Las palabras de la psicologa resuenan en mi cabeza, siento una extraña y desconocida risa haciendo eco en el lugar, giro a mi alrededor buscando de donde proviene el sonido, pero no hay nadie... la risa se vuelve más fuerte, más tetrica, tomo mi cabeza con fuerza, con mis manos aprieto mis sienes intentando que se vaya, pero no lo hace, cierro mis ojos deseando que desaparezca, pero sigue ahí, tornandose más fuerte, burlandose de mí... sin darme cuenta de mi garganta salen gritos de ayuda, de desesperación, de angustia, de miedo... siento unas manos tomando mis muñecas y obligandome a abrir los ojos y tranquilizarme, la risa se ha ido. Abro mis ojos temerosa, frente a mí se encuentra la psicologa y mi madre, me miran con preocupación, quizás lástima...
Lágrimas salen de mis ojos, una presión se apodera de mi pecho impidiendome respirar, pequeños temblores controlan mi cuerpo, sollozos salen de mi garganta, mis labios entreabiertos y temblando, mi vista nublada, mis ojos cristalizados por las lágrimas, mis manos sudando y sin poder quedarse quietas, los brazos de mi madre alrededor de mi cuerpo me mantienen firme, creo que si no fuera así ya estaría desmayada.
Luego de tranquilizarme, me acuesto en la camilla, mi madre me da un beso en la frente antes de volver a la puerta a hablar con la psicologa.
Sus voces se escuchan lejanas, pero sus palabras son claras, así que me esfuerzo por escuchar que es lo que dicen.
-El trastorno esta muy avanzado por lo que debe ser tratado en un centro psiquiatrico donde ella pueda recibir terapias grupales e individuales, donde los doctores estarán al pendiente de ella y de todo lo que le pase, no estará sola, eso se lo puedo asegurar, esta es la única forma en que podrá recuperarse y superar todo lo que le pasó. -comentó la psicologa mirandome de reojo y con lastima.
Sentí que mi cabeza iba a estallar de tanta información, no me podía creer que en verdad me fuesen a mandar a un hospital de locos, porque yo no estoy loca...solo herida.
-No quiero ir a ningún lado... - murmuré para mi misma, mis ojos se llenaron de lágrimas de solo pensar que me iban a alejar de mi familia. -quiero a papá... -susurré de nuevo en un lamento.
Me hice de lado en la camilla mientras las lágrimas seguían deslizandose por mis mejillas hasta caer y humedecer la blanca y limpia sabana. Me quedé observando a la nada mientras mi mente viajaba a otro universo, el universo de los recuerdos, de los recuerdos felices...
-Mamiii -grité llegando a casa después de una tarde de estudio.
-Cariño, que hermosa te ves. -saluda mi madre mientras me abraza.
-¿Para mí no hay saludo? -la voz de mi padre atrás mío nos hace reír.
Mamá se separa de mí y besa a papá en los labios.
-Eww -digo haciendo una mueca de asco.
-Jajaja -la risa de mis padres juntos es como una melodía.
-¡¡¡Tengo hambre!!! -protesté para que ellos dejaran de darse muestras de afecto.
Me crucé de brazos mientras ellos se separaban y se reían, mamá caminó a la cocina para servir la cena, papá fue a lavarse las manos y yo subí a mi habitación para cambiarme el uniforme y luego bajar a cenar.
Mamá había preparado una deliciosa pasta con albondigas, mi comida favorita...también un postre de fresas y un jugo tropical.
Esa noche, nos sentamos todos juntos a ver películas, pero antes de eso, mamá nos dió una grandiosa noticia, ¡¡iba a tener un hermanito!!, me puse muy feliz al igual que papá, todo era increible, siempre había querido alguien con quien jugar y pasar el tiempo libre y cada minuto compartirlo con esa persona, ahora la iba a tener.
Nos acurrucamos en el sofá, pusimos "Blancanieves", ya la había visto muchas veces, pero me encantaba esa pelicula.
Comimos palomitas, tomamos gaseosa, y disfrutamos en familia.
Ese es uno de los últimos recuerdos felices hasta los preparativos de la habitación del bebé...luego, todo se volvió gris, estresante, monotono, lejano...todo se arruinó.
Claramente mi hermanito no llegó a nacer...murió en la panza de mamá, eso causó muchos altibajos en mi familia, mis padres se distanciaron, entre eso papá le fue infiel a mamá, años después se separan y llegamos a la realidad de hoy, claro, con papá muerto.
Me di cuenta de tantas cosas en este tiempo, cosas que quizás antes ni siquiera se me pasaban por la cabeza, porque se que planeamos o vivimos el día a día sin llegar a creer que algo malo puede ocurrir de un segundo a otro, que todo se puede arruinar, que a veces el mundo se te derrumba y tú te derrumbas con él...
A veces ni siquiera nosotros nos damos cuenta en que momento dejamos de existir...porque el hecho de que tu cuerpo este presente no quiere decir que nuestro corazón, nuestra alma o nuestra esencia también lo esté, podemos morir de mil formas diferentes, pero siempre he sabido que la más dolorosa y más cruel, es la muerte emocional...¿de que sirve respirar si no hay razón para seguir haciendolo?, muchas veces vivir no es estar vivo...aprendemos de las experiencias pasadas, pero ¿porque no aprender del futuro?.
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-Hey. -saluda Adrián entrando a mi habitación.
-¿Que tal extraño? -sonrio mientras me siento en la camilla.
-Por mi parte bien, ¿tú?, ¿como sigues? -interroga él sentandose a mi lado.
-Genial, mejorando. -me limito a responder, no quiero que las personas se apiaden de mí o me tengan pena...
-¿Sabes que puedes ser sincera conmigo no? -enarca una ceja y pone cara de: "no finjas se que no estás bien."
-Claro...vale, no me siento bien, tampoco estoy bien, me enviarán a un psiquiatrico idiota...no quiero irme...han pasado tantas cosas que simplemente deseo desaparecer... -le digo con honestidad mientras un nudo se forma en mi garganta. -la muerte de las personas que amo...es la mayor pérdida de mi vida...los extraño mucho, a todos...
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amor a primera vista, un amor con obstaculos, amor entre hermanastros
Editado: 11.08.2021