Capitulo 46

- el señor no responde hace una semana - miro al panzón transpirar.

- lo resolveré ¿se encuentra buen?- antes de que me responda una bala impacta en su pecho, miro hacia la ventana y me pongo de pie sacando mi arma al mismo tiempo qué jota le apunta a todos.

- que buena puntería, siéntate de nuevo - le apunto al viejo - pensaban que matarme sería tan fácil, la reina es intocable, morirán como un recordatorio- disparó directo a su cabeza y jota mata a los demás, en cuestión de minutos me quedé sin socios y con 7 cuerpos.

- que limpien todo y asegúrate de que sus familias sepan quién manda

40 minutos después

El lugar está más o menos limpio, revisamos los teléfonos y todos estaban de acuerdo que matándome tendrían más poder, Eder volvió con el tirador y al ver a quién mato pidió morir. La cosa no está tan fácil, bajamos al sótano del hotel que está construido encima de un búnker, lo conseguimos luego de muchos tratos y mucho trabajo

- Es enorme - dice jota junto a mí.

- bienvenidos a Génesis - llevo mis manos asta mis caderas - partir de ahora dejamos de ser solamente narcotraficantes- Eder mira las grandes pantallas.

Al terminar, retomamos el camino hacia casa, hasta que una camioneta nos empezó a seguir, nos debíamos a las afueras de la ciudad. Al llegar a la iglesia abandonada, vemos venir cuatro camionetas hacia nosotros, no tenemos señal.

Estamos solos, mierda.

- señora ent...- se calla cuando las camionetas frenan en la entrada - jota.

- es el turco de la otra vez - lo miro levantando las cejas - quiere hablar con usted.

La puerta de la primera camioneta se abre y sale él con las manos arriba y el arma en su cintura.

- ¿Qué mierda te pasa? - pregunto caminando hacia él y Eder cubriendo mi espalda como siempre.

- así me agradeces que te salve - me cruzo de brazos - el hijo del desgraciado que mataste en ese hotel quiere matarte - no es novedad - no te preocupes, nadie toca lo que es mío

-¿ perdón ?- me río falsamente - no te equivoques yo nunca te lo pedí

- A la reina nadie la toca - ruedo los ojos, y vuelvo hacia nuestra camioneta - tengo una sociedad que ofrecerte - lo miro por encima del hombro

- no me interesa meterme con usted - me subo a la camioneta y jota derrapa saliendo por la parte de atrás, en 15 minutos estamos en la ruta nuevamente, si el hijo del gordo marica me busca es mejor que yo lo encuentre primero.