Capítulo 0: Recímia

Podríamos decir que hay personas (o seres) que ven el vaso medio lleno, algunas otras el vaso medio vacío. Esto es un pensamiento recurrente que de alguna manera te hace pensar: ¿De cuáles soy yo?, y quizás a algunas otras: ¿De cuál debería ser?

Si bien la respuesta a esta pregunta depende más de a quien se la hagas, que quien la hace… En este caso y con esta historia te narraré un poco de la vida de cierto sujeto que de hecho podemos afirmar ve el mundo como si fuera un vaso quizás más que solo: “Medio lleno”. Antes de ello permíteme mencionarte un par de detalles que aún no hago de tu saber y que sin lugar a dudas debería.

Primero que nada, esta persona de quien te hablo, aunque pueda parecer humano, ciertamente no lo es, pues lo creas o no, se trata de un Elfo y que su avanzada edad no te engañe pues aunque tiene 3179 años recientemente contados, para un elfo esto es apenas un respiro y está en el esplendor de su juventud; aunque su nombre y lo que le sucedió lo contaré en un capítulo posterior, pues primero quisiera que conozcas donde vive.

El mundo del que estoy por hablarte se le conoce (por ellos mismos) como: “Recímia” y que no te quepa la menor duda de que este mundo es mucho más diferente a este donde vives y en el cual puedes leer estas letras que ahora te escribo; Recímia, podríamos decir que es un continente de un universo distante, donde cualquier cosa que pudieras imaginar, podrías asegurar que es un hecho. ¿Magia?, pfff. La magia la desayunan diariamente, ¿dragones?, ¡ja! Los dragones son seres terribles y despiadados que habitan el mundo y devoran todo aquello que se cruza por su camino, ¿humanos?, bueno… Creo que exageré un poco pues en realidad los humanos en este mundo no existen, ¿la razón?... Extinción. Los humanos habitaban este reino hasta hace 1300 años cuando una extinción masiva les ocurrió, algunos creen que una enfermedad solo para ellos llego y acabo hasta con el ultimo, otros más “conspirativos” piensan, aseguran y debaten que en realidad fue alguna de las otras razas quienes acabaron con ellos, y aunque me preguntes no puedo responderte… Pues es información que no he logrado investigar… Sería fácil para mi inventar alguna respuesta, pero, ¿para qué mentirte? Mejor ser honesto y decir: La verdad es que no tengo idea.

Pero bueno, creo que he divagado un poco… regresando al punto anterior. La magia, criaturas que te darían más miedo que estar solo en una habitación repleta de asesinos sanguinarios, y algunas otras de las que caerías enamorado, o enamorada, en cuestión de segundos son palpables y de hecho muy agradables (en su mayoría). Aunque como en cualquier sitio las desgracias no están exentas de suceder y es justamente lo que narrará esta historia, aunque como se dijo en el principio de este capítulo: Este tipo ve el vaso medio lleno… Por lo que no esperes encontrar algo lúgubre y depresivo donde la sonrisa es un invento del más optimista del grupo, no, no, no. Es de hecho todo lo contrario, una narración sobre un sujeto que a pesar de vivir en la ruina y cuya vida le trae desgracia tras desgracia siempre logra encontrar el lado positivo de las cosas, y en algunas de ellas ¡Vaya que fue difícil!, según me contaron.

Antes de terminar esta parte introductoria quisiera decirte una cosa más, que aunque no es realmente importante, me gustaría decirlo pues dará pie a lo que sería el siguiente capítulo: Si bien, la magia está presente en todas las criaturas de Remícia, no todos son capaces de utilizarla y mucho menos de tener una conciencia de ella. Esto es ampliamente visible en los elfos, al ser una raza mágica saben de ella pero nunca hubo alguno capaz de utilizarla, esto como puedes suponer ahora, se ha terminado con nuestro protagonista quien aunque es joven e ingenuo (en ocasiones) Tiene un gran potencial mágico y se le conoce en su hogar como: “Mago”, un nombre común podrás pensar, pero si caes en la cuenta de que de 1 millón de habitantes solo uno puede usar magia, notarás que no es tan común como pensabas, ¿verdad? Pero al ser el único que la siente y puede utilizarla (entre los suyos) Difícilmente podrá encontrar quien le enseñe de forma apropiada a que esa magia se convierta en su aliada y no en algo que traiga consigo solo destrucción y miseria, pero para esto necesitará tiempo y quizás algo de suerte.