La noche llego pronto y todos se encontraban durmiendo plácidamente, aunque he de aceptar que exageré un poco… Si bien la mayoría se encontraba descansando había cierto grupo de Elfos de edad media (unos 15 mil años de edad en promedio entre ellos) que mantenían una fiesta en las afueras de la ciudadela. Atacado por el insomnio decidí ir a curiosear que es lo que hacían y aun a lo lejos podía escucharse parte del gran desorden que tenían junto con la luz de las enormes fogatas.
No me quedo más que reírme, pues estaba presenciando la locura Elfa en su máximo esplendor, tras unos minutos la guardia real llegó y nos pidió que guardáramos silencio pues el escandalo a pocos dejaba dormir, todos hicieron caso y en cuestión de segundos se callaron bajaron las copas y otros se acercaron a apagar el fuego, pero… ¿Desde cuándo un borracho hace lo que le piden?, ¡Contadas veces! Sin lugar a dudas.
Antes de llegar a la fogata todos los hombres se voltearon a ver y después tiraron las cubetas con tierra dando un giro en su mismos creando un efecto visual donde la tierra parecía realizar una danza al chocar entre sí, acto seguido los demás borrachos se abalanzaron sobre los guardias despojándolos de sus armas y desnudándolos, se podría pensar que sería lamentable que unos simples borrachos hayan logrado ganarle a la guardia real, pero tomen en cuenta que todos los elfos tienen entrenamiento militar y si hablamos de personas con una media de edad de más de 15,000 años sus habilidades son bastante de temer… Al terminar amarraron a los guardias y dejaron sueltos a aquellos que accedieron a participar en la fiesta logrando así que el relajo y la felicidad se hicieran aún más presentes. Todo era una verdadera locura, y gracias a ello la noche pasó exageradamente rápido aunque al día siguiente es cuando nos cobraría factura, todo el pueblo se encontraba en vela por la incapacidad de poder dormir, gracias a la fiesta que habían hecho estos idiotas, por fortuna como no era algo recurrente no es como que el Rey hubiera puesto su ojo sobre nosotros y nos haya querido castigar (aunque sí lo hizo…) Su veredicto fue que como no dejamos dormir a nadie teníamos que permanecer sin dormir un día extra realizando todo el trabajo de un habitante que eligiéramos; en mi caso fui hacia donde el herbolario del pueblo a ofrecerle mi ayuda.
Todo el lugar se veía realmente desordenado y muy sucio, pero era más que nada por tierra y plantas que estaban regadas por todos lados, la casa tenía un particular olor a tierra mojada y a flores lo que le daba al sitio un ambiente muy particular, pacífico y agradable.
Al regresar estaba cargando una hoja muy maltratada completamente rayada y me la mostró.
Sin más que decir, me dirigí a las afueras de la ciudadela por la parte Oeste, de esta forma llegaría a una zona que conecta con un bosque y donde sin lugar a dudas encontraría todo lo que aquel tipo me ha pedido. El camino no es muy largo pero fijándome bien en la lista note que había algo que era exageradamente difícil de encontrar: “Hoja de Geloi”, Los Geloi son arboles ancianos con hojas color azul, son pequeños respecto a los arboles normales, pues aunque aquellos miden en promedio 4 metros, estos árboles no sobrepasan los 2 metros de alto y no conforme con eso se dice que hay un árbol de Geloi por cada 2000 árboles normales… Y en las pocas veces que he salido a explorar nunca he visto uno de esos por los alrededores. “¡Maldita sea!” me dije a mi mismo, pues ahora estaba con un problema que nunca contemple por no haberme fijado antes en la lista, quizás si le hubiera preguntado a aquel tipo donde encontrarlo me hubiera dado un norte… Pero en fin, ya es tarde, regresar me daría mucha más flojera que simplemente seguir avanzando.