fondo de la nevera y le convido al animal para luego ir a la sala, había aprendido a usar la caja mágica para ver cosas interesantes, así que no dudo en tomar el control que controlaba la caja mágica y prenderla. Bajo el volumen, no quería que algún vecino se alertara y llamaran a la policía 

Se pregunto dónde estaba Fernanda 

Tendía la fuerte sospecha de que ella ya sabía lo que él era, o al menos lo había visto ¿Diría algo? Aunque lo hiciera, nadie iba a creerle. Esperaba que regresara a casa, ya la extrañaba. Mientras cambaba de canal, apareció una noticia que le llamo la atención por lo triste que era 

“Joven que salía de noche, es encontrada muerta, su cara y sus manos fueron destrozadas con ácido” 

Sintió un escalofrió recorrerle, pero tampoco se quedó viendo aquella notica. Siguió cambiando los canales hasta encontrar algo que decía comedia, aunque el no entendió la mayor parte de lo que decía. Siguió cambiando entonces hasta encontrar algo histórico relacionado con guerras, le intereso lo suficiente como para no cambiar ya el canal 

Ni siquiera se dio cuenta de cuanto tiempo paso, hasta que escucho ruidos afuera de la casa y se aproximó a la cocina. 

Por el silencio se hizo más notorio el sonido de cómo alguien trataba de abrir la puerta, Concha comenzó a ladrar y el miro hacia la puerta ‘¿Otro ladrón?’ tomo un cuchillo 

Pero se sorprendió al ver a un joven entrar con Rebeca, que lucía algo ebria. El rápidamente se escondió detrás de la encimera frente a la puerta y volvió a ser un gato, no quería que lo atraparan. 

─ ¡No te duermas Rebeca! ─ Lo escucho quejarse─ Estas pesada 

─Vete al diablo, Roy. Llévame al sillón─ Concha seguía ladrando al intruso─ Concha─ Regaño Rebeca molesta, él la ayudo a caminar, pero en lugar ir a la sala, comenzó a subir las escaleras y él lo siguió 

─Quédate abajo. La puerta está abierta─Le dijo a Concha antes de seguir al desconocido con Rebeca 

─Estas ebria. Te dije que no tomaras de los vasos porque les habían puesto pastillas─ Se quejo Roy 

─ ¿Qué te quejas? Tú también tomaste─ La voz de Rebeca se escuchaba bastante pesada 

‘¿Estuvo bebiendo?’ La miro y maulló rascando la puerta del cuarto de Rebeca, que estaba cerrada. El muchacho la abrió sin darse cuenta del gato y ayudo a Rebeca a entrar. Ella vio el cuarto de baño y quiso ir a lavarse la cara. 

─Debes Acostarse─ Hablo Roy 

─Suelta─ Rebeca se jalo para que Roy la soltara. Pero él le apretó el brazo, a Umar no le gusto esa acción─Roy, suéltame─ Advirtió enojada 

─ Rebeca─ El trato de acercarse y llevarla a la cama, pero Rebeca le soltó un golpe en la cara para que se alejara. Estaba ebria y de mal humor, al igual que su padre y su familia paterna, era bastante peleonera y en ese momento Roy le estaba evitando lavarse la cara 

El golpe ni siquiera fue fuerte y muy apenas le dio en la mejilla, pero Roy se enojo 

De pronto, todo lo que había pasado entre ellos se hizo presente en su mente y de como ella lo había desechado cuando ya no lo quería, se enojó, se enojó bastante y su mente pronto perdió cualquier rastro de claridad 

Umar se le aventó encima cuando él la jalo a la cama rasguñándole la cara y los brazos 

Rebeca fue empujada por Roy cuando el gato le empezó a atacar, así que ella cayó al suelo incapaz de mantenerse de pie por su cuenta. Podía escuchar los gruñidos de su mascota y los gritos de Roy tratando de quitárselo de encima. Escucho como unas cosas se caían, pero tampoco podía ver claramente, no ayudaba que el cuarto estuviera a oscuras. 

Roy tomo a Umar del lomo y lo aventó hacia el escritorio sujetándose la cara, miro enojado al gato, pero en la oscuridad, y con lo ebrio que también estaba. Solo logro ver como la silueta del animal se hacía cada vez más grande, hasta arrebatarle en altura. Solo pudo gritar y salir corriendo asustado. 

El cuarto quedo en silencio, solo se escuchaban los leves quejidos de Rebeca sosteniéndose la cabeza. Umar ya como humano, se acercó a Rebeca para ayudarla, pero ella ya casi estaba dormida. Aun así, logro ver a un hombre moreno sin un ojo frente a ella. Tato de enfocar la vista, pero fracaso, estaba cansada 

─ ¿Rebeca? ─La llamo. Quería saber si estaba consciente o no, si le dolía algo 

─ ¿Papá? ─Pregunto ella riéndose, también había visto como la silueta se hacía más grande, pero su cerebro no estaba procesando nada en ese momento. Se sentía tranquila con ese extraño y la única persona con a que se sentía tranquila era su papá 

─ ¿Te duele algo? ─Pregunto sin estar completamente seguro 

─ Quiero dormir─ Rebeca no vomitaba cuando estaba borracha, era bastante resistente al alcohol y lo que la había puesto así no era la bebida. No se dio cuenta que el vaso que le dieron tenía un sabor diferente y cuando lo termino, se percató de la pastilla efervescente que no había terminado de deshacerse al fondo de este 

Le había pedido ayuda a Roy para regresar a casa, porque no encontró a Jesica y su mente cada vez era más nublada 

Solo quería dormir. Sintió como la levantaban y luego la dejaban sobre su cama, pero para ese punto, apenas podía mantenerse consciente 

─Gracias─ Murmuro cuando la dejo en la cama, no escucho ningún comentario más. Tras eso, Umar se quedó quieto, esperando que Rebeca le soltara la mano, cosa que nunca paso.