Capítulo 9

Eliza

El recuerdo se fue cuando sentí los brazos de Hades rodearme, yo lloraba a mas no poder, enterré mi cara en su pecho mientras que el acariciaba mi “cabello”, y susurraba en mi oído que todo estará bien

No me pregunto sobre él porque lloraba solo me dejo que desahogara y estar en sus brazos. Así quedamos un rato así, el me hacía sentir segura, su cuerpo emanaba calor y un riquísimo olor a menta, apuesto que estaba más horrible de lo que estaba, se me había corrido el maquillaje a causa de las lágrimas y estar enjuagarme los ojos  

--Espérame aquí ya vuelvo—dijo y a los pocos minutos llego con un algodón y desmaquillaste

--Vas a desmaquillarte, respirar, relajarte y pasaremos una linda tarde, sin preocupaciones, ni madres locas—negué rápidamente mientras que él se sentaba en la cama

No quería que me viera sin maquillaje ¿Qué diría?, ¿se arrepentiría?

--¿pasa algo?—oh sí que lo pasa

--Yo… mejor que quede con el…-- pero no pude terminar ya que había quitado mis lentes y paso el algodón por mi mejilla

--No te atrevas a…-- pero no me hizo caso y paso nuevamente por mi ojo

Diez minutos, quejas y que Hades me ignorara, tenía los ojos cerrados con fuerza ni siquiera quería ver su expresión me puso nuevamente los lentes, paso sus manos entre mi “cabello” y soltó una carcajada

--Se te movió la peluca—abrí los ojos de golpe y me mire en el espejo

Estaba algo torcida… ¿pero cómo sabía que tenía peluca?

--¿Cómo sabes…?—deje la pregunta en el aire al percatarme que me miraba con diversión

--Se te nota por más que la peluca sea cara se nota que es una simple peluca—camino hasta que su pecho choco con mi espalda

Su mano derecha se puso en el nacimiento del cabello, me miraba a través del espejo esperando alguna respuesta

--No te recomiendo que lo hagas, me quitaste el maquillaje ahora estoy en frente tuyo, con mi fea cara no querrás ver mi cabello—su mano izquierda me tapo la boca al instante

--Jamás en todo tu vida digas que eres fea porque no lo eres—quito su mano

--Si lo soy, soy horrible porque no lo ves—me atreví a mirarme en el espejo tenía grandes ojeras, las marcas de algunas espinillas aún no se iban, los lentes no ayudaban en mucho, no quería seguir mirándome hacia que la poca autoestima que me quedaba, se iría hasta un hueco y muy profundo

--Estoy embarazado—soltó de repente asiendo que frunciera el ceño

--¿Qué?—pregunte atónita

--Pensaba que estábamos diciendo imposibilidades—mi corazón latió rápidamente al escuchar eso

--¿Por qué no lo ves?—pregunte en voz baja

--¿El qué?

--Esto—me señale a mí misma—no entiendo porque aún no me críticas o haces un comentario—tome aire y seguí-- Hay chicas más hermosas que yo allá afuera y tú no me haz quitado el ojo en todo la semana

Ya estaba acostumbrada a esos comentarios si cada mes hay reunión familiar, cada mes había nuevas críticas sobre mí, las chicas del instituto me miraban con desprecio y murmuraban entre ellas lo que tengo mal y lo que ellas tienen bien.

--Porque si voy a decir un comentario solo va a hacer cuando te vea todos los días y te diga “que preciosa te ves”. Tal vez no eres consciente de tu propia belleza y todo lo que causas en mi interior.

Me. Acababa. De. Decir. Lo. Hermosa. Qué. Soy. (Aunque yo no lo vea así) Dios este hombre me quiere matar.

Me volteo quedando fijamente mirándonos sus ojos grises brillan con intensidad, la mano que tiene libre la pone en mi espalda haciendo que un escalofrío recorra toda mi espina dorsal

--Déjame ayudarte a rearmar esa piezas rotas en tu interior, déjame ayudarte a creer en ti misma, déjame ayudarte a demostrarte que eres más de lo que las personas dicen de ti, déjame quererte, consentirte y hacerte la mujer más feliz del mundo—sus ojos miran mis labios

La boca se me seco, las palabras se me quedaron atascadas en la garganta, me estaba pidiendo que si podía ayudarme y además estaba diciéndome que quiere estar conmigo

El mismísimo adonis que tengo enfrente ¿me estaba diciendo todo eso?, ¿a mí? ¿estoy soñando?, porque si es así no me despierten

Para cuando me di cuenta que no le había dado ninguna respuesta, su boca estaba pegada a mí pero no se movía se quedaron ahí esperando una señal que quería continua, joder claro

Su boca se movía de forma suave como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, sin saber lo que hacía puse mis manos en su nuca acariciando los pequeños pelos, Hades tenía el control , ya que, ese fue mi primer beso y no tenía nada de experiencia, seguí el beso de manera nerviosa y torpe, dios que vergüenza

Nos separamos por falta de aire aun podía sentir sus labios sobre los míos, su mano seguía en mi espalda al igual que yo con su cuello

--¿eso significa un sí?—negué sonriendo

--¿No quedó claro la respuesta?—pregunte haciendo que Hades sonriera como niño en dulcería

--Solo falta algo – su mano derecha viajo a la peluca tomándola en puño-- ¿preparada?

Respire profundo y dije: preparada