—¿Ah sí? Te extrañe en todo el día, como quisiera poder estar contigo sin tener que escondernos —dije haciendo chueca mi boca.
—Si bueno sobre eso, termine con Isabella —dijo mientras su cara se iluminaba de cierta manera.
—¿En serio? —pregunte con un brillo en mis ojos.
—Si, ahora solamente quiero estar contigo. Nadie más —dijo tomándome por la cara.
—Solo tú y yo —asegure con una sonrisa.
Estábamos en el despacho de papá, esto sería muy difícil de decir pero sobre todo ellos no lo aceptarían, le dijimos a Mo si podía ir a buscar a Patricia a y mi padre y les dijeran que estábamos en el despacho y queríamos hablar con ellos.
—¿Qué pasa? —pregunto mi padre entrando.
—Bueno tomen asiento —advirtió Austin apuntando con su mano el sofá de cuero que estaba frente al que estábamos sentados.
—De acuerdo, ahora si ¿Qué se traman? —pregunto Patricia algo angustiada, y mirando como Austin dejaba caer su brazo por sobre mis hombros.
—Bueno mamá, John quiero informarles que Mackenzie y yo estamos saliendo —dijo sin más suspenso Austin.
—¡¿Saliendo?! —exclamo en cuestión mi padre.
—Si papá, en el viaje a Londres Austin y yo bueno pues, nos enamoramos —respondí.
—¿Enamorados? Ustedes no saben lo que es el amor —dijo entre re soplones.
—Solamente les estamos avisando, nada más —dijo Austin serio.
—Pero y ¿Isabella? Austin ¿Qué ha pasado con ella? —¡Maldición! Es cierto, ahora que Austin ya no anda con Isabella ¿debería decirle sobre ella y Nicolás?
—Mamá yo no quiero nada con ella, ya no regresare con ella —aseguro mirando a su mamá con una clase de ¿desprecio?
—No Austin, no voy a permitir que andes con Mackenzie ¿Qué ira a decir la gente, los amigos de la familia? John... —
—No me importa lo que la demás gente diga —dijo Austin recostando su espalda en el sofá.
—Pues no lo vamos a permitir —dijo mi padre con voz alta.
—Entonces tendrás que obligarnos a separarnos —dijo elevando una ceja retadora a mi padre.
—Te enviare a Londres de nuevo si es necesario —dijo mi papá hablando en serio.
—Claro, no importa sé que sueles tirar tus problemas —dije cruzándome de brazos.
—Hemos dicho que no, y no es ¡NO! —grito él apuntando al suelo con su índice.
Mi padre tomo a Patricia de la mano levantándola y llevándosela dejándonos a Austin y a mi ahí, decidimos en no decir nada y en seguir a escondidas por un tiempo en lo que se tranquilizaban las aguas por ahí. Por lo menos el ya no andaba con Isabella y eso era un gran alivio ya, pero no teníamos que andar con mucho cuidado de seguro ellos nos andarían vigilando muy de cerca.
Salimos del despacho de papá y él se fue a dar una vuelta con William en lo que yo me fui en busca de Nicolás, estaba en su casa con su familia subí los escalones a saludar a su hermosa madre que la verdad se miraba muy enferma y baje para salir junto con Luke y Nicolás a dar un paseo, fuimos hasta el puente que esta sobre la orilla de la playa a mirar el atardecer.
—Me divertí mucho ayer —dijo Luke recargándose en el barandal.
—Si deberíamos repetirlo —dijo Nicolás asintiendo.
—Si en fin de semana que viene —dije recostando mi espalda sobre el mismo barandal que Luke.
—Hay que ir a la casa de James, de seguro están haciendo nada —comento Nicolás encogiendo los hombros.
—Para mí que quieres ver a Lucia —dijo Luke inconscientemente.
—Shh —le respondió Nicolás golpeándole el estómago con su codo.
—Es linda —dije asintiendo.
Nos convencimos y fuimos hasta la casa de James, fuimos a un video club a alquilar una película de terror y por algo de golosinas y comida chatarra para botanear, todo era relajo y antes de poner la película sin darnos cuenta Luke y yo nos quedamos solos en la cocina en lo que los chicos se acomodaban en la sala.
—Y tu príncipe ¿Dónde lo dejaste? —pregunto con una risita adorable.
—Con su mejor amigo —dije riendo con él.
—Es muy, especial quiero decir te cela mucho ¿verdad? —pregunto curioso.
