Capítulo 16

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Hades

Eliza venia caminando hasta donde yo estaba, vestía unos jeans ajustados de tiro alto, con un top negro y una chaqueta de jeans blanco. Cuando me vio una sonrisa tímida apareció en su hermoso rostro el cual no traía una gota de maquillaje, bueno tenía un delineado en los ojos, sus lentes que le daban el toque y creo que traía corrector o base no sé pero sirve para tapar las ojeras

--Eliza…es..tas…tu…-- carraspeo para recobrar la voz—esta hermosa, la palabra hermosa se queda corta—vi cómo se sonrojo y se acero mas

--Gracias Hades—se puso en puntillas y me dio un beso en la mejilla-- ¿vamos?—puse mi brazo en su hombro y comenzamos a caminar

Caminos hablando de todo y de nada, unas dos horas más tarde paramos enfrente del rio donde nos habíamos visto la otra vez, no les voy a mentir que estoy controlando a Zeus para que no salga y le grite que es mía, pero no creo poder controlarlo más.

--¿Qué paso con la Eliza que vestía de forma monótona y aburrida?—digo en broma haciéndola sonreír.

--Esa Eliza quedo en el pasado, creo que prefiero esta nueva Eliza ¿tú que dices?—quedamos frente a frente

--Yo digo que quiero a la Eliza que sea, porque la forma de vestir es lo menos y lo que importa es tu corazón y sentimientos—me inclino y uniendo nuestros labios puse mis manos en su cintura pegándola más a mí, mientras que ella enroscaba sus manos en mi cuello

No pude controlarlo más y Zeus salió, cuando nos separamos Zeus empezó a besar su cuello y respirar el dulce aroma a vainilla

--Mía, mía—murmuró

--Tus ojos son grises con amarrillos—dijo recuperando el aliento

--Son una mezcla—la volvió a besar, lo cual Eliza siguió un poco tímida pero cada vez que la besaba entraba en confianza

--Creo que me volví adicto a tus labios—dije

--Creo que yo también—dijo con una sonrisa, se puse en puntillas y me desordeno el cabello mezclando lo blanco y negro—así mejor.

--Eliza te tengo que decir algo

--Dime—se mordió el labio nerviosa, no hagas eso por favor no sabes lo que causa en mi

De repente el olor a vampiro llego al ambiente y efectivamente tres vampiros aparecieron en nuestro campo de visión, el más alto fue el primeo en hablar

--Vaya, vaya y es el perro pulgoso y…-- sus ojos recorrieron el cuerpo de Eliza, gruñí con fuerza—Eliza nos volvemos a ver

La chica me miro con las cejas arrugadas y después vio al vampiro el cual tenía una sonrisa cínica en su pálido rostro

--Hoy nos divertiremos un poco—las risas de los otros colmillos podridos se escucharon.