Capítulo 15

‘Frio’ Pensó Rebeca mientras se levantaba donde quiera que estuviera. Apoyo las manos en el suelo y pudo sentir como estaba sobre algo… lodoso, olía a humedad ¿Lodo quisa? Intento ponerse de pie. Sentía la ropa pesada y el cabello también. Sacudió las manos para quitárselo de encima y luego se las tallo para quitárselo lo mas que pudo. Se quito la diadema de tela que llevaba puesta ese día y se amarro el cabello porque su dona no estaba y no quería llevar el cabello suelto. 

Como se sospechaba, el cabello estaba lleno de lodo, pero no le importo mucho porque se quitó la mayoría con las manos. Mas le importaba saber donde estaba y por su mente solo pasaba una opción, porque no iba a aceptar que una especie de portal se abrió bajo sus pies después de que le disparara a un sujeto que irrumpió a su cas ay pateo a su perro. 

─Los sujetos de la casa eran de trata de blancas. Me secuestraron, me caí de la camioneta y todo lo que paso en ese momento era por una alucinación─ Se repitió tantas veces tratando de convencerse de eso ─Papá me va a encontrar. Papá o mis tíos, mis primos, sí. Ellos me van a encontrar─ Cerro los ojos y se abrazo a si misma para disminuir el frío 

Camino un poco hasta donde vio que ya no había lodo y de ahí se dio cuenta que no llevaba un zapato. Solo su media 

─Oh, carajo─ Se quejo, pero aun así siguió caminando, pero con mas cuidado, más adelante encontró el zapato que le faltaba, junto con su teléfono, sin batería. Guardo el aparato en su pantalón y se puso el zapato agradecida de no tener que caminar en ese lugar descalza, la blusa de manga larga la hubiera podido proteger un poco del frio, pero ahora que estaba llena de lodo, era imposible 

Camino un poco mas hasta creer ver una luz a lo lejos. Eso la animo, salir a una carretera, y seguirla por la orilla en espera de alguien que pudiese ayudarla. Si, eso era un plan perfecto. Cerro los ojos y trato de ir más rápido, pero en cuestión de segundos, alguien desde atrás le paso el brazo por enfrente y la jalo con ese brazo, con la otra mano le tapo inmediatamente la boca 

─Shh─ Escucho la voz de un hombre a sus espaldas. Vio al frente y pudo ver a unos sujetos venir hacia donde ella iba, con machetes. Se puso pálida inmediatamente e incluso aguanto la respiración. Vio a los sujetos ir por donde ella venía y la mano en su boca aflojo el agarre─ No hagas ningún ruido ¿Bien? Rebeca asintió y sintió al sujeto jalarla a sus espaladas así que solo pudo retroceder─Rebeca, te voy a soltar, pero no te alejes de mi 

‘¿Esta persona sabe quién soy?’ Se Pregunto siguiéndolo, ahora esta persona le estaba dando la espalda. Lo que sabía hasta ahora es que era un hombre, era terriblemente alto, mucho mas que ella. Bueno, ella tampoco era muy alta para ser franca y casi todos le ganaban en la estatura… se consolaba pensando que aun iba a crecer. 

─ Por acá─ Le extendió la mano, pero dudo en tomarla, no lo conocía, no sabía si la estaba ayudando o secuestrado, pero tampoco quería que le hiciera daño así que la recibió. 

─ ¡Umar! ─Escucho una segunda voz─ Ya se han ido─ Otro hombre Salió entre los árboles, llevaba una especie de bata que hizo que Rebeca se pusiera pálida ‘¿Me van a sacar los órganos?’ Por un segundo, toda una película se formó en su cabeza 

‘Bien, los sujetos de la casa eran secuestradores. Miranda se escapo a tiempo y cuando yo entre, un tercero debió haberme atrapado por atrás. Me lo busque por babosa. Bueno. Me han secuestrado, me drogaron y de alguna manera me Sali de la camioneta donde seguramente me metieron. Ahora me llevan a Tlaxcala o al DF o a algún otro lugar para sacar mis órganos o prostituirme’ Rebeca quiso ponerse a llorar como una niña 

‘Le debí haber echo caso a mamá cuando me dijo que no hiciera pendejadas’ Trato de no empezar a llorar, pero ya le empezaba a costar respirar ‘Dios, si me ayudas a escaparme de aquí te juro que iré a misa todos los domingos’ Se mordió la lengua para no decir nada 

─Rebeca, por aquí─ Le indico jalándola un poco, pero ella no se movió, su mente estaba maquinando cientos de ideas de como la iban a matar y como podía escaparse. AL parecer Umar se había dado cuenta y antes de que pudiera moverse, lo vio agacharse, sujetarla por la cintura a la atura de su hombro y pronto sintió como sus pies ya no tocaban el suelo. Si, la había levantado como si fuera un simple costal─ No grites, nos van a encontrar. Ya casi llegamos─ Entonces ambos hombres retomaron la marcha con Rebeca colgando del hombro de uno y con la mirada perdida la espalda de este sujeto 

─ ¿Me van a matar? ─Pregunto Rebeca después de un largo rato de silencio incomodo para ella. Hablo cuando el teléfono se le callo del pantalón y no pudo alcanzarlo 

─ ¿Qué? ─Pregunto el otro hombre 

─ ¿Me van a matar? ¿Puedo llamar a mi casa y pedir que no me busquen? ─Estar con la cabeza hacia abajo solo logro que empezara a llorar. Entonces sintió como el sujeto que la cargaba se agachaba y le ponía los pies sobre el suelo, se enderezo rápidamente 

El hombre, que sabía se llamaba Umar, le puso las manos sobre los hombros 

─ ¿De que estas hablando, Rebeca? 

─Cierto ¿De que hablas? Si quisiéramos matarte, ya estarías muerta─ Hablo el otro, los ojos de Rebeca se empañaron aun mas y ahora si estaba llorando, haciendo que ambos se pusieran todavía más nerviosos ¿Cómo diablos iban a lidiar con una adolescente llorando? Y mejor pregunta aun ¿Por qué estaba llorando? 

Lo que ellos no sabían, es que Rebeca estaba en sus días premenstruales, sus hormonas estaban a mil y no tenía control sobre sí misma, ah, sumándole al hecho de que aun sentía la cabeza un poco pesada por la pastilla que había consumido el día anterior 

─ ¡General! ─Una tercera voz se hizo presente, una voz femenina, seguida de pasos extremadamente rápidos, Rebeca se dio vuelta para ver que era, encontrándose con la silueta de alguna persona corriendo a velocidad inhumana hacia su dirección provocando que se asustara