—No esa vez solo se sintió inseguro supongo —dije mirándolo mientras tomaba la bandeja llena de palomitas.
Camino detrás de mi hasta llegar con los chicos, James y Danielle realmente acurrucados juntos, Nicolás y Lucia sentados juntos mientras el brazo de Nicolás casi se posicionaba alrededor de ella y bueno solo quedaba el sofá más pequeño Luke y yo nos cruzamos nuestras miradas y luego miramos el sillón nuevamente, por lentos, pensé.
Nos acomodamos y las escenas en la pantalla eran simplemente terroríficas, no mentiré entre la mezcla de sustos y sorpresivas caras horribles escondí mi cara en el fornido pecho de Luke, pero todo fue inocentemente lo prometo.
Mi pierna vibro y di un salto regando palomitas sobre nosotros, solté un carcajada y todos me miraron raro, era mi celular y lo revise 'John y mi mamá salieron, casa sola' era de Austin, sonreí y entonces tuve que excusar algo para salir de ahí.
Conduje hasta casa con una sonrisa en mi cara, estaba muy emocionada luego de todo no íbamos a poder estar juntos como el día como según nosotros lo pensamos, pero era obvio nuestros padre no accederían a eso.
Abrí la puerta apresurada y subí los escalones corriendo hasta llegar a su habitación estaba oscuro completamente, comencé a caminar a tientas, mis manos eran mis ojos por no chocar con nada y de repente recordé la maldita película que estaba viendo y me entro un miedo, muy ridículo, lo sé.
No miraba nada y no sabía dónde estaba en interruptor para poder encender la estúpida luz, ¡Carajo! Exclame enojada y con los latidos de mi corazón más acelerados, me envolvieron por detrás tomándome con fuerza de la cintura di un grito agudo y luego escuche la inconfundible y graciosa risa de Austin.
—¡Austin! —grite tapando mi cara y unos rayos de luz se colaron por entre mis dedos.
—¿Por qué tan asustada? —pregunto sin dejar de reír.
—Eres un idiota —dije golpeando su pecho.
—Pero soy tu idiota ¿recuerdas? —dijo abrazándome.
—Estaba mirando una película de terror con los chicos, por eso el susto —explique abrazándolo.
—Si eso supuse —dijo soltando otra carcajada.
—¿Te estas riendo de mi o conmigo? —pregunte volteando mi mirada hacia arriba.
—Contigo, supongo —dijo frunciendo los labios.
Estábamos acostados en su cama, y luego nos dio hambre.
—Hagamos un pastel —dijo cuando terminamos de comer algo de comida china que había en el refrigerador.
—De acuerdo, pero sin hacer cochinero —le advertí con mi dedo índice.
—Te lo prometo —levanto su mano en forma de promesa.
—Okey necesitamos huevos, leche y claro harina —dije sonando un poco sarcástica.
—Está bien amor —dijo yendo por los huevos dándome un beso en la mejilla.
Chocolate, un pastel de chocolate Austin había prometido no hacer nada para ensuciar la cocina pero claro que no lo pudo evitar, estábamos completamente sucios de harina por toda la cara, cuando estaba con el tiempo pasaba volando, era como si el reloj fuera un simple adorno, era como si mamá me hubiera mandado mi ángel salvador, mi ángel de la guarda.
Antes de interrumpir nuestro beso el timbre de la casa era tocado, así que corrimos hasta la puerta para abrir.
—¿Qué demonios significa esto? —pregunto Isabella mirándonos.
—Estábamos haciendo un pastel —respondió Austin, sin responder exactamente la pregunta obvia.
—Si pero ¿Qué haces con esta? —dijo apuntándome sin quitarle la vista a Austin.
—La amo —dijo Austin tomándome por la cintura.
—¿No estarás hablando en serio? —dijo entre dientes.
—Oh créeme Isabella muy en serio —dije con una sonrisa de satisfacción.
—¡Tu cállate! —me ordeno.
—Isabella mejor ahórrate el ridículo y vete —le dije asintiendo.
—No yo no me voy de aquí sin hablar con Austin —dijo desviando su mirada a él.
—¿Qué quieres? —pregunto Austin sin tomarle importancia.
—Regresar contigo —dijo casi de rodillas.
—No Isabella, ya te he dicho porque, yo no te amo —dijo Austin claro.
—Ya verás Mackenzie pagaras las consecuencias —dijo Isabella muy segura.
—No te conviene, yo puedo decir algo de lo que te puedas arrepentir —dije incrédula.
—¿De qué? —pregunto Austin confundido.