Seguía jugando, cambiando de seno y cambiando de mano, sus labios bajaron a su abdomen, y sus manos continuaron jugando con su senos
Ahí estaba ella tan hermosa para los ojos de Nick, permitiendo que él hiciera lo que quisiera, tanto que se atreve a decir que es la mejor mujer con la que ha estado
De repente paró, que había pensado, él diciendo eso, él que podía tener a cualquiera ante sus pies rogando que las tocara; se levantó
—Puedes irte
Ella se levantó se arregló la camisa y salió furiosa, sólo estába jugando con ella
Se retiró a su asiento y comenzó a redactar su renuncia, no podía seguir ahí, se sentía débil ante él y él sólo jugaba con ella.
Tocó tres veces a su puerta
—Adelante
Se escuchó, amaba esa voz y quería seguir escuchándola, pero había tomado una decisión
Abrió la puerta
—¿Qué la trae por aquí señorita Dickham?
—Vengo a traerle la renuncia
Nick se sorprendió
—No entiendo, ¿Porqué lo hace?
—Lo lamento, pero yo no estoy aquí para que jueguen conmigo
Él se acercó y le susurró al oído:
—¿Crees que podría jugar contigo? —y pasó su mano por la mejilla de la joven
Ella se alejó, tenía su corazón acelerado
—Me retiro, con su permiso
Y salió de la empresa dejando a Nick sólo con sus pensamientos