1 semana después
Entro a las bodegas de los Maldonado con la cara de pocos amigos que tengo desde que se robaron a mi bebé, Nicolás entra dando órdenes a sus hombres.
- maten la clama hazmien - niego dejando que me abrace no tengo fuerzas para negarme - verás que tendremos a nuestro hijo muy pronto.
- lo necesito Nicolás, quien sabe cómo lo están tratando - lloro en sus brazos cuál niña pequeña - mi bebé debe estar asustado.
- hazmien, Sebastián es nuestro hijo - me recuerda - lo preparaste bien mía, hiciste un gran trabajo.
- tengo miedo - admito por primera vez en los días que llevo aquí - tengo miedo de no recuperarlo o que le hagan daño
- mírame - dice tomando mi cara entre sus manos - vamos a destruir este mundo si es necesario¿sí?- asentí- vamos a traerlo a casa nuevamente.
- señor - rulos estaba a unos pasos de nosotros - el padre de la señora está en la línea.
Nicolás tomó el teléfono y lo puso en alta voz - hola querido - dice con voz divertida - acaso se les perdió algo.
- ¿qué quieres a cambio?- Nicolás no va con rodeos
- quiero que mi mujer y mi hija vuelvan a mí.
- eso no pasará.
- que lastima - miro a Nicolás y él niega - tendré que mandarte a tu hijo en una caja, ¿me escuchaste mía?
- no por favor es tu nieto papá - mi desesperación es notoria
- lo sé mía, se parece mucho a ti, es tan boca suelta, tiene tu carácter.
- por favor déjalo ir, iré contigo dónde me digas- una sonrisa aparece y sus ojos brillan
- buena chica, te mandaré la dirección y no te olvides de tu madre.
Cuelga y grito con enojo, ese HDP no puede estar haciéndonos más daño de lo que ya nos hizo, Nicolás me abrasa de atrás muy fuerte - te lo traeré - dice dejando un beso en mi cabeza.
- nos vamos - da la orden y tomo mi arma- no, no vas, no voy a arriesgarte a ti también- me quita el arma.
- es mi hijo - él no dice nada, pero hace una seña y se acercan 3 hombres de su mismo tamaño- Nicolás - advierto
- es por tu propio bien - uno de los hombres me toman del brazo - cuiden a mi mujer con sus vidas - el de la derecha asiente.
- Nicolás no me hagas esto - grito intentando soltarme-Logan- el giro a mirarme.
- es por su seguridad - niego - le prometí a su hijo que cuidaría a su mamá.
Las 4 camionetas salen y solo puedo ver cómo se alejan y mi corazón se va con ellos, mi bebé está en manos de su papá. Uno de los hombres me acerca la silla y no digo nada, solo me siento.
10 minutos después
- necesito ir al baño - se miran entre ellos y el que parece ser el jefe asiente
- no te despegues - le advierte al cari bonito y caminamos asta la parte de atrás de las bodegas.
- necesito privacidad.
- no puedo señora, tengo órdenes - trato de mantener la calma.
- le diré a mi marido que te quedaste a ver cómo iba al baño y créeme que no le va a gustar- él parece reacción y sale del baño, espió y se quedó en la puerta - piensa mía, piensa - me tomó del pelo caminando de un lado al otro - iré por ti mi amor - abro la pequeña ventana del viejo baño.
Caigo no tan bien y cierro los ojos, como consecuencia espero un segundo para ver si me escucho, pero sigue en el mismo lugar con el teléfono en la mano, camino por el costado de la bodega.
Salgo a la carretera y me paro en el medio apuntando a una camioneta que frena a dos metros de mí - al otro asiento -grito y la chica llorando y gritando se pasa al otro asiento.
- no te pasará nada - digo después de un momento - solo necesito llegar a un lugar y te dejaré ir sin un rasguño.
- gracias - la escucho decir débilmente agarro con fuerza el volante pensando en todo y en nada a la vez en mi hijo y en mi mamá, en la vida que teníamos felicidades, asta que ese HDP salió a ser de las suyas, pero de esa no se salva.
- tienes un teléfono - ella asiente sacándolo de su bolsillo- gracias - marco el número que me sé dé memoria aunque prometí no volver a marcar - hola, soy yo.
- necesito que me ayudes - él solo dice "¿qué necesitas?"- el desgraciado de mi padre tiene a mi hijo secuestrado, necesito el código verde, te mando las coordenadas - cuelgo la llamada y se la mando.
Dejo que la muchacha con su bebé se vallan, jamás el aria algo malo - cariño - giro encontrándome con Adrián, lo abrazo fuerte quebrándome por segunda vez en el día.
- gracias - digo aferrada a él - no tengo como pagarte esto.
- la mejor paga es que mi sobrino esté sano y Salvo-asiento - colgaste y me puse a investigar, por el GPS de tu ex los tengo - ¿mi ex? Ese bastardo es todo menos eso, subiendo a la camioneta - Maldonado va a matarte - me encojo de hombros la verdad, ahora lo que menos me importa es Nicolás
- no me interesa, quiero rescatar a mi hijo.
Me preparo el resto del camino las armas ya no son de mi agrado, pero no puedo negar que las extrañe demasiado ser mamá me saco de esto, miro el camino y entramos a la zona de las torres - Mía - dice Adrián y lo miro - lista?
- siempre - él sonríe y bajamos de la camioneta-¿hacia dónde? - él señala derecho.
- están a un kilómetro - asiento caminamos entre los árboles cada vez más cerca de mi hijo - haya es - señala la cabaña custodiada con 7 hombres - tenemos 7 fuera y 4 dentro -mi mirada está en la puerta - la cámara detecta algo arriba.
- debe de ser mi hijo - asiente - 4 de la izquierda y tú los demás - entrecierra los ojos - crees poder con los de la derecha?
- cariño yo te entrené - asiento con una sonrisa - ve por detrás a mi señal, te encargas de los que están adentro.
- parece muy fácil Adrián - digo mirando hacia atrás- mi hijo es la prioridad, lo otro no importa.
Me alejo de él y me meto entre los arbustos, me dirijo hacia la puerta de atrás, mi corazón palpita muy fuerte mi hijo tiene que estar aquí lo sé.