Mi hermanastro

Capítulo 17

—Ok, la razón por la que tengo que andar con Isabella es porque... —se quedó callado por un momento y luego continúo iniciando por otra parte de la historia —Mi madre me lo pidió para que el padre de Isabella aceptara asociarse con tu papa, era la única manera ella siempre me quiso, pero yo solo la utilizo —
—Cada vez me convenzo más de que mi padre es un idiota –dije pensando en todo lo que ha pasado desde que llegue.
—Pero por favor no digas nada, se supone que esto no debería de saberlo nadie –musito acariciando mi cabello.
—No te preocupes mi amor, de alguna manera tendremos que solucionar esto –le aclare.
—Gracias –se acercó para besarme.

Habían pasado tan solo 5 días desde que estábamos solos en un país realmente lejos nuestro hogar, pero me sentía tan bien de estar con él me hacía sentir protegida y... amada.
Se que tal vez suene algo tonto, pero puedo decir que estoy comenzando a sentir cosas que nunca había sentido y definitivamente me estaba enamorando, y ¿Cómo no hacerlo? Cuando él es tan perfecto.

Seguimos viendo la película y cuando termino, nos fuimos a dormir el día había sido cansado y aun no nos habíamos acostumbrado al cambio de horario.
Cuando desperté Austin aun dormía, se miraba tan hermoso con sus ojos sellados y sus hermosas pestañas tan perfectamente resaltaban en su cara.
Me levante sin moverme tanto y sin hacer tanto ruido, me cambie con unos jeans ajustados y me puse una sudadera de Austin que por cierto que llegaba hasta los muslos pero muy cómoda, hacía mucho frio en Bradford aquel día.
Fui hasta la tienda para hacer algo para desayunar.

—¿Dónde estabas? –pregunto Austin mirándome entrar.
—Fui a la tienda, ¿Por qué? –pregunte con una risa.
—Me tenías preocupado, y luego no te llevaste tu celular –dijo hablándome de cerca.
—Lo siento, solo fui a la tienda tenemos que desayunar –dije abrazándolo.
—Para la otra avísame –dijo hablando en mi cuello, mientras me abrazaba.
—Está bien Austin tranquilo no pasó nada –dije sintiendo ese placentero cosquilleo en mi cuello —Deja de besarme el cuello o no sé dónde pueda parar todo esto.
—Vamos a ver –dijo besándome aun con más desespero.

'Austin' dije sin siquiera hacer esfuerzo por quitármelo de encima, 'No importa ahorita desayunamos' me tomo de los muslos haciéndome quedar sobre de él y caminar hasta el sofá entre besos apasionados y sin tomar demasiado aire que digamos.
No quería pero la maldita debilidad me venció de nuevo y entre el desesperado amor le quite la camisa, y termine con la parte de arriba de mi ropa interior solamente frente a él sus labios iban cada vez más debajo de mi cuello, besando mi cuello.

Y así terminamos haciendo el amor en el sofá, de nuevo.
Fui víctima de su amor nuevamente, el sofá el cómplice, las cuatro paredes guardaran el secreto y hacer el amor el crimen.
¡Pero qué demonios! A estas alturas no me importaba un comino lo que la demás gente dijera.
—Sabes que si algo de esto se llega a saber, la gente del pueblo nos comerá vivos ¿verdad? –comento sobando mi espalda con la yema de sus dedos de arriba abajo.
—No me importa lo que diga la demás gente ¿Acaso no es así como debe de ser? –cuestione sintiendo escalofríos en todo mi cuerpo.
—Si, así es como debe de ser –suspiro.
Nos vestimos y fuimos a preparar algo para desayunar, Austin es malísimo en la cocina así que mejor lo hice yo.
Luego de desayunar, decidimos ir a caminar un rato y seguir conociendo Londres, como hacía mucho frio entramos a un bar muy único con música y mucha gente en ambiente.

—Dos cervezas por favor –ordeno mi chico, con una mano en mi pierna.
—Esta música me da ganas de bailar –dije moviéndome un poco al ritmo de la música.
—Yo no bailo –dijo un poco aburrido —Mejor platiquemos, cuéntame cómo murió tu mama, claro si me quiere contar.
—Fue un accidente automovilístico, iba hablando conmigo por teléfono o más iba peleando conmigo solo porque quería ir a una estúpida fiesta –dije negando con la cabeza.
—¿No tienes hermanos? –cuestiono tomando las cervezas que el chico dejo en la mesa.
—No, soy hija única ¿Qué hay de ti? –pregunte haciendo una mueca chueca con mi boca.
—También soy hijo único, John y mi mama iban a tener un hijo hace 3 años pero mi mama lo perdió –se encogió de hombros.
—Eso no lo sabía, y ¿tu papa? –pregunte con tacto.
—Él nos abandonó, cuando yo tenía 2 años o al menos eso es lo que dice mi mamá –conto.
—Se lo que se siente eso –baje la mirada.
—Oye me disculpo por eso, sé que no es justificación decirte que John se enamoró de mi mama pero supongo fue muy doloroso.
—No es tu culpa, pero mira gracias a eso aquí estamos... juntos –
acaricie su mejilla con el reverso de mi mano.
—Lo se deberíamos agradecerles –rio.
—Deberíamos –me acerque a darle un beso fugaz.

Nos tomamos tres o cuatro cervezas, Austin pago y salimos de ahí a seguir caminando.
—Siempre quise tener un hermano –confeso mientras caminábamos.
—Por suerte tienes a William –dije sintiendo su mano engancharse con la mía.
—Si por suerte, y a Jane ella siempre está conmigo en las buenas y en las malas –dijo hablando orgulloso de su hermosa prima.
—Ella es tan hermosa, me cae muy bien y además hace una pareja hermosa con William –mencione con una sonrisa.
—Si cuando los presente fue como amor a primera vista –dijo burlando.
—Son tan lindos –aclare.
—Son unos tortolos –dijo este riendo.
—No seas tan malo, oye y ¿ellos sabrán de esto? –pregunte.
—Se lo podemos contar a Jane, pero de que se lo contemos a William a pesar de que es mi mejor amigo a veces comenta cosas que no debería –dijo mirando el suelo.
—No te preocupes amor, ya lo sabrá a su tiempo –dije —Oye sácame de una duda, una vez Jane y Nicolas se saludaron muy bien en la fiesta que hiciste ellos ¿se conocen?
—Aunque no lo creas, hace mucho Nicolas y yo fuimos mejores amigos junto a William
—¿En serio? –
cuestione sorprendida.
—Si pero cuando sucedió en incidente de la empresa y él y su familia dejaron de ser 'ricos' nos dejamos de juntar, el pueblo tiene una idea rara de que los pobres y los ricos no deberían ser amigos –explico sereno.
—Que estupidez –exclame.
—No dudes que la gente ya hable de tu amistad con Nicolas y el castaño –dijo olvidando de nuevo el nombre del hermoso castaño.
—James su nombre es James –dije riendo —Pero no importa, tengo que ayudar a Nicolas con el problema que tiene con su mama.
—¿Qué problema? –musito en cuestión.
—¿Qué no lo sabes? –Pregunte abriendo un poco mi boca —Es por eso por lo que su papa hizo el fraude.
—No ¿Qué pasa con su mama? –se notó interés en su tono de voz.
—Bueno su mama...




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