Mi hermoso ángel

Capitulo 8

Pdv Jared

Pase una noche maravillosa con mi hermosa, pero no voy a negar que me desilusiono mucho ver el terror en sus ojos cuándo le pedí que saliéramos. Me siento un completo idiota al apresurarme, ahora tengo miedo de que se aleje de mí. Ya no sé si debo escribirle, no quiero parecer un acosador y asustarla más. Reúno el poco valor que me queda y decido enviarle un mensaje de buenas noches. Pulso enviar y espero con el corazón en la mano por una respuesta, no pasa mucho tiempo cuándo veo que se activan los chulos azules, mierda me dejo en visto. Eres un imbécil Jared. Lanzo el celular a la mesa de noche y me sorprendo cuándo comienza a sonar el ring toné que tengo para mí hermosa, me apresuro a tomarlo y suspiro antes de responder

—Hola hermosa

Hola—Su voz sale en un ligero susurro y debo hacer un gran esfuerzo por entenderla

—Creí que estabas dormida

Ya casi, solo quería decirte que acepto—Por un momento mi corazón se detuvo y volvió a arrancar para latir a mil por hora, pero no quiero hacerme ilusiones todavía

—¿Qué es lo que aceptas hermosa?

Acepto ir con tu familia en noche buena, pero primero debo ir a casa de mis papás a cenar—Solté todo el aire que tenía contenido, por un momento tenía la esperanza de que me aceptara a mí

—Eso es perfecto hermosa, tu solo dime a qué hora y yo paso por ti—La línea se queda en silencio, solo puedo notar su respiración del otro lado—¿Y... —Rayos, ni siquiera puedo formular la pregunta otra vez

Me gustas Jared, en serio me gustas—Estoy a punto de saltar por toda mi habitación, se me contrae el estómago y mi corazón está a punto de subirse a mi garganta —Solo necesito un poco de tiempo, te prometo que en noche buena te respondo—La esperanza vuelve a renacer en mi

—Tomate todo el tiempo que necesites hermosa, yo estaré esperándote toda la vida y todas las que siguen si es necesario

¿Por qué Jared? ¿Por qué yo?

—El corazón no entiende razones Angelica, solo siente—Nos volvemos a quedar en silencio

Buenas noches Jared, que descanses

—Buenas noches hermosa, dulces sueños—la llamada se corta y me lanzo sobre la cama. Llevo mi mano al pecho y trato de calmar a mi desbocado corazón. Me dijo que le gusto y deseo gritar a los cuatro vientos cuánto la amo, porque sí, la amo, me enamore desde la primera vez que la vi y ahora que la volví a encontrar confirmo que es el amor de mi vida, la única persona con la que quiero pasar el resto de mi existencia. Me levanto y voy a la cocina por algo de tomar, de tanta emoción se me fue el sueño. Al llegar veo a alguien sacando algo de la nevera, me acerco tan sigilosamente como puedo

—¿Cuántos días de castigo te vas a ganar si le digo a mamá que estas comiendo chocolate a esta hora? —Mi hermanita pega un salto y casi deja caer el plato con la torta de chocolate, pero soy rápido y logro impedirlo, no quiero que mi madre se despierte por el ruido

—¡Demonios Jared! —Jace se lleva la mano al pecho y respira aceleradamente—Casi me matas del susto—Golpea mi pecho y trata de quitarme la torta

—Cuida ese lenguaje hermanita, si no quieres añadir más días de castigo—Ella rueda los ojos y cruza los brazos

—No me importa, igual no es como que tenga nada interesante que hacer así que me da igual—Eso es extraño, en otro momento me estaría suplicando que no dijera nada. Pongo la torta en la mesa de la cocina y voy por otra cuchara

—Ven aquí peque, hace mucho tiempo que no tenemos una charla de hermanos—Ella se sienta y yo sirvo dos vasos de leche. Me siento frente a ella y terminamos de comer toda la porción en silencio—¿Me contaras que te pasa? —Ella solo encoge los hombros. Tomo su rostro y hago que me mire—¿Sabes que puedes contarme lo que sea verdad? —Sus ojos se ponen brillantes por las lágrimas que se niega a derramar

—Es solo una tontería Jared, no me hagas caso

—Vamos mi peque, prometo no burlarme ni reírme si eso es lo que te preocupa—Ella lanza un suspiro

—¿Sabes que mi cumple es en un par de meses?

—Obvio que lo sé, serán quince años del día más feliz de mi vida—Mi niña sonríe por eso, siempre le he hecho saber que ella es el mejor regalo que la vida pudo darme—Además estoy a punto de quedar en quiebra por todas las cosas que mamá quiere hacer para ese día

—Te he dicho muchas veces que eso no es necesario, que no necesito una gran fiesta

—Admite que en el fondo te hace ilusión celebrar tus quince años y mamá está muy emocionada con hacerlo, eres su princesa y quiere celebrarlo de esa forma

—Claro que me gusta la idea, pero no quiero ser una carga para ti, soy consciente de todo lo que haces por nosotras y de lo que has sacrificado para que nunca nos falte nada—ahora si deja cae las lágrimas que estaba conteniendo

—Ven aquí mi peque—la tomo del brazo y la hago sentarse en mi regazo para acunarla como cuando era pequeña y despertaba llorando por una pesadilla, aún no puedo creer que esté a punto de convertirse en una señorita—Yo no he sacrificado nada, todo lo que hago es por y para ustedes—la abrazo fuerte contra mi pecho y dejo besos en su cabeza—tú y mamá son mi vida entera, mi motor y mi fuerza para levantarme cada día. Verte crecer es mi mayor orgullo y te juro que no las cambiaría por nada del mundo—Jace me abraza y deja muchos besos en mi mejilla—No te preocupes por lo del dinero, que estoy bromeando, mamá ya tiene todo preparado y presupuestado, creo que lleva ahorrando y planeando este día desde que naciste




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