Y ahí estaba Estrella, manteniendo una conversación con aquel chico que le había gustado gran parte de su adolescencia.
A su lado estaba esa persona de hermosos ojos café, hablando de su nueva conquista.
— Es preciosa, súper linda, creo que me enamore— Dijo el, Estrella había leído bastante sobre romance, y aquel brillo en los ojos del que tanto hablaban, a él le hacía falta.
— Me gusta verte feliz, y se ve que ella lo hace— Dijo Estrella con sinceridad, pero de igual manera ella estaba muriendo de celos.
— Solo hay un problema— Dijo Lyncai mirando al suelo.
—Su... ¿Su madre?— preguntó ella un tanto dudosa.
— Exactamente, quiero que sea mi novia, pero su madre no lo permitiría, le hice la propuesta de que lo fuéramos en secreto, pero una vez lo hizo y no salió nada bien, y lo que menos quiero es que se meta en problemas por mi culpa— Dijo con un tono melancólico.
— Oh vaya, lo entiendo, pero no te preocupes, ya se les darán las cosas.—
—Lo sé— dijo Lyncai —Pero hablemos de otra cosa, que este tema me pone un poco de mal humor.—
— Okey— Dijo después de una pequeña risa.
— ¿Y tú cómo vas con tu novio?— Pregunto Lyncai con un tono de voz un tanto roto y melancólico.