Mi Luna #1

Capítulo 8

Eliza

 

Tenía el presentimiento que algo malo iba a pasar y no precisamente con mis padres, pase por un callejón pero de este salió un gemido de dolor, y claro como la señorita aquí es una chismosa di unos cuantos pasos hacia atrás y vi mi pesadilla en la realidad

 

Eran los del equipo de futbol americano tenían retenido a Hades el pobre jadeaba para poder respirar mientras que un chico que en sus dedos brillaba algo

 

Eran anillos

 

Le estaba dando puñetazos a Hades con anillos, no se puede ser más animal

 

Con una fuerza que no sé de donde llego, llegue a ellos a grandes zancadas y empuje al chico de los anillos, el cual era Alejandro el mejor amigo de Elías

 

--¡Les juro que si lo tocan de nuevo, se quedaran sin hijos!—amenace salieron corriendo no por la amenaza sino porque empezaron a murmurar que era la hija del director

 

Los chicos se fueron corriendo dejando que Hades se desplome en el piso, corrí hasta llegar a donde estaba me puse de cuclillas y lo mire preocupada un dolor en mi pecho se instaló pero eso no me detuvo

 

--Hades, cariño, ¿te puedes mover?—no me pregunten por qué le dije cariño

 

--Me has llamado cariño, eso es lindo—sonrió como niño en dulcería-- y si puedo moverme

 

--Oh vamos—negué sonriendo con la cabeza—tenemos que curarte esas heridas.

 

Tenía la ceja rota, al igual que su labio sangraba, tenía la marca de los anillos plasmados en el pómulo y de su abdomen salía sangre manchando su camisa color blanco

 

Se levantó puse mi mano en su espalda mientras que el la apoyaba en mi cadera, lo mire con una ceja enarcada pero el solo se encogió de hombros

 

El callejón no estaba lejos del bosque en unos diez minutos estuvimos ahí, abrió la puerta pero no vi a nadie ¿Dónde estaban todos?

 

--Eider salió con un amigo y mis padres están trabajando—respondió como si supiera que preguntaría eso—en mi habitación hay algodones y alcohol.

 

Subimos por las escaleras pasando por un amplio pasillo hasta llegar a una puerta de madera Hades la abrió dejando ver su habitación, era de color beige habían algunos cuadros colgados, en el medio su cama tamaño King, el escritorio y las mesitas de noche que estaban a cada lado de su cama, enfrente al lado de la puerta del baño estaba un espejo de cuerpo completo

 

Me dijo que me sentara en la cama mientras que él se cambiaba y se desinfectaba las heridas, al principio proteste se supone que yo lo iba a ayudar, pero este puso cara de irritado, me calle y no dije nada siempre cuando habían reuniones familiares y cuando hablaba siempre me miraban con esa cara y me mandaban a callar; en conclusión soy y siempre seré una carga

 

Me deje caer en la suave cama de Hades mientras que me miraba las palmas de las manos, rojas y tenían sangre seca

 

“Las cicatrices no sanan, solo se olvidan pero siempre estarán ahí para recordarte lo que pasaste”

 

Tenía ansiedad aunque mamá y papá lo negaban pero a psicóloga y los tres años internada en el psiquiátrico no decían lo mismo, mis palmas estaban rojas por haber dejado ganarme la ansiedad.

 

Fue ayer y no quería recurrir al otro método, la cual fue una de las cosas por el que me internaron, como imaginan tengo las uñas largas, ya que desde que descubrieron que me cortaba, pero juraba que no lo hacía no era consiente cuando agarraba la cuchilla y hacia los cortes, era como si mi mente estaba siendo controlada, pero el psiquiatra no me creía.

 

 Desde que regrese del internado las cosas cambiaron me trataban diferente mi familia, empezaron las reglas, discusiones, la bipolaridad de madre empeoro al igual que el trastorno obsesivo-compulsivo de padre, en fin los que tenían que ir a un psiquiátrico eran ellos y yo no.

 

No me dejan agarrar algún objeto pulsante, así que solo esperaba que se romperá la uña o le pedía a madre, y esta era otra razón por la que tengo prohibido entrar a la cocina sola.

 

Para cuando me di cuenta lagrimas salían como cascadas recordar esos años me hace mal muy mal, me hice ovillo abrazando mis piernas dejándome llevar por el recuerdo

 

Flashback

 

Me jaloneaban tratando de sentarme en la cama y ponerme en las cadenas pero no lograban, eran mis primeros días aquí y cuando le dieron el diagnostico me mandaron al cuarto piso para gente peligrosa

 

Pasados unos veinte minutos que pudieron tranquilizarme, había llegado el psiquiatría y anotaba cosas en su cuaderno, como me irritaba que hiciera eso

 

--¡Se lo juro yo los vi!—alzaba la voz para ver si me creían pero nadie lo hacia

 

El psiquíatra enarco una ceja-- ¿entonces donde los viste?

 

--Yo estaba en el bosque y uno se transformo era un lobo de un metro, a su lado se vio como un humo y salió un vampiro…-- me calle porque después de eso no me acordaba era como si ese día no existiera pero yo forzaba para recordar

 

--Y dices que todo eso pasó el día de tu cumpleaños—recalco

 

--El siete de septiembre—asentí rápidamente por fin que alguien me creía, creo

 

--¿Qué hacías en el bosque?

 

--Mamá, papá y yo fuimos a celebrar mi cumpleaños número quince, en casa de mi madrina ella vivía ahí y…

 

--Tu madre dijo que tú no tenías madrina.

 

--¿Qué?, eso es mentira ella…-- miro fijamente mi brazo izquierdo

 

--Las marcas que tienes en brazo trataste de suicidarte ¿Qué hiciste ese día?

 

--¡Yo no trate de suicidarme!, ¡fue el, el me controlo con sus poderes! ¡Me obligó a cortarme!—apreté los puños enterrándome las uñas en las palmas de manos

 




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