EMBARAZO
P.O.V. ETHAN.
Dos semanas después.
-- Entonces por fin sales -- dice Iker al entrar a mi despacho. -- Fue una semana intensa ¿Eh? -- sube y baja las cejas.
-- Por la diosa, ya vienes con tus burlas. -- él ríe y Lukas lo acompaña.
-- No saliste toda la semana, y no dejaste que Lexie saliera, para mí sí que fue una intensa semana -- se vuelve a burla.
-- Al menos yo si pude y no me mandaron lejos.
-- ¡Oye! -- me reprocha con las cejas casi unidas. Lukas solo ríe.
-- Tú ni te rías, que ni un segundo a solas están. -- Lukas me mira mal y yo sonrio victorioso. -- Ahora ¿Q que venía?
-- Tenemos que comprarte tu traje. -- responde Iker.
-- Eso lo puedo hacer yo sólo.
-- Lo dudo mucho -- dice Lukas.
-- La última vez que fuiste por un traje pusiste nervioso al joven que te atendió y al final no compraste nada. -- cuenta Iker y yo lo miro mal.
-- ¿Te imaginas cómo hará cuando llegue a tener hijos? -- pregunta Lukas, pero parece una pregunta para Iker. Quien con una sonrisa dice:
-- Un desastre.
-- Sabe que me encuentro aquí ¿Verdad? Enfrente de ustedes. -- me defiendo.
-- Con que no pudo cuidar a Saúl un día. -- yo ruedo los ojos.
-- Tu no digas nada Iker, que a ti en los dos partos Lukas tuvo que hacer reaccionarias porque sino no haces nada y te quedas parado. -- él me mira mal de inmediato.
-- Por favor, no me haga pasar por eso otra vez. -- súplica Lukas y yo río.
-- El día que Ethan decida tener hijos será un milagro.
Cierto, ellos no saben que ya estamos en esos planes.
-- ¿Ya te quito eso de que serás un mal padre? -- pregunta Iker.
-- No pero…
-- ¿Pero?
-- Deja de ser un misterioso y suéltalo de una vez -- reniega Lukas, algo común de él.
-- Lo estamos intentando desde hace un mes pero tenemos problemas.
-- ¿Que? ¿Y hasta ahora nos dices?
-- ¿Que clase de problema?
-- Si por que era un asunto entre mi prometida y yo y lo demás me lo guardo.
-- ¿Y le contaste a Lexie sobre tu miedo?
Dejo salir un suspiro -- Si y me ayudó.
-- ¿Así que muy pronto seré tío? -- dice Iker mientras se señala a sí mismo.
Lo pienso un momento, lo dudo a decir verdad -- No se. Y ya. No quiero seguir hablando de esto.
Me levanto de la silla y salgo de mis despacho para así ir a mi habitación, diosa, no es asunto de ellos, solo es de Lexie y mio, ni se por que se los dije.
Al principio, cuando nos hicimos los exámenes pensaba que yo sería el del problema, lo creí al 100%, y solo pensaba que no le iba a dar algo que ella deseaba demasiado y aunque yo no lo queria admitir tambien lo hacia pero siempre ese pensamiento era opacado por el que sería un terrible padre por no tener un gran ejemplo de cómo serlo.
Pero me he prometido a mi mismo que lo sere, sere todo aquello que esperaba de mis padres y no me dieron, a mis hijos no les faltara nada de amor, lo se, porque lo s amares desde el primer instante que los vea… o mejor, desde el instante que sepa que Lexie está embarazada.
Oh, Lexie, mi pequeña omega, ella estaba tan desilusionada ante la noticia que incluso me pedía perdón por algo que no tenía que hacer. Me pidió perdón miles de veces y yo le respondía miles de veces que no tenía porqué hacerlo que encontraríamos una solución y que cuando menos
Diosa, ¿Que hice para merecerla? Ella es tan… perfecta, amo cada cosa de ella con todo mi ser y amo la cada dia. Diosa, ella me tiene en la palma de su mano y puede hacer conmigo lo que sea por que se que de ninguna manera ella me destruirá. Aunque a veces le cuesta hacer cosas románticas, no sabe nada de ello y eso que le gustan las historias románticas pero así la amo y así la amare por siempre. De tan solo pensar de ella ya tengo una gran sonrisa en mi rostro.
Decido darme una ducha, Lexie vendrá más tarde ya que fue a arreglar algunos detalles de la boda, solo un mes más y ya será mi esposa, estoy muy ansioso de que llegue ese día.
Me quito toda mi ropa y entro a la ducha, después de unos quinces minutos salgo de la ducha, recojo la ropa por que a mi futura esposa le enoja que deje la ropa tirada, que puedo decir, a veces me gusta irritarla así como ella a veces me molesta, aunque a ella con chocolate se le pasa.
¿A nuestros hijos también les gusta el chocolate? Conociendo lexie, si, ellos amaran el chocolate así como lo ama su madre.
Entro al closet y me cambio, me pongo un jeans negro y cuando me iba a poner la camisa escucho la puerta abrirse, salgo del closet mienstras me pongo la camisa y veo a Lexie, tiene la cara roja y se ve muy agitada.
-- ¿Estás bien? -- le pregunto preocupado.
-- Si ¿Porque?
-- Vienes agitada
-- Solo quiero ir al...baño, si al baño. -- dice nerviosa yo río. ella va al baño y cierra la puerta.
Algo esconde un por eso es nerviosa y además ¿Que hará en el baño?
-- A leer un libro, no sé, ¿Qué es lo se va a hacer en los baños? -- dice mi lobo un tono divertido.
-- Ya pues, equivocación mía.
Además ya se está tratando mucho en el baño, ¿Que acaso tiene una infección estomacal?
-- A veces eres tonto ¿Verdad?
Ignoro a mi lobo y me acerco a la puerta para tocarla.
-- Lexie, ¿Estas bien?
-- Si.
-- ¿Segura?
-- Si, solo espera un momento. -- no digo nada pero escucho como suena algo. no se bien el que. Se escucha un grito de ella.
Preocupado le vuelvo a preguntar -- Lexie, me estás asustando ¿Qué pasa?
Ella no responde pero sale del baño con una gran sonrisa, la miró extrañado, ¿Qué mierda hizo en el baño para que salga con esa sonrisa?
-- ¿Por qué tienes esa gran sonrisa? ¿Qué te pasó en el baño? -- pregunto confundido.